Puede que la situación sea menos oscura que en el previo de la temporada recién finalizada, pero el mundo sigue luchando por la verdadera normalidad desde que en el invierno de 2020 el COVID-19 se convirtiera en pandemia, y por lo tanto la próxima temporada no estará exenta de restricciones por esa causa.

Es por eso que la NHLPA, la entidad que representa los intereses de los jugadores de la NHL, está aconsejando vehementemente la vacunación a sus miembros, ya que el causar baja en los partidos a consecuencia de la no vacunación, puede repercutir en el bolsillo de los jugadores, ya que los equipos podrían retener pagos en ese caso.

Y es que las autoridades canadienses han abierto la frontera a ciudadanos estadounidenses y canadienses residentes en su vecino del sur, siempre y cuando demuestren una vacunación realizada al menos 14 días antes de la entrada y un test PCR negativo realizado en las 72 horas previas a la entrada. Esas mismas personas, sin vacunar, deberán realizar una cuarentena de 14 días.

Patronal NHL y sindicato están en contacto constante para llevar a cabo unos protocolos que sean lo más eficientes posible para el desarrollo de la competición y lo menos molestos posible para los jugadores, pero esta temporada da menos margen a la flexibilidad que la temporada anterior, la vuelta a los calendarios interdivisionales y el torneo olímpico dejan la disponibilidad de días extra para aplazamientos en mínimos.

De todos modos todos esos protocolos que se negocien, deberán pasar el refrendo de las autoridades a ambos lados de la frontera, aunque de momento, a dos meses del inicio de la competición no hay nada pergeñado.

El factor económico, clave

Mientras el sindicato y la NHL como organismos en si, no están apostando por la obligatoriedad de la vacunación de los jugadores, pero si hay organizaciones que a nivel interno si están forzando la situación a otros niveles, así los Winnipeg Jets anunciaron el pasado miércoles que todo el personal y trabajadores del club, aficionados adultos y menores entre 12 y 17 años deberán certificar estar vacunados y llevar mascarilla en los partidos de la próxima temporada. 

Pero el elemento que puede inclinar la balanza puede ser definitivamente el económico, la posible merma de ingresos por ser baja en partidos como visitante, podría hacer que gran parte de ese 15 por ciento de jugadores que todavía no han pasado por la inmunización, cambie su punto de vista y acabe recibiendo la vacuna.