Llega la cuarta prueba de la temporada de Formula 1, la correspondiente al Gran Premio de Europa, que se disputará por tercera vez consecutiva en la localidad de Baku, en Azerbaiyán.

El circuito urbano de Baku recibe un Mundial que esta gozando de la mayor emoción vista en la era híbrida, con una escudería Mercedes plagada de miedos y dudas, una escudería Ferrari más fuerte que nunca y unos Red Bull que prometen dar guerra y luchar de tú a tú a los dos favoritos absolutos.

Precisamente en 2017 fue el propio Red Bull, a manos de Daniel Ricciardo, quien se llevó la victoria en un Gran Premio plagado de acciones para el recuerdo y que se convirtió, si no en el que más, en uno de los mas emocionantes de la pasada temporada.

Los motores Mercedes partían como favoritos

Al igual que este año, el Baku recibía un mundial con Sebastian Vettel como sólido líder en un principio de temporada con algunas dificultades para los Mercedes. Dadas las características del circuito, con largas rectas a pesar de ser urbano, el motor más potente cuenta con ventaja, lo que ponía a los equipos con motor Mercedes con altas posibilidades de sacar un buen resultado en el octavo Gran Premio del año. La parrilla de salida así lo mostró con los Mercedes claramente desmarcados del resto de competidores.

Los españoles esperaban un Gran Premio plagado de dificultades dados los problemas de potencia que acusaban tanto Toro Rosso como McLaren.

Incidentes y más incidentes, caos absoluto

Ya en la salida se vieron los primeros lances de carrera, Bottas dañaba el morro su coche y pinchaba la rueda delantera izquierda al chocar con su compatriota, Kimi Raikkonen. Sainz también trompeaba al esquivar a su por entonces compañero de equipo Daniil Kyviat.

Sería el abandono del propio Kyviat por problemas de motor el que produjo la salida del primer coche de seguridad de la carrera, que lideraba Hamilton con comodidad y que sufría también la baja de Max Verstappen, que abandonaba por problemas de refrigeración.

El Safety Car se retiraba para volver en la siguiente vuelta, al perder Kimi Raikkonen una pieza de su alerón que era necesario retirar de la pista. La locura se iba a desatar de nuevo. Hamilton frenaba excesivamente detrás del coche de seguridad y Vettel se tocaba con el, dañando su alerón delantero. El alemán reaccionaba de manera sorprendente y se colocaba en paralelo a Hamilton, embistiéndole lateralmente y reprochándole la acción. Esto supuso 2 cosas: Sanción de 5 segundos para Vettel y daños en el coche de Lewis Hamilton, que se vio obligado a entrar en Boxes más adelante a reparar el reposacabezas, que había quedado descolgado.

Se relanzaba la carrera y la locura seguía reinando en Baku. Ahora eran los Force India los que chocaban entre sí en una polémica acción. Bandera roja en pista.

Victoria para Ricciardo, podio para Stroll

Tras reiniciarse la carrera, llegó la hora de Daniel Ricciardo, que adelantaba a tres pilotos en la primera curva tras la relanzada, protagonizando otra de las imágenes que nos dejó Baku 2017 y que no se olvidarán en mucho tiempo.

Vettel cumplió la sanción de cinco segundos y Hamilton tuvo que parar por su problema en el reposacabezas. Esto ponía al australiano primero y segundo a Lance Stroll, que se vio superado por Bottas a escasos metros de la meta. Esto no empañaba el resultado del canadiense que obtenía su primer podio, que a la postre se convirtió en el único podio de un piloto que no fuese de Red Bull, Ferrari o Mercedes.

Los dos pilotos que se jugaban el titulo, Vettel y Hamilton, terminaban cuarto y quinto respectivamente. Hamilton salía perdiendo del incidente con Vettel detrás del coche de seguridad

Una de las guindas del surrealismo vivido en Baku la puso Kimi Raikkonen, que a pesar de abandonar pudo volver a la carrera, estuvo apunto de salir a pista sin volante. La reacción del finés o tiene desperdicio.