Nuevo billete para los Canes. Fin del trayecto para los de Tennessee. Los pronósticos se han cumplido y el equipo de Rod Brind’Amour se ha impuesto en seis partidos después de una serie exhausta en la que los cuatro últimos partidos se han tenido que decidir en la prórroga.

Ayer, durante buena parte de la noche, todo hacía indicar que íbamos a disfrutar de un séptimo partido en el PNC Arena, pero no fue así. Nick Cousins y Brock McGinn destaparon la cuenta para sus respectivos equipos en el primer periodo, aunque todo se abrió a partir del segundo. Los Predators consiguieron una brecha de dos goles gracias a Mikael Granlund y Ryan Johansen, pero un tanto de Sebastian Aho recortó diferencias y lo dejó todo por resolver para los últimos 20 minutos.

Nashville fue incapaz de sentenciar con el cuarto y los Hurricanes se aprovecharon. A falta de seis minutos para la conclusión del tiempo regular, Dougie Hamilton silenció a las más de 15.000 personas que acudieron al pabellón y lo hizo tras un despiste en defensa que el canadiense aprovechó para empatar la contienda gracias a una magnífica asistencia de Jaccob Slavin.

De nuevo, el partido se marchó a la prórroga, aunque poco duró. Apenas sobrepasado el primer minuto, de nuevo Sebastian Aho volvió a erigirse como protagonista anotando su quinto gol en los playoffs y sellando el pase de Carolina a las semifinales.

“Ha sido increíble no tener que jugar demasiado, estamos todos muy contentos por ello. Hicimos nuestro partido. El último gol fue un gran lanzamiento, un buen desvío. Muy contento”, señaló Dougie Hamilton después del partido.

Ahora, en semifinales espera Tampa Bay, que viene de dejar en el camino a los Florida Panthers por el mismo resultado, 4-2. “Son los últimos campeones, por algo será. Son un gran equipo, tendremos que desplegar nuestro mejor juego para ganar”, confesó Sebastian Aho.