Uno de los temas de la semana ha llegado a su fin bastante más rápido de lo sospechado. Después de confirmarse la marcha de Fleury desde Las Vegas hasta Chicago, saltó con fuerza el rumor de que el arquero canadiense podría plantarse y decidir no jugar para los Blackhawks

La retirada, una alternativa 

Con 36 años, solo un año de contrato restante y la sensación de que Vegas se había convertido en su nueva casa después de más de una década en Pittsburgh podía dar indicios de que Fleury desechase la idea de jugar este año en Chicago

Incluso su agente fue de los primeros en hacer saltar las alarmas de los Hawks cuando por redes sociales dejó caer sus posibles intenciones. Fleury no tardó mucho en responder a los rumores y fue la propia página de los Blackhawks quien confirmó su presencia en la próxima temporada. 

Refuerzo de garantías para volver a los playoffs

Para Vegas este traspaso supuso una liberación en la masa salarial para poder afrontar todos los contratos que tiene en su plantilla. Para Chicago, es una oportunidad de mercado como ninguna otra. Sin desprenderse de ningún activo más allá del joven Hakkarainen, se hacen con el portero ganador del Trofeo Vezina en esta temporada. 

Con un récord de 26-10, con más de un 92% de paradas y menos de dos goles encajados en liga regular, Fleury ha demostrado que sigue entre la élite de la liga pese a su edad. Su espina para siempre será esa serie ante Montreal en la que no dio su mejor nivel, y es una de las posibles causas por las que ahora mismo no tenga su cuarta Stanley Cup

Los Blackhawks han hecho refuerzos y gastado balas para volver a situarse en la posición donde estuvieron a principio de la década pasada, luchando en los playoffs de tú a tú con las mejores franquicias de la NHL. De momento, con los fichajes de jugadores como Seth Jones o Fleury, la ilusión ha vuelto a la franquicia.