Si la música tuviera un nombre, con permiso de muchos, sería el de Pablo López. Es virtuosismo en estado puro, ya sea con el piano, con voz o con su calidez humana. Es un músico de letras mayúsculas, de continua búsqueda del ser, del perdón por bandera y del amor como rumbo, ese que en ocasiones hay que perder para volver a encontrarse.
Tras un 2020 desastroso para el panorama cultural, entre ellos la música en vivo, el pasado mes de diciembre Pablo López anunciaba una nueva gira, bajo el lema 'Mayday & Stay Tour' de su último trabajo discográfico: Unikornio, once millones de versos después de ti. Un sinfín de días en los que su pasión sobre el escenario se haría realidad siguiendo la normativa vigente frente a la Covid-19.
Tras estrenarse en Mallorca, pasar por A Coruña y por Valencia, este mes de mayo arrancaba con siete noches consecutivas en el Teatro Coliseum de Barcelona, un templo que ha dado cobijo a verdaderos seres talentosos. Desde el lunes 3 hasta el domingo 9 su nombre, en las mayúsculas que tanto le siguen, colgaría en letras luminosas en la misma Gran Vía de la Ciudad Condal.
Un 'KLPSO2' de vértigo
A las ocho de la tarde, adelantándose el show por el toque de queda vigente, empezaban a retumbar los primeros acordes de KLPSO 2 mientras su jaula, una verdadera obra de arte como puesta de escena, se ilumina dejando entre ver un hombre sentado al piano. Un músico que, aunque tenía previsto resguardar voz para cumplir con los siete conciertos, ya avisaba que no sería una noche de trámite sin más. Tras los primeros gritos y vitoreo en el público, 'MámaNo' se coronó como una de las piezas más especiales del concierto, que arrancó los cánticos bajo las mascarillas de todos los seguidores.
'Unikornio' llega a Barcelona de la mano de Pablo López
El de Fuengirola había conseguido colgar el 'sold out' en las puertas de la taquilla en prácticamente todos los conciertos que le esperaban en Barcelona, a la que él se refirió reiteradamente como su casa. La tierra que le vio transformar sus primeras oportunidades musicales y de donde formó gran parte de su equipo, artístico y técnico, que le acompañan en cada locura de su vida. Esta vez, pero, en el escenario se rodeaba de virtuosos de la música como Víctor Elías, Coki Giménez y Matías Eisen que remaron a favor de un espectáculo sin singularidades.
Durante hora y media no faltaron por sonar las diez canciones que llenan Unikornio, con segundos brillantes de Tempo, Viba o La niña de la linterna, que ya se han convertido en himnos de estilo de vida. Si algo destacó para todo el público fue, sin duda, la puesta en escena. Una auténtica remodelación de lo clásico y que, sin perder el foco en el piano de cola, permitió acercar a todos los asistentes al mundo interior de Pablo. Una jaula donde se encierran los miedos y la incertidumbre para dar rienda suelta al amor, la libertad, los sueños y la valentía.
'Unikornio' cierra una noche de MÚSICA
De ser valientes iba todo el concierto, que dejó sin aliento al músico. Interacciones con el público y un 'Yo te espero aquí' a petición del primer Anfiteatro, que puso el toque dulce a la noche al recordar su primer trabajo discográfico (Once historias y un piano). Tampoco faltaron 'Tu enemigo' o 'El mundo' (El mundo y los amantes inocentes), aunque la bandera del sentimiento se alzó con 'El patio' (Camino, Fuego y Libertad), una canción que remueve hasta las entrañas.
Descalzo y abocado a la felicidad, los minutos iban pasando mientras Pablo López hacía más felices a todos los sentados en aquellas butacas del Coliseum. Tras bromas y discursos, entre acordes menores con séptima invertida, 'Mariposa' y 'Unikornio' fueron la traca final del concierto, que puso en pie a más de 1.000 personas que se acercaron a escuchar y sentir, sobre todo sentir, todo lo que el tiempo había callado.
Si se quiere a la música desde todos sus vértices, si se aspira a ser libre y mejor, si ni que sea un segundo se busca lo natural y secreto, Mayday&Stay Tour es lo que uno necesita. Con la obligación de descartar dos piezas para ajustarse al horario, Pablo López hará parada en Murcia, Zaragoza, Madrid, Sevilla, Castellón, Tarragona, Marbella, Granada, Chiclana y Tenerife tras las siete noches consecutivas en Barcelona. Y quien sabe qué más podrá venir después, por el momento, hay que vivir con Tempo y pidiendo el perdón necesario, como hizo con KLPSO.
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