Malas noticias para Edmonton Oilers cuándo están disfrutando de un gran momento tras el cambio de entrenador, su delantero Jesse Puljujarvi se lesionaba el pasado jueves en el partido que los enrrachados petroleros remontaron frente a sus rivales divisionales Anaheim Ducks. Puljujarvi marcaba de hecho en el segundo periodo el gol que volteaba de manera definitiva los dos iniciales de Anaheim y poniendo el 3 a 2 en el marcador, pero fue un canto del cisne, ya que solo patinaría un relevo más en el resto de partido, que Edmonton se anotó con un clamoroso 7 a 3.
Una lesión no especificada en la parte inferior del cuerpo y que tras examen médico augura una baja de aproximadamente cuatro semanas en las que el delantero estará ausente de las alineaciones de Edmonton.
Mala noticia para un Puljujarvi al que la llegada del nuevo entrenador, Jay Woodcroft había sentado bien, pues había vuelto a unirse en la primera línea junto a Connor McDavid, marcando dos goles y una asistencia en los cuatro partidos que ha podido disputar bajo la nueva dirección técnica. Aunque hay que remarcar que aún a pesar de la hasta hace poco errática temporada de su equipo Puljujarvi estaba registrando los mejores números de su carrera en la NHL, en concreto, 12 goles que junto a 16 asistencias, suman 28 puntos para su casillero personal.
Refuerzos desde Bakersfield para cubrir la baja
Esta ausencia hará que Woodcroft tire de alguno de los jugadores que hasta hace poco entrenaba en el filial de Bakersfield. Tres nombres suenan para vestir el jersey del equipo principal, Dylan Holloway, Cooper Marody o Seth Griffith.
Holloway tarde o temprano tendrá un lugar en los Oilers, pero quizás subirlo ahora a la NHL supondría quemarlo e interrumpir su desarrollo, y la destrucción de un jugador joven, es un espectáculo ya demasiado visto en la franquicia.
Griffith está haciendo buenos números en Bakersfield tras una temporada de adaptación, pero su puesto de delantero anotador es una plaza que en los Oilers está más que cubierta, pero esta lesión le da oportunidad de hacerse un hueco en estas semanas.
Marody, da un punto más de veteranía con sus 25 años, los últimos cuatro a las órdenes de Woodcroft en Bakersfield, lo que le convierte también en una opción interesante para mantener la integridad de la plantilla.