Por vigésimo primera ocasión Canadá se alzó con el Campeonato Mundial de la IIHF pero lo hizo de forma sorprendente por que ningún equipo en la historia de la IIHF en ningún evento de alto nivel habia ganado el oro después de perder cuatro partidos.

En la fase de grupos inicial Canadá sorprendió negativamente cayendo derrotada en los tres primeros encuentros ante Letonia, Estados Unidos y Alemania y cundió el pánico entre sus aficionados. 

Mientras sus vecinos estadounidenses lideraban el grupo B, la selección canadiense, privada de sus grandes estrellas envueltas en los playoff de la NHL, estuvo a punto del naufragio hasta la última jornada de la primera fase donde lograron clasificarse en cuarta plaza, empatados con Kazajistán, por detrás de USA, Finlandia y Alemania, y pese a perder el último partido en penalties contra Finlandia.

En el grupo A Rusia dominó la competición por delante de Suiza, República Checa y Eslovaquia, quedando sorprendentemente eliminada Suecia, tras caer ante rivales teóricamente inferiores como Dinamarca y Bielorrusia.

La propia Bielorrusia e Italia, que quedaron últimos de cada grupo, evitaron el descenso de categoría gracias a no disputarse en esta edición el resto de los mundiales.

En los eliminatorias de los cuartos de final los equipos del grupo B se deshicieron de sus rivales del grupo A. Estados Unidos siguió su estela de triunfos de la primera fase y se deshizo fácilmente de Eslovaquia por 6-1 con dos tantos y una asistencia del jugador de New York Rangers, Colin Blackwell. Finlandia derrotó con un único tanto Jere Innala a la República Checa, mientras que Alemania precisó de la tanda de penalties, con un tanto espectacular de Marcel Noebels para deshacerse de Suiza. 

En el partido entre Rusia y Canadá los europeos partían como favoritos tras haber liderado al grupo A y contar con Sergei Bobrovski en portería. De hecho el equipo ruso se adelantó por medio de  Yevgeni Timkin en el segundo periodo. Los goles de Adam Henrique y Andrew Mangiapane dieron la remontada a Canadá y representó el punto de inflexión de los de la hoja de arce para poder ganar el campeonato.

En las semifinales los canadienses volvían a aparecer como víctimas ante unos estadounidenses que ganaban sobrados sus partidos y les habían derrotado por 5-1 en la fase de grupos. Pero ya se había encendido el motor de equipo del norte y con dos tantos del jugador de Calgary Flames, Andrew Mangiapane, los canadienses derrotaron por 4-2 a sus vecinos del sur.

En la otra semifinal los dos tantos iniciales de Finlandia, Liro Pakarinen y Hannes Borjninen, hicieron imposible a Alemania luchar por meterse en la final, acabando el partido 2-1.

Tras derrotar cómodamente Estados Unidos a Alemania por 6-1 en el partido por el tercer puesto se disputó la final entre Canadá y Finlandia.

Finlandia se mostraba más regular, había derrotado en los penalties en el último partido de la primera fase al conjunto americano y contaba con ocho jugadores que habían ganado el oro  dos años antes; el portero Jussi Olkinuora, el capitán Marko Anttila, Miikka Koivisto, Oliwer Kaski, Niko Ojamaki, Atte Ohtamaa, Petteri Lindbohm y Jere Sallinen.

Canadá tuvo un comienzo difícil, incurriendo en 16 minutos de penaltis en el período inicial contra ninguno para Finlandia.  En el segundo powerplay disputado Mikael Ruohomaa recogió un pase, giró y puso el disco en su derecha, y levantó el disco por el lado abierto mientras caía.  La penalización a Nick Paul había expirado un segundo antes, pero no pudo volver a jugar a tiempo. Con este 1-0 a favor de Finlandia acabó el primer periodo.

Maxime Comtois empató para Canadá al comienzo del segundo después de que los finlandeses cometieron dos penaltis consecutivos que le dieron a Canadá 12 segundos en cinco contra. Con cuatro minutos para el final del período, Canadá volvió a marcar por medio de Adam Henrique pero el gol fue anulado por fuera de juego.

Canadá casi se adelantó a principios del tercero en una jugada fortuita.  Olkinuora jugó mal un tiro y el disco rebotó en la parte posterior de la red y rodó hacia un lado, Brandon Pirri estuvo a punto de empujar el puck al fondo de la red. Segundos después, Petteri Lindbohm disparó lejano entre varios rivales que superó a Darcy Kuemper por encima del guante a las 5:27, dándole a los finlandeses su segunda ventaja en el encuentro.

Canadá presionó y sacó un nuevo powerplay y aprovechó para realizar una gran combinación entre Connor Brown, Maxime Comtois y Adam Henrique que culminó con el tanto del empate del capitán que cerraría el 2-2 con el que finalizaba el tiempo reglamentario. 

En la prórroga Nick Paul anotó a los 6:26 del tiempo extra de tres contra tres. El gol salió de un faceoff. Petri Kontiola lo ganó y tras un giro hizo un pase a ciegas que fue cortado por Nick Paul.  Paul lanzó un contraataque con Connor Brown en un dos contra uno y pasó a Brown.  Brown controló el disco y se lo devolvió a Paul, quien lo tiró a la red vacía tras haberse movido el portero Jussi Olkinuora para tapar el posible disparo de Brown.

Tras haber rozado el ridiculous en la primera fase, el equipo dirigido por Gerard Gallant, ex entrenador de Vegas Golden Knights y exjugador de Detroit RedWings, capitaneado por Adam Henrique, Anaheim Ducks, con Darcy Kuemper, Arizona Coyotes, en portería, Connor Brown, Ottawa Senators, como máximo anotador del torneo con 16 puntos, y Andrew Mangiapane, Calgary Flames, como MVP, lograron a la 21ª medalla de oro para Canadá y vengaron la derrota de 2019 a manos de Finlandia.  Es el tercer oro de Canadá en los últimos seis años.