El juego de luces

Hablar de la Fórmula 1 es hablar de un gran circo lleno de luces, un espectáculo lleno de grandes personajes que atraen cantidades ingentes de dinero y fans. Se nos vienen a la cabeza grandes eventos en los yates de Montecarlo, grandes pilotos y personalidades como James Hunt o Flavio Briatore en sus continuas fiestas que podían llegar a durar días, pero para que exista la luz ha de existir también la oscuridad, y es precisamente en esta oscuridad de nuestra Fórmula 1, donde nos vamos a introducir con nuestra linterna a intentar otorgar un poco de luz a figuras olvidadas por el gran circo, en este artículo vamos a hablar de un piloto que puede simbolizar las penurias y los fracasos de quienes aspiran a ser grandes figuras en este deporte, Luca Badoer.

 Foto (Ricciardo): LAT Images F1. Foto (James Hunt): Getty Images
 Foto (Ricciardo): LAT Images F1. Foto (James Hunt): Getty Images

 

Quizás para muchos, Luca Badoer (Montebelluna, Italia; 25 de enero de 1971) se les viene a la cabeza como el piloto que sustituyó al accidentado Felipe Massa tras el fuerte accidente sufrido en el GP de Hungría de 2009, y tras el cual se vio obligado a estar el resto de la temporada fuera de la parrilla. Pero Luca no ha de ser recordado exclusivamente por eso, Su carrera deportiva comenzó de buena manera, ganando en el año 1992 la Fórmula 3000 internacional. Tras ello, fue a recalar como piloto oficial en la Scuderia Italia, donde batiría consistentemente a su compañero de equipo Michele Alboreto, pero sin embargo, tras la compra del equipo por parte de Minardi, Luca perdió su asiento en la escudería, convirtiéndose en piloto de pruebas durante dos años para dicha escudería, hasta que volvió a tener la oportunidad de competir en la máxima categoría del automovilismo en 1995 tras la retirada de Alboreto, consiguiendo dos octavos puestos como su mejores posiciones en parrilla ese mismo año.

 

Badoer en su minardi 1995. Foto: Lienhard Racing Fotografie     
Badoer en su minardi 1995. Foto: Lienhard Racing Fotografie     

 

Tras la finalización de esta temporada, Luca prometía como un buen piloto de media parrilla y recaló en la escudería Forti corse, con tan mala suerte que la escudería se vería abocada a su desaparición a mitad de temporada debido a problemas financieros. Tras este nuevo varapalo a su carrera deportiva, Badoer ingresó en la Scuderia Ferrari como piloto probador, donde estaría hasta 1999, año en el que consiguió volver a la F1 de la mano de Minardi. Siendo esta la campaña en la que ocurriría un hecho que marcó profundamente su carrera.

Iniciada ya la temporada 1999 de Fórmula 1, la dupla de pilotos de la escudería Minardi estaba compuesta por Luca y el debutante de origen español, Marc Gené. La temporada de Luca comenzó de la peor manera posible, en la primera carrera un problema mecánico le obligó a abandonar, y en unos test posteriores, sufrió un fuerte accidente que le obligó a estar fuera durante varias semanas, volviendo a disputar un Gran Premio en San Marino tres semanas después. Sin embargo, a partir de ahí su temporada fue bastante mediocre, siendo superado constantemente por su compañero de equipo en carrera. A mitad de temporada, el Káiser Michael Schumacher sufrió un accidente que le obligó a ausentarse varias carreras, sonando Luca Badoer como posible sustituto del entonces bicampeón del mundo en la escudería del cavallino rampante, pero finalmente se decidieron por el finés Mika Salo. Tras este fiasco, Luca no pudo mantener su nivel de competición y se vio aún más superado por su compañero de equipo, que ya había sido renovado por la escudería para la temporada venidera, mientras que él no tenía contrato asegurado para la siguiente campaña, en este panorama se encontraba para la celebración del Gran Premio de Europa de 1999.

Lágrimas sobre el asfalto

El GP de Europa de 1999 se celebró en el mítico circuito alemán de Nürburgring, Luca era consciente de su crítica situación dentro de la escudería, y el tiempo se le echaba encima para demostrar que era el piloto que la escudería necesitaba para la temporada venidera. En la clasificación consiguió batir a  Gené, y la carrera comenzó de manera alocada, de los 22 pilotos que habían empezado la prueba, finalizaron 9. Durante la carrera Luca consiguió ir esquivando los infortunios y con una estrategia a una parada consiguió situarse en cuarta posición, hasta que el foco que le estaba iluminando decidió estallar. A falta de 13 vueltas del final, Luca Badoer tuvo que dejar orillado su monoplaza tras un fallo en la caja de cambio que le hizo imposible continuar con la carrera. Tras detener su vehículo, Luca estalló de rabia e impotencia, tras 45 Grandes Premios en la Fórmula 1 y sin haber conseguido puntuar en ninguna ocasión, Badoer simplemente no pudo más, y tras bajarse del monoplaza se derrumbó en lágrimas sobre el mismo, teniendo que ser consolado por los comisarios de pista que le daban ánimos y le instaban a retirarse del vehículo por seguridad.

 

 Luca llorando desconsoladamente junto a su monoplaza. Foto: WTF1
 Luca llorando desconsoladamente junto a su monoplaza. Foto: WTF1

 

Tras esta tragedia dentro de su carrera deportiva, Luca no pudo renovar su asiento y volvió a las filas de Ferrari como piloto de desarrollo, convirtiéndose en el piloto de desarrollo más veterano que ha tenido la scuderia consiguiendo 7 campeonatos de constructores como piloto de prueba, a pesar de no haber corrido en ningún evento desde 1999 hasta las 2 carreras que correría en sustitución de Felipe Massa en 2009. Y es que a pesar de que quizás nunca tuvo madera de estrella ni de campeón del mundo, Badoer fue un buen piloto que tuvo que luchar por todas las oportunidades y al que la fortuna no quiso sonreír y los focos decidieron dejar de alumbrar en aquel Gran Premio de Europa de 1999.