República Checa quiso pelear por la tercera plaza, pero no pudieron contener la venganza estadounidense, todavía resquemados de la derrota contra Francia.
119-84 fue el resultado de un encuentro disputado durante los primeros dos períodos, yéndose Tatum en el tercero, y rematando la faena Kevin Durant en el último, antes de dejar paso a los suplentes.
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Los protagonistas. Tatum resurge dado de la mano con Durant
Si se criticó en los últimos días a Tatum y a Durant, hoy todo deben ser halagos. El mejor jugador del partido fue la estrella de los Boston Celtics, que firmó un encuentro con 27 puntos anotados, aunque no con los mejores porcentajes.
Por su parte, Durant, que debía erigirse como el líder del Team USA al no compartir plantilla ni con LeBron ni con Curry, hizo los deberes. Ganó la pelea por el rebote, la gran lucha de los jugadores americanos en este campeonato, recogiendo ocho, todos defensivos. Además, anotó 23 puntos, con mejores porcentajes que Tatum. Varios de sus canastas fueron importantes para la moral de sus compañeros, a los que no se les ve sonreír hasta el final de los encuentros.
Además, durante ese encuentro Durant se convirtió en el máximo anotador de la Selección de Estados Unidos, superando a Carmelo Anthony, conocido en este torneo como 'Olympic Melo' por los aficionados de la NBA.
Desde el banquillo, buenas actuaciones de Lavine (13 pts) y Middleton (8 pts), así como de Javale McGee, una de las grandes sorpresas de estos Juegos, que resultó dominante en los cuatro minutos que jugó, con 10 puntos a sus espaldas.
En el lado de la República Checa la anotación queda muy repartida entre los jugadores titulares. Blake Schilb comenzó bien el encuentro, cerrándolo con 17 puntos y muy buenas sensaciones, pese a poder ser inútiles para clasificarse.
Satoransky (12 pts) y Vesely (13 pts) quisieron frenar la maquinaria NBA cuando amenazaba con apisonarlos. Destaca también la presencia de Balvin, con 15 puntos anotados.
A subrayar el esfuerzo por oxigenar los banquillos de ambos entrenadores, Popovich (San Antonio Spurs) y Ronen Ginzburg. Todos los jugadores convocados pisaron en al menos sesenta segundos la cancha. Quien más minutos jugó fue Tomas Satoransky, con 32 minutos a sus espaldas.
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El partido. Los de Popovich fueron de menos a más.
Comenzaron fuertes los checos, sabiendo cuál era su juego. Penetraban a canasta con fortuna, defendían con constancia a los estadounidenses. Tenían ganas de pelear, creían poder hacerse con la victoria, y la fe es uno de los ingredientes principales para vencer a los estadounidenses.
Así se arrancó, con un 2-9 a favor de los del país centroeuropeo, con un juego rápido y decidido, en el que, a priori, debía ser más diferencial el Team USA. Sin embargo, el equipo americano estaba fallando todos los intentos, hasta un triple de Kevin Durant que les metió en partido. La estrella de los Nets buscaba reivindicarse, después de dos partidos muy desparecido.
Seguían entrando los tiros checos, ya con confianza en el tiro exterior, que hizo sufrir a los de Popovich. Bombitas, mates, triples...todo se convertía en puntos para ellos, que buscaban librarse de hacer cuenta con el resto de grupos para poder entrar en uno de los bombos de la siguiente fase de torneo.
Con Lavine y Lillard avanzaron los jugadores NBA, avezados en el triple y curtidos en las remontadas dependientes de él. Sin embargo, perdieron el cuarto con un 18-25, por primera vez ocurría en los Juegos Olímpicos desde Atenas 2004.
Gracias a Tatum, más concentrado según avanzan los minutos, iba recortando distancias el equipo estadounidense. Apareció también Middleton, ya recuperado de los esfuerzos con Milwaukee en las finales. También Draymond Green arrimaba el hombro, siendo el hombre diferencial en la pintura.
Al cuarto minuto del segundo período ya estaban por delante, situación de la que los checos no se pudieron reponer. Vesely quería parar el adelantamiento americano, y Satoransky lo quiso acompañar.
Yendo por detrás, era importante no quedare muy retrasados en el marcador, pendientes de su futuro en la competición olímpica. Se fueron al vestuario con un 47-43, tras empezar a crecer Durant, tanto en ataque como en defensa.
No volvieron mucho más físicos, jugaron tranquilos los miembros del equipo olímpico estadounidense. Sin avasallar al rival, mantuvieron la delantera y buscaban asegurar una diferencia lo suficientemente grande como para poder relajarse en los últimos instantes partidos, para los que aún quedaba mucho.
Holiday entró en cancha para poner el punto de energía que faltaba, sin dar toda la que alberga su ser y ya mostró en las finales de la NBA hace un par de semanas. De ese modo, y con un gran triple de Durant para acabar, pusieron el 82-60, ya más animados y seguros.
Del último cuarto, poco hubo que comentar. Con la confianza y la puntería en el lado americano, solamente pudieron encestar 11 puntos en los primeros cinco minutos del tiempo los checos. Ya habiendo llegado a la centena, Popovich sentó a los titulares y puso a pelear al banquillo, con el partido ganado.
La selección de la República Checa aprovechó el momento para reducir el average y exprimir sus opciones de quedar como mejor tercera de grupo.
119-84 fue el marcador al final del encuentro, dejando a los checos sin muchas oportunidades de poder estar en uno de los bombos del sorteo de mañana. Deberán estar pendientes del futuro de Alemania, Japón y Argentina.