MotoE está siendo el punto de inflexión para que estos nuevos avances puedan llevarse acabo. Estas primeras pruebas se hicieron en la temporada 2019. Del primer piloto del que conocimos esta temperatura fue Matteo Ferrari durante la carrera del GP de Valencia, después en la temporada 2020, se realizaron pruebas similares con diferentes pilotos. El objetivo que tanto Dorna Sport y Michelin persiguen es el de poder fijar esta herramienta de televisión en MotoE para luego poder ofrecerlo en MotoGP.

El mecanismo es bastante sencillo, estaría conformado por tres sensores IR (infrarrojos) instalados en el basculante, cada uno de los cuales apunta hacia un sector del neumático: lado derecho, lado izquierdo y área central. Los datos que queden registrados se mostrarán directamente durante la retransmisión en directo de la carrera y así poseer información clave para la audiencia.

Además Taramasso constataba que "la velocidad con la que varía la temperatura del neumático que se reproduce en la televisión es exacta y acorde con el comportamiento real. También la diferencia de temperatura entre el lado de la goma en apoyo y el opuesto, es extremadamente precisa".

Aparentemente los datos de temperatura de la superficie es uno de los parámetros que Michelin más tiene en cuenta, pues necesitan cerciorarse de que  el funcionamiento del neumático en pista sea el debido. Por otro lado el dato de temperatura más importante es el más interno, entre 8 y 10 mm por debajo de la superficie. Dicha cifra es medida por los técnicos del fabricante cuando tras acabar la carrera o los entrenos, los pilotos vuelven a boxes. Para la medición, los jefes técnicos emplean unas agujas especiales que introducen en el compuesto del neumático.

Pero a lo largo de la historia de la retransmisión no podemos dejar de lado todos aquellos nuevos mecanismos que se han llevado a cabo para hacer que, el espectador, pueda disfrutar al máximo y conocer cada detalle que se esconde detrás de un gran premio. Algunos de ellos han sido la cámara giroscópica que mostraba al piloto y a todos los de su alrededor en un movimiento de 360 grados. Hoy es capaz de dar casi dos vueltas y no perder el eje del horizonte.