El circuito de Interlagos siempre es un lugar especial para todos los pilotos. Se caracteriza por la emoción que sienten al ver a sus compatriotas correr allí y si además les añades la victoria, la locura se desata. Emerson Fittipaldi, Nelson Piquet, Ayrton Senna, Felipe Massa… una amplia estirpe de pilotos brasileños que ha dado el país para la Fórmula Uno con el objetivo de llegar a lo más alto.

Hay que destacar dos zonas en este circuito; la primera es que contiene una larga recta de meta en forma de óvalo, muy similar al circuito de Indianápolis, en el que no se presencia un Gran Premio desde 2007 y la primera enlazada, más conocida como las “eses de Senna” en honor al piloto carioca que falleció en la carrera disputada en Ímola en 1994, que tiene un cierto parecido a su logo personal.

También hay que añadir que el trazado brasileño, hasta la llegada de Abu Dhabi al “circo” de la máxima categoría del automovilismo, fue la anfitriona para decidir quién sería el que fuera a campeón del mundo esa temporada. Fernando Alonso, Kimi Raikkonen, Sebastian Vettel… han podido disfrutar de dicha oportunidad, ese momento que a lo largo de los años se hace inolvidable en la vida de un piloto.

Hoy, en F1 VAVEL, queremos recordar el Gran Premio de Brasil del 2008, aquella carrera alocada en la que el campeonato se decidió en la última curva del Autódromo José Carlos Pace de lado de Lewis Hamilton para conquistar el título. Felipe Massa volvía a lograr una nueva pole delante de sus aficionados con Jarno Trulli y Kimi Raikkonen a sus espaldas; mientras que el británico, su máximo rival, salía cuarto y que le valía incluso finalizar quinto en la carrera para alzarse con el mundial. Un mundial de pilotos que Mclaren no lograba desde 1999 con Mika Hakkinen.

La salida bajo la lluvia fue limpia hasta la segunda enlazada en la que Nico Rosberg y David Coulthard se tocaron provocando no sólo el abandono del escocés, sino que también significaba su retirada de la Fórmula Uno tras 14 años.La consecuencia de dicho incidente hacia que el coche de seguridad hiciese su acto de presencia.

Tras la marcha de Bernd Mayländer, Massa volvía a ser líder de carrera e imponer su ritmo teniendo a su compañero de equipo como escudero para que Hamilton no se acercara a las posiciones altas de la tabla y dejar sin opciones al brasileño en la que se jugaba el todo por el todo en la última cita del mundial. Mientras que el otro piloto de Mclaren no podía escalar puestos y en los intentos a la desesperada, salía escaldado cediendo la posición.

Poco después llegaron las paradas para colocar los neumáticos, en la que los primeros en entrar fueron Sebastian Vettel y Fernando Alonso, para después ganarle la posición a Raikkonen, Trulli y Hamilton.Pasaban las vueltas y Massa, el alemán y el español volaban sobre Interlagos y aprovechaban para abrir hueco con el campeón del mundo del 2007, espacio importante de cara a la parte final de la carrera y posteriormente, al resultado del podio.

Consumidos casi 30 giros y con Vettel habiendo hecho su segunda parada ya, el piloto de Ferrari y el de Renault tenían un duelo que sería por la victoria en el que ambos tenían un ritmo demoledor respecto a sus perseguidores en el que el ingeniero de pista de Alonso le avisaba diciéndole: "tu carrera es con Massa, estás luchando por la victoria", algo que no se esperaban desde un principio en la escudería francesa. Aún así, Felipe seguía imponiendo su ley y alejándose cada vez más de Alonso, consolidando la victoria sin nada que perder ya que el único que podía hacerlo era Hamilton con el mínimo error que hiciera en las 36 vueltas restantes de carrera.

Todo con su guión previsto, el Gran Premio continuaba sin novedades incluso en las paradas ya que los pilotos iban a cubrir la posición por algún posible accidente que incitase la salida del coche de seguridad. Faltaban escasas vueltas para el final y llegaba la mejor amiga para que los aficionados disfruten aún más este deporte, la lluvia. Todos los que estaban arriba hacían la parada lógica para poner los neumáticos intermedios para tener un poco más de agarre en el tramo final en el que Vettel adelantaba a Hamilton aprovechando que Robert Kúbica se estaba desdoblando.

Massa pasaba por la línea de meta como vencedor del Gran Premio del Brasil y provisionalmente campeón del mundo de Fórmula Uno del 2008, terminando únicamente en lo primero mencionado. Mientras en el box de Ferrari celebraban el título, Hamilton aprovechaba para adelantar a Glock en la última curva para lograr la quinta plaza que le servía para lograr la corona, además de hacer que los aficionados, el padre del brasileño y los que estaban cerca suyo se quedaran mudos, pasmados, tristes. Su hijo, el piloto preferido de muchos, perdía el mundial por escasos metros.

En el podio se vio a un Felipe desolado, cabizbajo, con lágrimas tras no conseguir lo que quiere todo piloto cuando llega a la Fórmula Uno, sin ganas de celebrar nada apoyándose en los hombros de Fernando Alonso y Kimi Raikkonen, los otros dos integrantes del podio, saboreando la victoria más amarga de toda su trayectoria además en su propio país. A pesar de ello, él no se arrugó, dedicó el trofeo a todos los suyos en un fin de semana que terminó de la forma más dolorosa posible.

VAVEL Logo
Sobre el autor