La pérdida de un gran trabajador del Mundial como ha sido Fausto Gresini ha afectado mucho en el Paddock. Tanto pilotos como equipos de todas las categorías han reconocido su labor durante años en el Motociclismo. En primer lugar como piloto logrando ser Campeón del Mundo en dos ocasiones, y luego, como jefe de equipo. En esta posición, logró que Toni Elias se proclamase Campeón del Mundo en Moto2, Daijiro Kato en 250cc, Matteo Ferrari en MotoE y Jorge Martín en Moto2 en el 2018.

Carlo Merlini, mano derecha del director del equipo, ha estado junto a Gresini en cada uno de estos momentos, tal y como ha contado en una entrevista para GP ONE. 20 años trabajando codo con codo en el Mundial, en el que no han faltado momentos de alegría y sonrisas, y momentos totalmente opuestos. Merlini conserva en su memoria todos y cada uno de los momentos vividos con el italiano, tal y como recoge GP One: “Los aspectos humanos vinieron primero con él, la capacidad de involucrar a las personas, de motivarlas, mucho antes que muchos aspectos relacionados con los negocios. Aquí, esto es lo que fascina a la gente”.

Es en 2001 cuando se conocen, mientras que Carlo Merlini trabajaba en una empresa de Bolonia en marketing y la empresa de Fausto comenzaba a expandirse: “Me pidió que me uniera y acepté”. Desde entonces, la empresa de Gresini ha aumentado en todos los aspectos. Hoy cuenta con 70 trabajadores entre los que se encuentran conductores, mecánicos, empleados y colaboradores. Además de relaciones con Indonesia durante diez años con quienes esperan continuar creciendo. El propio Merlini ha definido esta empresa como “una máquina compleja”.

Con la pérdida de Fausto Gresini, el futuro de la empresa plantea interrogantes que aún no han sido respondidos, pero que Merlini espera que se resuelvan teniendo en cuenta una sola pregunta “¿qué hubiera hecho Fausto?”.

“Obviamente hay un coche aquí que ya ha arrancado para esta temporada. Por supuesto, nos hicimos algunas preguntas, pero fue en la inmediatez con la que habían pasado las cosas,  y luego los chicos ya estaban en España. Nos hicimos una primera pregunta. El deseo compartido por todos de permanecer en España para la prueba, sin embargo, da todas las respuestas”, comenta Merlini con respecto a los test planificados y que pese a la pérdida de Fausto han continuado, tras hablar con los familiares y con el equipo. “Todos los chicos llevan el nombre de Fausto en sus motos, se quitaron el suyo y se pusieron la pegatina que era la misma que cuando Gresini corría. Mismo gráfico, misma posición”, añade.

Es claro el vacío que dejará en esta temporada, no tener la presencia de Fausto Gresini en los boxes de Moto3 y Moto2. Su equipo, comenta Merlini, “lo mira como un faro y como un líder que supo intervenir según las circunstancias”: “Esta ausencia se siente. Pero todos están reaccionando con un fuerte espíritu de responsabilidad, con un impulso adicional para dar lo mejor de sí mismos, para dar el doscientos por ciento. No es fácil. El mundo de las motos parece todo bonito y colorido, pero es complejo, una empresa en todos los aspectos”.

Con respecto a MotoGP, tendrán que reunirse para planificar el futuro junto a los hijos de Fausto: “Tenemos un contrato con Aprilia. Luego, formarán su equipo interno y nosotros tendremos que decidir con qué fabricante llevar adelante nuestro futuro”.

“Las decisiones estratégicas ya se tomaron el año pasado, es cierto. Pero esto no quiere decir que todo sea difícil”. Y es que ni la hospitalización pudo parar en ningún momento su trabajo, llegando a crear una mesa compartida: “Nos reuníamos todas las semanas, lo compartíamos todo para llegar a una decisión conjunta. Es un poco del método Gresini, lo llevamos con nosotros como enseñanza”.

“La semana pasada hicimos la presentación un compromiso que fue posible gracias a la dedicación de todos, un trabajo sin horarios por parte de cada miembro del equipo. Llegar a ese bloque de salida sin Fausto era un objetivo en algunos aspectos, pero es porque todos queríamos volver a verlo en la oficina, queríamos que se sintiera orgulloso de nosotros”, afirma Merlini.