Los antecedentes nos llevan a diciembre de 2020, Tampa Bay Lightning anunciaba que su máximo goleador de las últimas cinco temporadas, Nikita Kucherov se iba a perder la temporada regular que estaba a dos semanas por empezar en aquel entonces. Una operación de cadera cuyo pronóstico de recuperación era primeros de junio y envió al jugador a la lista de lesionados de larga duración (LTIR por sus siglas en inglés).

Nunca es plato de gusto prescindir de uno de los jugadores más decisivos del equipo, pero esta lesión abrió una ventana de oportunidad a Julien BriseBois, el gerente general de la franquicia, que no encontraba la manera de cuadrar el límite salarial para renovar a una de sus figuras clave, Anthony Cirelli, pero al entrar Kucherov en LTIR, su sueldo quedaba automáticamente fuera del computo del límite salarial de los Bolts y se abrían las puertas para que BriseBois atara a todos los agentes libres pendientes de firma, incluido el prioritario Cirelli.

Nada nuevo bajo el sol, los de Tampa utilizaban un mecanismo habitual y que permite a los equipos rearmarse en caso de perder a un jugador por largo tiempo. Además, el pronóstico de la baja en esta temporada regular acortada a 56 partidos, permitía aparcar al menos por una temporada el encaje del límite salarial, ya que se presumían cinco meses hasta la recuperación del delantero. Pero el cuerpo humano aunque tenga límites, a veces también es capaz de ofrecer milagros, y la recuperación de Kucherov no sería tan larga después de todo, y eso acabaría llevando a la polémica.

Las reglas del límite salarial y una recuperación "inoportuna"

Y es que ya en el mes de marzo el mismo Julien BriseBois hizo público que el jugador ya estaba practicando, aunque en solitario, en el hielo, anticipando que su recuperación seguía establecida para cuando iniciaran los playoff, una postemporada para que los Bolts llevaban encarrilada la clasificación a pesar de la ausencia de su jugador estrella.

Y no era un pronóstico casual, porque el límite salarial está vigente durante la temporada regular, pero no para los playoff, y la vuelta de Kucherov antes de las eliminatorias, obligaría a la gerencia de Tampa a mover piezas fuera del equipo para poder encajar el sueldo de Kucherov en ese límite.

Y con él llegó el escándalo

Fin de temporada regular playoff en marcha, y Kucherov reincorporado a la plantilla de Tampa, y el ruso, lejos de tomarse las cosas con calma, se anota dos goles y una asistencia en su hoja de anotación. Y ese runrún que recorría las redes sociales y tertulias de hockey se convirtió en algo más grande con acusaciones de fraude hacia los actuales campeones, que empezaban la postemporada con una plantilla que superaba el límite salarial en más de 17 millones el límite salarial y aunque es cierto que todas las partes admiten que Tampa Bay no ha roto las reglas, para algunos si que se han retorcido y claman por un cambio de reglas a futuro.

Situación salarial de Tampa Bay | Fuente: capfriendly.com
Situación salarial de Tampa Bay | Fuente: capfriendly.com

Porque abierta esta puerta, cualquier equipo podría formar una súper plantilla con jugadores encubiertos en la lista de lesionados esperando ser activados en los playoff. O como en el caso de Kucherov esta temporada u otro ya polémico como el de Patrick Kane en 2015, se podría alargar la inscripción de un jugador en la lista de lesionados para aprovechar el espacio salarial para incluir refuerzos en el equipo.

Dos casos desde que se iniciara el sistema en 2005, pero Chicago Blackhawks ganó la Stanley Cup ese año y Tampa Bay bien podría hacer lo propio en 2021, ¿suficiente para una reforma del sistema?

La opinión de los implicados (y la de los que mandan)

Aficionados y periodistas han debatido sobre el tema, pero si hay una opinión interesante de conocer es la de los "perjudicados" Florida Panthers. Y Pierre Lebrun de The Athletic se ha tomado la molestia de buscarla (suscripción requerida), y sorprendentemente tanto el GM de los Panthers, Bill Zito, como su entrenador Joel Quenneville manifestaron su total aceptación de la maniobra de sus vecinos estatales.

También requirió la opinión de la liga, a través de su vicecomisionado Bill Daly, que le confirmó a LeBrun que la situación se había vigilado y a su criterio la actuación se ajustaba a los requerimientos del convenio colectivo vigente.

Un convenio que establece que los jugadores cobran íntegro su salario al final de la temporada regular, es decir que aquellos que disputan playoff lo hacen técnicamente hablando, a cambio de nada, ya que ese incremento de partidos jugados no se traduce en un incremento de salario, así que para algunos opinadores, no es adecuado mezclar el salary cap con la postemporada. Pero no se descarta que algún gerente general no saque el tema a la palestra en el próximo consejo de gobernadores de la NHL, sobre todo si un tal Nikita Kucherov se lleva a su vitrina un Conn Smythe a jugador más valioso de los playoff. Mientras tanto, el debate pertenece a los aficionados.