Hampus Lindholm vestirá el jersey de Boston Bruins desde este momento hasta final de temporada. Hasta ahora la franquicia de Massachussets, aunque envuelta en rumores de adquisición de un defensa, no había tomado decisión alguna al respecto hasta que el límite para realizar transacciones de jugadores se ha echado encima.
Con Lindholm llega a Boston, o para ser más exactos a su organización el también defensa Kodie Curran, cuyo destino será el filial de la AHL de los bostonianos en Providence. Para los de California, el trato supone la llegada del joven Urho Vaakanainen y del veterano John Moore, ambos defensas y sobre todo una elección de primera ronda para 2022 y una de segunda ronda para 2023 y 2024. Además Anaheim retendrá el 50% del salario de Lindholm.
Así los del TD Garden se hacen con un defensa de calidad que permite dar profundidad en las líneas defensivas. Aunque el primer par con MCAvoy y Grzelcyk funciona como un reloj, seguramente Lindholm se convertirá en pareja de baile Charlie McAvoy mientras que Grzelcyk con Brandon Carlo podría contar con otro par de nivel en la línea azul.
Boston no solo en la parte deportiva saca tajada del acuerdo, Anaheim ha tirado de su espacio salarial para usarlo como arma de negociación para atacar las elecciones de draft que son el verdadero botín de la operación para los californianos. Así Boston se quita encima un contrato pesado (2,75 millones anuales) como el de Moore que ya no tenía más salida de la AHL y solo tiene que pagar la mitad del salario de Lindholm, lo que le da alivio en el límite salarial.
Un alivio que evitará la agencia libre del jugador sueco, ya que inmediatamente ha firmado una prolongación de su contrato por ocho años a razón de 6,5 millones anuales.
Anaheim elige camino
Los Ducks eran uno de esos equipos que hasta hace poco navegaban en un limbo en el que no se sabía si serían compradores o vendedores antes del límite del 21 de marzo. Pero las circunstancias han sacado a los de la charca fuera de los puestos que dan acceso a la postemporada y esa decisión que el recién llegado a la gerencia Pat Verbeek no haya tenido mucha indecisión y que en estas semanas de marzo su trabajo principal haya sido buscar el mejor retorno para las piezas con las que podía jugar.
Una ha sido Lindholm, otra Nicolas Deslauriers, que jugará en Minnesota Wild a cambio de una tercera ronda de draft, con lo que los del Estado del hockey se hacen con uno de esos guerrilleros que sacan de quicio a los rivales en los partidos al rojo vivo de la postemporada.