(3) New York Islanders 3-2 Tampa Bay Lightning OT (3)

Los dos equipos que saltaron al hielo la noche del miércoles al Nassau Veterans Memorial Coliseum, tenían muy claro lo que se jugaban en este encuentro, los locales sobrevivir para patinar un día más, y los visitantes cerrar la eliminatoria antes de llegar a un peligroso partido a vida o muerte aunque sea en su propio pabellón.

Conscientes de ello el partido comenzó con un festival del golpe y la carga que se cobró una buena pieza y bien temprano, tras buscar el choque con Mayfield y Barzal, Kucherov, con solo 46 segundos de tiempo en el hielo y apenas dos de juego cogía el camino del vestuario para no volver. De momento no hay más noticias sobre su lesión. A partir de esa jugada el partido siguió transcurriendo por el mismo camino y sin que ninguno de los equipos se deshiciera claramente de la presión del otro para poner a prueba a los porteros.

Con el transcurrir del periodo, obviamente bajó la altísima intensidad de choque, pero el juego seguía siendo de alto voltaje. De hecho el primer gol del partido, llegaría gracias a la agresiva acción de Brayden Point, que cortó el despeje desde el trapecio de Adam Pelech para hacerse con la pastilla y pasarla a Cirelli que la devolvió a Point para que hiciera su ya habitual gol, con el que estira a nueve su racha de partidos consecutivos marcando (récord de la franquicia).

El primer asalto cerró con ese gol y el segundo tomó el mismo ritmo que el primero, intensidad por parte de ambos equipos aunque las oportunidades de más peso caían del lado de los Isles, aunque Vasilevskiy resolvía el trabajo que le llegaba. El partido pareció tomar un punto de inflexión cuando pasado el ecuador del periodo y en un momento en el que los locales estaban bien plantados en el hielo de los Bolts, Ondrej Palat se sacó un pase genial desde el fondo de la pista a la zona neutral, para que Anthony Cirelli se plantara ante Varlamov y lo batiera para poner a los actuales campeones con dos tantos de ventaja.

Una ventaja que podría haber sido definitiva, pero llegó el momento en el que los locales, dijeron basta, y demostrando que ellos también salen salir rápidos a la portería contraria, marcaron por mediación de Eberle apenas dos minutos después. Así se llegaba al segundo momento de descanso con los de Barry Trotz todavía agarrados al partido.

Y no solo agarrados, si no decididos a llevárselo empezaron el tercer periodo, Tampa Bay decidió agazaparse e intentar pescar al contraataque, pero no conseguían ocasiones de alcanzar la portería de Varlamov, mientras que Nueva York tampoco traducía en gol sus oportunidades hasta que Scott Mayfield encontró los únicos centímetros de portería que no podía cubrir Vasilevskiy para marcar el empate.

Empate que obligó a Tampa Bay a sacar sus garras de nuevo, pero en el intercambio de golpes entre unos y otros no hubo goles y tras los 60 minutos reglamentarios, llegaba el tiempo extra. Un tiempo extra breve y propiedad exclusiva de New York Islanders, 68 segundos les bastaron para que Beauvillier llevara al éxtasis a la parroquia que llenaba el pabellón de Long Island y regalara a todos los aficionados un séptimo partido, que es el momento supremo de los playoff.

De ese partido en el Amalie Arena, tendremos al nuevo (o no) propietario del Prince of Wales Trophy y finalista por la Stanley Cup 2021.