El gran circo del automovilismo desembarcaba en España, más concretamente en Montmeló, un soleado 14 de mayo de 2006. El actual campeón del mundo, el español Fernando Alonso, llegaba a la prueba de casa como líder en la clasificación general de pilotos. Alonso había demostrado su autoridad en la pista a bordo del R26 en las pruebas de Baréin, Malasia y Australia, donde había conseguido dos victorias y un segundo puesto en la carrera malaya.

Sin embargo, en las dos citas previas a Montmeló, el heptacampeón del mundo Michael Schumacher había recuperado las sensaciones de sus mejores años con la Scuderia, cosechando dos victorias en San Marino y Nürburgring, que le habían aupado hasta la segunda posición en el mundial de pilotos para confirmarse como el mayor rival del piloto español de cara a la victoria final en Brasil.

En el año 2006, los equipos de Fórmula Uno disputaban un campeonato con unas normas más estrictas aún que en el año 2005 con respecto al rendimiento. La potencia de los motores había sido reducida, pasándose a usar motores V8 de 2.4 L en vez de los V10 de 3.0 L, aunque se había acordado que algunos equipos montaran el motor V10, pero con las revoluciones limitadas.

En cuanto a las sesiones de entrenamientos, por acuerdo unánime de la FIA, se habían retocado el número de sesiones de entrenamientos por fin de semana. El sábado había solo una sesión, mientras se mantenían las dos del viernes. La ronda de clasificación también había sufrido cambios: a partir de este año, la sesión que determinaba al hombre más rápido a una vuelta se disputaba el sábado por la tarde de 13 a 14 horas, y estaba dividida en tres periodos: en el primero, de quince minutos, los coches rodaban sin limitaciones de gasolina y los seis peores tiempos quedaban eliminados, ocupando los puestos 17 a 22 de la formación de salida.

El segundo periodo se disputaba de las 13:20 a las 13:35 horas con libertad para la carga de gasolina. Los seis coches más lentos al final del mismo ocupaban los puesto 11 a 16 de la formación de salida, mientras que los diez restantes, tras otros cinco minutos de pausa, y ya con la gasolina con la que debían empezar la carrera, disponían de veinte minutos (13:40 a 14:00) para marcar los tiempos que definían los diez primeros puestos de la formación de salida.

La sesión de clasificación había arrojado una nueva pole position de Fernando Alonso, no sin gran sufrimiento para el piloto de Renault, ya que su compañero de equipo Giancarlo Fisichella finalmente había sido segundo al final de la sesión por apenas 61 milésimas de diferencia entre ambos pilotos. Tercero y cuarto habían terminado la ronda clasificatoria los Ferrari de Michael Schumacher y Felipe Massa, con una distancia superior a las tres y cuatro décimas respectivamente que no hacía presagiar una gran disputa por parte de los pilotos de la escudería italiana.

Por último, la sorpresa negativa la había protagonizado el piloto finlandés Kimi Raikkonen, que no había podido superar a los Honda de Barrichello y Button y Toyota de Ralf Schumacher y Jarno Trulli, y había concluido la clasificación en una discreta novena posición.

Ya el domingo, en la celebración del Gran Premio número 50 de España y ante más de 130.000 aficionados, el piloto español Fernando Alonso inscribía por primera vez su nombre en la lista de ganadores del Gran Premio de España de Fórmula Uno. Una victoria gestada desde la misma parrilla de salida, en la que mantuvo su primera posición. Michael Schumacher terminó segundo y Fisichella completó el buen día de Renault con la tercera posición.

En la salida, Alonso conseguía resistir la primera posición conseguida el sábado en una magistral vuelta pese al ataque de Fisichella en la primera curva. Detrás, Schumacher se acomodaba como tercer clasificado, mientras que Massa era cuarto y Raikkonen, que partía desde la novena posición, protagonizaba una espectacular salida que le valía para alcanzar la quinta posición al final de la primera vuelta.

Tras las primeras vueltas de ataque, las posiciones se estabilizaron y Alonso comenzó poco a poco a distanciarse del resto de candidatos a la victoria final. Mientras por detrás, Raikkonen presionaba a Massa, en un intento de escalar más posiciones de las logradas en la arrancada de la prueba.

En la vuelta 16, tanto Schumacher como Massa se mostraban bastante competitivos sobre el asfalto español, pero la diferencia con Alonso era demasiado grande para reducirse sin ningún error por parte del piloto español. Es por ello que en Ferrari deciden pasar a la acción, realizando un movimiento de despiste de parada en boxes, con el único objetivo de lanzar un farol a Renault e intentar adelantar la parada de Fernando Alonso. Mientras sobre el asfalto, Trulli impactaba con su compañero de equipo Ralf Schumacher que le forzaba a abandonar la prueba.

Una vuelta más tarde, Renault decide parar a Fernando Alonso. El español es el primero de los favoritos en hacerlo, pero la diferencia obtenida en las vueltas previas le permite hacer la maniobra con tranquilidad. Sin embargo, mientras Schumacher trataba de retrasar al máximo su primera parada en boxes, Montoya realiza un trompo: su coche se cala, quedándose en el margen de la pista. Por un momento planea la sombra del coche de seguridad que hubiera supuesto un grave prejuicio para Alonso. Finalmente, una bandera amarilla en el lugar de los hechos mantiene las posiciones.

En la vuelta 22 y cinco vueltas más tarde que Alonso, Michael Schumacher cumple su obligación de pasar por boxes a repostar y cambiar neumáticos. Sin embargo, a pesar del gran esfuerzo del piloto alemán por reducir la diferencia con el piloto español, Alonso recupera la primera posición tras la parada del piloto alemán, si bien en su lucha particular, el heptacampeón del mundo superaba a Fisichella, que ahora pasaba a rodar en tercera posición. Las desgracias no iban a ser pocas para el piloto italiano, que en un error de pilotaje en la vuelta 26, perdía el control de su monoplaza, saliéndose fuera del asfalto y permitiendo a Felipe Massa acercarse mucho al alerón trasero del R26.

Tras marcar la vuelta rápida de carrera en la vuelta 40 con un tiempo de 1:16:377, Fernando Alonso era llamado a boxes para realizar su segunda y última parada. A pesar de regresar a la pista en tercera posición, la ventaja que había acumulado antes de la detención, hacía presagiar una victoria al final de la prueba por parte del piloto asturiano. Seis vueltas más tarde, Alonso recuperaba el liderato de la prueba en detrimento de un Schumacher que ya era consciente de que sólo podía ganar si el español tenía algún problema mecánico en su R26. Por detrás, Fisichella había conseguido poner tierra de por medio sobre Massa.

A partir de este momento, con la carrera prácticamente decidida, los protagonistas comienzan a pensar en los siguientes Grandes Premios, y poco a poco se va observando como los motores y las revoluciones de los propulsores van reduciéndose. La ventaja le permite a Alonso saludar al público antes incluso de cruzar la línea de meta. Montmeló vibra con el español, mientras que Schumacher y Fisichella completaban el podium del 50º Gran Premio de España de Fórmula Uno.

Este año parece poco probable que el guión de carrera de aquel año se repita en Montmeló. La escudería alemana Mercedes ha ganado los cuatro Grandes Premios disputados hasta el momento y nada hace pensar que el dominio demostrado hasta el momento por Lewis Hamilton y Nico Rosberg vaya a poner fin en España. La mayoría de las escuderías presentarán novedades en sus monoplazas con el objetivo de intentar repetir aquel maravilloso guión del 14 de mayo de 2006.

FOTOS: formula1, resultados-futbol, wikipedia y f1fanatic.co

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Sobre el autor
Francisco Chuvieco
Periodismo. Redactor en las secciones de Formula Uno y Ferrari. E-mail de contacto: [email protected] https://twitter.com/FranChuvi10