El noveno Campeonato del Mundo de Valentino Rossi, y séptimo en la categoría reina, llegó en 2009 de la mano de la escudería japonesa Yamaha en un Mundial que contó con 17 carreras. 6 victorias, 5 segundos puestos, 2 terceros, y un cuarto y un quinto le otorgaron a Rossi los 306 puntos con los que se proclamó campeón.

El italiano ganó en Jerez, Montmeló, Assen, Sachsensring, Brno y Misano; fue segundo en Losail, Motegi, Laguna Seca, Phillip Island y Cheste; tercero en Mugello y Sepang y cuarto y quinto en Estoril y Donintong Park, respectivamente. Sus únicos peros esa temporada llegaron en Indianápolis, donde no calificó tras caerse y Le Mans. La carrera francesa fue especialmente aciaga para Rossi, ya que por primera vez en su historia terminaba un gran premio sin puntuar. Valentino se fue al suelo y tuvo que cambiar de moto dos veces, lo que provocó una sanción por exceder el límite de velocidad en boxes, algo que, a su vez, le dejó con dos vueltas perdidas.

El campeonato arrancó en Catar el 12 de abril con los primeros entrenamientos libres del viernes. Por aquel entonces Rossi tenía ya 30 años y disputaba el que sería su décimocuarto Mundial. Al término del mismo, el piloto de Urbino sólo estaría a un campeonato de alcanzar al mayor triunfador de la historia en la categoría reina: Giacomo Agostini, que cuenta con 8 Mundiales en sus vitrinas. Además, dicho año se situaría tercero en la clasificación histórica de Campeonatos del mundo entre todas las categorías con sus 9 títulos. Desde entonces y hasta hoy ocupa dicho lugar y sólo es superado por el propio Agostini, con 15 galardones, y Ángel Nieto, con 13. Dicho de otro modo: 2009 fue el año en que Rossi se consagró en el Olimpo del motociclismo mundial, ya que pasó a ocupar al menos uno de los tres cajones del podio de las estadísticas más importantes de este deporte.

Casey Stoner, intolerante a la lactosa

Hasta la carrera de Brno, el Mundial estaba siendo una lucha disputadísima entre Rossi, Lorenzo y Stoner. El australiano había ganado la primera prueba del año en Catar y cuatro carreras más tarde volvió a vencer, esta vez en Mugello. Dicho triunfo tenía un valor doble: era la primera vez que ganaba para Ducati en dicho circuito y, además, cortó una racha de siete temporadas consecutivas de Valentino Rossi venciendo en la pista italiana. Para más inri, después de esa victoria, Stoner y los dos pilotos de Yamaha quedarían empatados a puntos en la clasificación general del Mundial.

En la siguiente carrera, en el GP de Cataluña, el australiano finalizó tercero y comenzaron los problemas: declaró haberse sentido indispuesto y apenas sin fuerzas. Así estuvo las siguientes cuatro carreras. Los problemas iban en aumento en cada una de ellas hasta que en Gran Bretaña finalizó decimocuarto y decidió parar. Anunció su retirada temporal del campeonato para terminar de encontrar el foco de unos problemas que los análisis no habían determinado con plena exactitud. La enfermedad se achacó a una diarrea, a una anemia, al síndrome compartimental y hasta a un pequeño bache mental del piloto. Pero no fue así. Finalmente las pruebas determinaron que Casey Stoner era intolerante a la lactosa cuando el Mundial ya estaba perdido.

Casey Stoner, extenuado en el podio de Montmeló (Foto: crash.net)

Rossi-Lorenzo, comenzaba el mano a mano

Con el abandono temporal de Stoner, la lucha por la corona se reducía a dos pilotos: Valentino Rossi y Jorge Lorenzo, compañeros de equipo. Hasta el GP de Gran Bretaña, última prueba de Stoner antes de su parón, Lorenzo y Rossi estaban empatados a carreras no puntuadas. Una para cada uno (Lorenzo por retirada y Rossi por no puntuar). Pero dos Grandes Premios seguidos sin puntuar del mallorquín (la propia Gran Bretaña y la siguiente en la República Checa) dejaron el campeonato casi sentenciado. Pero el motociclismo no es un deporte previsible, ni mucho menos. Tras dichas carreras de Lorenzo en las que se vio obligado a retirarse, le tocó el turno a Valentino en Indianápolis, donde se fue al suelo y, para más espectáculo, ganó Lorenzo. El español aún podía seguir remando para ganar.

En Misano ganó Rossi, en Estoril, Lorenzo, y en Phillip Island un ya recuperado Stoner se impuso en casa. Quedaban dos carreras para saber quién se alzaría campeón. En estas circunstancias llegó Sepang, Malasia, donde el italiano saldría primero y el español, segundo. Antes de empezar a competir ya se vaticinaba algo infartante: había lluvia y, en consecuencia, todo podía pasar. A Valentino le valía acabar entre los cuatro primeros; Lorenzo tuvo que salir en último lugar por un problema mecánico durante la vuelta de calentamiento, por lo que inició la carrera desde el pit lane. Poco a poco el español se fue yendo arriba adelantando uno a uno a sus rivales, incluído Rossi, que desde ese momento empezó a seguir todos y cada uno de los pasos de Lorenzo. Pero cuando el asfalto empezó a secarse, el italiano adelantó a su compañero de equipo para ponerse cuarto. Así se cayó Dovizioso, que iba tercero, lo que deparó que el noveno Campeonato del Mundo de Il Dottore terminase con un tercer puesto.

“Gallina vieja hace buen caldo”, rezaba el eslogan de la camiseta de la celebración en alusión a que con sus 30 años ha sabido gestionar mejor el Mundial que sus rivales más jóvenes. Además, el italiano sacó un casco con una gallina serigrafiada y un gran huevo con un “9” impreso para terminar por todo lo alto un Gran Premio que le volvía a llevar a lo más alto.

Una guerra no sólo deportiva

Entre ellos el principal, Jorge Lorenzo, con el que empezaba una guerra dialéctica provocada por la rivalidad deportiva de dos compañeros de equipo. La “guerra de pasillos” se inició cuando el italiano decidió poner un muro que separase su zona de la de Lorenzo en el box del equipo.

El mallorquín empezaba a ser la principal amenaza para el de Urbino, con lo que el ego de ambos se vino arriba. Y ya se sabe lo que pasa en estos casos. “Supongo que no deber ser muy cómodo tener a un compañero de equipo de 22 años que también va rápido", señalaba Jorge días antes de que Rossi le diese un ultimátum a Yamaha: “Yamaha tiene que decidir entre Lorenzo y yo para 2011, aunque yo no sé seguro al cien por cien si seguiré con Yamaha. Depende de lo que pase el año que viene”. Y al año siguiente Lorenzo ganó a Rossi. Y al siguiente Rossi se fue a Ducati. Las acusaciones sobre que un piloto se aprovechaba del trabajo del otro eran mutuas.

A pesar de ello, los dos se profesaban respeto y admiración. "Valentino es el mejor piloto de la historia del motociclismo”, declaraba Lorenzo a la vez que el propio Rossi le devolvía los elogios: "Lorenzo es uno de los oponentes más fuertes contra los que he tenido y tendré que luchar. Creo que será el campeón de MotoGP en el futuro, es una roca, psicológicamente, nunca se da por vencido, será difícil de batir. Él y Stoner son el futuro”. 100% de aciertos para Vale, para el 46.

Jorge Lorenzo felicita a Valentino Rossi por su noveno título mundial, el séptimo de la máxima categoría (Foto: Associated Press)

Rossi pierde a su padrastro

En lo personal, la campaña no fue del todo ideal para el italiano, pues sufrió el suicidio de su padrastro. Mauro Tecchi, segundo marido de Stefanía Palma, madre del piloto, se suicidó a los 52 años tras dispararse a bocajarro en el pecho. La tragedia, que tuvo lugar a mediados de octubre, no fue conocida hasta unos días después, cuando se descubrió el cuerpo sin vida de este reconocido ingeniero. Todo mientras Vale se encontraba en Phillip Island para disputar el GP de Australia.

Hasta siempre, Donington Park

Desde 1987 cuando el Mundial de Motociclismo pasaba por Gran Bretaña lo hacía en el mítico trazado de Donington Park. Inaugurado en 1931, siempre ha acogido carreras de motor. Durante la II Guerra Mundial fue un aeródromo militar y posteriormente pasó a estar perdido y casi abandonado hasta que Tom Wheatcroft lo adquirió, remodeló e instaló allí su colección privada de coches de Fórmula 1, una de las más importantes a nivel mundial. Hasta 1987 el Mundial de velocidad en G. Bretaña se disputaba en Silverstone, circuito al que volvió en 2010 tras la última prueba que allí tuvo lugar un año antes y que ganó Andrea Dovizioso. Esto supuso una alegría doble, pues dicha victoria fue la primera de Dovi en MotoGP; y la única del año.

Bridgestone, proveedor oficial

En 2008 Dorna decidió que para la temporada siguiente sólo habría un único suministrador de neumáticos en la categoría reina. De este modo se abrió un concurso para que las marcas interesadas presentasen sus propuestas a la organización. Pero antes de que se cerrase el plazo, la marca francesa Michelin decidió que no presentaría oferta alguna y lo aclaró con un escueto comunicado en el que señalaban que “el espíritu de la competición ha sido siempre capital para Michelin”, en lo que algunos vieron como una flecha envenenada a la idea de un suministrado único. De este modo, fue la japonesa Bridgestone quien se llevó el gato al agua. Presentes en el Mundial desde 2002, en 2009 firmaron un acuerdo como proveedor oficial hasta 2014.

Michelin estuvo presente en la categoría reina del Mundial de Velocidad durante 35 años ininterrumpidos. Entre 1973 y 2008, 26 pilotos ganaron el título con neumáticos franceses en sus máquinas y fueron más de 360 las victorias conseguidas por motos que calzaban Michelin.

Al respecto, el gran Randy Mamola, que acumula más de 150 carreras a sus espaldas durante los 13 años que estuvo en activo, señaló que Michelin había sido víctima de sus propios errores, “porque ellos crearon estos problemas hace años con favoritismos a determinados pilotos”. El debate estaba servido.

La locura de las últimas vueltas del Gran Premio de Cataluña

En la salida, Lorenzo permaneció por delante de Rossi y Stoner. Ya en la tercera vuelta los tres de arriba habían abierto un hueco de más de un segundo y Rossi pasó a Lorenzo. Y tres vueltas después ya habían dejado atrás también a Stoner. A falta de 13 giros para el final Lorenzo consiguió volver a dominar la carrera tras un adelantamiento a Rossi, que prefirió rodar unas vueltas detrás del español para medirle de cara al final de la prueba. A falta de 7 giros las igualdad era máxima con los dos pilotos rodando exactamente en los mismos tiempos por vuelta.

Pero lo mejor estaba aún por llegar. Justo cuando cruzaban la línea de meta que marcaba 3 vueltas para el final, Rossi dio un paso adelante y adelantó a Lorenzo en recta. Derrapada tras derrapada, se iban sucediendo las curvas con Vale delante de Jorge hasta que en el siguiente paso por meta Lorenzo le devolvería el adelantamiento al italiano, que al final de recta apuró más la frenada y encontró un hueco pegado al piano para volver a colocarse primero. Al principio de la última vuelta Lorenzo se puso líder y Rossi intentó repetir su hazaña del giro anterior, pero no pudo hasta dos curvas más tarde. Aunque poco le duró, Lorenzo volvía a ser primero inmediatamente. Así pasaban las curvas y la tensión era tremenda. De este modo lo demostró el box del italiano cuando los ingenieros se pusieron a cantar, saltar y gritar como locos cuando Rossi adelantó a Lorenzo en la última curva y obtuvo el triunfo final. Increíble el espectáculo de los dos pilotos de Yamaha. “Legendario”, decía la televisión italiana… Sin duda, una última vuelta para la historia.

Tras quedarse atrás, Stoner fue viendo como Dovizioso, cuarto en discordia, iba recortándole distancias poco a poco. Pero no pudo realizar el adelantamiento definitivo y el australiano fue tercero. Pedrosa salía octavo y se puso 5 en la primera vuelta. En esa posición rodó gran parte de la carrera. Al final fue sexto al ser adelantado por Capirossi. Por su parte, Sete Gibernau, que corrió la primera mitad de la temporada subido en una Ducati finalizó decimoquinto, mientras que Toni Elías, que salía en una buena quinta posición, se cayó y no pudo terminar la carrera.

Valentino Rossi y Jorge Lorenzo luchan por una victoria épica en el Gran Premio de Cataluña (Foto: dailymotos.com)

Sin duda, 2009 fue un año importante para el motociclismo, pues fue la última temporada, hasta día de hoy, en la que Valentino Rossi, probablemente el mejor piloto de velocidad de todos los tiempos, consiguió el título de campeón mundial. Además, Lorenzo ya empezaba a representar lo que es el espíritu español sobre las dos ruedas: garra, coraje, valentía y decisión; para así poner en más de un apuro al italiano a lo largo de la temporada. Aunque el retorno del cetro mundial del motociclismo de velocidad tuviera que esperar para nuestro país. Pero sólo un año más…

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Sobre el autor
Pablo Cañeque Frutos
De Valdepiélagos, Madrid.