La categoría reina está de vuelta por Suzuka, trazado legendario que ha decidido mundiales, momentos que quedan grabados en la historia y esta temporada vuelve a Japón la alianza que dominó parte de la década de los años 80 pero esta vez en sus horas más bajas, Mclaren-Honda.

Los anglo-japoneses no están teniendo su mejor año, con un nuevo doble abandono en el Gran Premio de Singapur en el que, podían meter a sus dos monoplazas en la zona de puntos pero fueron directos a la calle de boxes por un problema en la caja de cambios en el MP4-30 de Fernando Alonso y de Jenson Button.

Desgraciadamente, uno de los instantes más recientes que quedará en el recuerdo será el accidente que sufrió Jules Bianchi la pasada temporada, que tras estar hospitalizado primero en Japón y después en Niza, finalmente no pudo ganar la batalla a la muerte debido a las consecuencias del fuerte golpe que recibió. El francés siempre fue muy querido y será recordado tanto por todos los integrantes del paddock y los aficionados de la Fórmula Uno.

Suzuka también nos ha dejado momentos emocionantes. Por ejemplo en los años 1989 y 1990, Alain Prost y Ayrton Senna se jugaron el título en ambas ocasiones. En 1989, donde los dos pilotos estaban junto a Ron Dennis en Mclaren-Honda, Senna en un intento de adelantar a su compañero se tocó con Prost, provocando el abandono del francés, pero aún así no evitó el tricampeonato. En el 1990, con el profesor en Ferrari tras abandonar Woking, se repetía la historia pero con los papeles intercambiados, siendo el vencedor en esa ocasión Ayrton Senna.

Gran Premio de Suzuka de 1989 | Fuente: pichirilorepuestos.com.ec
Gran Premio de Suzuka de 1989 | Fuente: pichirilorepuestos.com.ec

Hoy en F1 VAVEL queremos recordar una de las mejores carreras que se ha vivido en el mítico trazado nipón conseguida por Kimi Raikkonen a bordo del MP4-20. Las cinco primeras posiciones fueron algo distintas a la normalidad. Ralf Schumacher había conseguido la pole con el Toyota, con Jenson Button en la segunda posición. El único piloto de los equipos punteros habia sido Giancarlo Fisichella con el R25, mientras que Michael Schumacher era 14º, Fernando Alonso 16º y Kimi Raikkonen 17º.

La salida fue limpia por la parte de delante, mientras que a mitad de tabla tuvieron un pequeño roce Takuma Sato y Rubens Barrichello, siendo el brasileño el peor parado. Por la zona de detrás, Raikkonen se saltaba la última chicane y Alonso y Schumacher trataban de ganar posiciones de forma desesperada para que no se fuera el tren de arriba. Además, en esa misma primera vuelta, salía el coche de seguridad por un accidente de Juan Pablo Montoya en la curva de entrada a meta recibiendo un golpe fuerte en su monoplaza.

En la vuelta siete, el Safety Car se iba por la calle de boxes dejando al piloto de Toyota a los mandos de la carrera, pero poco le duraría ya que Trulli dejaba su monoplaza en sentido contrario trazar la última chicane. Michael, Fernando y Kimi era el orden hasta que a 33 vueltas para el final, se pudo presenciar uno de los mejores adelantamientos en la Fórmula Uno.

El español tras estar bastantes vueltas viendo la parte trasera del Ferrari se fue acercando poco a poco para cogerle el rebufo hasta que en la 130-R consiguió adelantarle por el exterior en una obra magistral con un Raikkonen que estaba situado como un espectador perfecto, pero que tendría su momento con el Kaiser. El finlandés se tuvo que trabajar un poco el adelantamiento para sobrepasarle, dejando al alemán sin respuesta.

Vuelta tras vuelta, ambos pilotos irían recortando tiempos a sus víctimas más próximas, que eran Jenson Button y el ex-piloto de Red Bull Mark Webber, posicionados segundo y tercero respectivamente.

Fisichella tras pasar por boxes, se colocaba detrás de los tres pilotos mencionados anteriormente que vueltas después pasarían a reponer gasolina, dejando el liderato en bandeja al piloto de Renault. A ocho vueltas para el final, Raikkonen salía de repostar segundo a cinco segundos del italiano, mientras que el español aprovechaba para adelantar a Webber y ocupar el tercer escalón del podio.

El finlandés empujaba como si no hubiera mañana para conseguir la victoria hasta que llegó su momento. Ese instante fue en la último giro, tras unas vueltas preparando el hachazo definitivo en la misma zona donde lo había intentado con Schumacher, en una forma magistral para culminar una carrera perfecta.

Y tras unas 53 vueltas emocionantes, terminaba el Gran Premio de Japón del 2005 con un Kimi Raikkonen pletórico cerrando una de las mayores remontadas que se ha podido ver en la Fórmula Uno.

Fuente: zimbio.com
Fuente: zimbio.com
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