La vuelta paulatina a condiciones de normalidad hacen que los equipos planeen a más largo plazo frente a los contratos puente que fueron los protagonistas del verano anterior. Así St. Louis Blues y Philadelphia Flyers han negociado la prolongación de sus contratos a Colton Parayko y Joel Farabee respectivamente.

Contratos negociados con antelación, ya que tanto el defensa como el delantero no finiquitan sus contratos actuales hasta el 30 de junio de 2022, pero ambos equipos no han querido jugar bajo la presión de la agencia libre.

Colton Parayko

Esta vez los Blues no querían ver como el líder de su defensa llega a la agencia libre y se va a otro equipo a buscar el dinero que no consigue en la franquicia, la salida de Alex Pietrangelo es todavía muy reciente. Ocho años a 6,5 millones anuales mantendrán a Parayko vistiendo el jersey de St. Louis Blues.

Como cualquier contrato de larga duración a un jugador que ronda la treintena (actualmente su edad son 28 años), la gran duda no está en el nivel que pueda alcanzar, ya que se le supone en la cima de su carrera, si no del rendimiento que será capaz de mantener en los años finales de su carrera, aunque esa es una apuesta a la que están acostumbrados en los despachos de los gerentes generales y Parayko es un defensa que basa más su efectividad en el alcance de su stick que en la velocidad, una cualidad que no se aprende y que no se pierde con la edad.

Joel Farabee

Farabee (centro), ha encajado en los Flyers | Foto: NHL.com
Farabee (centro), ha encajado en los Flyers | Foto: NHL.com

Caso diferente es el del delantero de los Flyers, frente a la vetaranía de Parayko, Farabee se enfrentaba el próximo verano a la finalización de su contrato de entrada en la liga, y la gerencia del equipo, segura de querer continuar su relación con el jugador, han adelantado un año su negociación. Así el ala izquierda pasará a cobrar cinco millones a partir de la temporada 2022-23 durante seis años.

Tras una temporada de debut en la que le costó acostumbrarse a la exigencia física de la NHL, a la que llegó tras ser seleccionado en el draft después de su primer año universitario, en 2020-21, alcanzó una gran química con Sean Couturier y James Van Riemsdyk alcanzando el estatus de primera línea del equipo. 

Satisfacción por ambas partes, el jugador consolida su carrera en la NHL, y los de Broad Street se aseguran disponer de un jugador que promete ir a mucho más en un futuro inmediato.