Una de las grandes leyendas de la categoría de 500cc es indudablemente el americano Kevin Schwantz que protagonizó una de las épocas más enigmáticas que se recuerdan en la trayectoria de las dos ruedas. Sus míticas luchas con Rainey, Wayne Gardner, Mick Doohan, Eddie Lawson y Randy Mamola hicieron de la época de los 90 un combate de duelos entre circuito y circuito.

Con tan solo cuatro años Schwantz empezó a montar en moto y al poco tiempo comenzó su carrera como piloto de trial, modalidad en la que estuvo metido hasta los 19 cuando abandonó el campeonato de motocross después de una seria caída.

1984, 1985 y 1986: sus comienzos en el mundial

Al final de la temporada de 1984 se le ofreció un contrato de prueba con el equipo Yoshimura Suzuki Superbike, que rápidamente firmó un contrato con el texano. En su primera carrera para Yoshimura ganó las dos partes de la Willow Springs AMA Superbike National de 1985. Terminó séptimo general en el campeonato a pesar de competir solo en la mitad de las carreras. Finalizó segundo detrás de Eddie Lawson en el Daytona 200 de 1986 en el nuevo Suzuki GSX-R750. Luego, en lo que se convertiría en una ocurrencia demasiado común a lo largo de su carrera, se rompió la clavícula en un choque clasificatorio y se perdió varias carreras. Una vez más, terminó séptimo general en el Campeonato.

1987: inicio de una rivalidad de leyenda

El Campeonato Nacional de Superbike 1987 marcó el comienzo de la rivalidad muy competitiva de Schwantz con Wayne Rainey. Los dos lucharon durante toda la temporada, a menudo entraron en contacto en la pista. Rainey finalmente ganó el Campeonato Nacional pero Schwantz cerró la temporada ganando cinco de seis carreras. Tan intensa era su rivalidad que continuaron su batalla durante las Carreras Transatlánticas de 1987 en las que supuestamente eran compañeros de equipo compitiendo contra un equipo de pilotos británicos. 

1988: llegada a la categoría de 500cc

En 1988, Schwantz comenzó la temporada ganando la Daytona 200, su única victoria en ese prestigioso evento. Tras finalizarlo, partió a Europa donde Suzuki lo ascendió al mundial de MotoGP en la categoría de 500cc.

Su llegada al mundial tuvo un gran impacto ya que poco tiempo después de su llegada ganó el Gran Premio de Japón en tan solo su séptima carrera como piloto oficial de MotoGP. El australiano acabó la temporada 1988 subcampeón, pero con tres segundos, tres poles y una victoria en las cuatro últimas carreras

1989 y 1990: una era de película

A finales de la década de 1980 y principios de la de 1990 se la recuerda como una de las eras más competitivas de las carreras de MotoGP con unos pilotos que pasarían a la historia como es el caso de Rainey, Wayne Gardner, Mick Doohan, Eddie Lawson y Randy Mamola. Schwantz siempre estaba en desventaja porque su Suzuki nunca parecía estar a la altura de la Honda y la Yamaha de sus rivales. Su determinación de ganar a toda costa pasó por irse al suelo tantas veces como ganó.

Sus últimos años en el mundial

Schwantz culminó su carrera en 1993 al ganar su único Campeonato Mundial de 500cc. Después de sufrir una temporada nefasta de caídas en 1994, las lesiones en las que incurrió a lo largo de los años comenzaron a pasarle factura, al igual que la carrera que terminó con las lesiones sufridas por su rival Rainey en el Gran Premio de Italia de 1993 que lo dejó paralizado. A principios de la temporada de 1995, después de una conversación con Rainey, Schwantz decidió retirarse del mundial de motociclismo.

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