Yamaha se postula como el fabricante que más veces ha ganado en la última década en Silverstone, aunque su última victoria se remonta a 2016 de la mano del español Maverick Viñales, un año antes la consiguieron con el italiano Valentino Rossi y la anterior fue de Jorge Lorenzo en 2013.

Este fin de semana Fabio Quartararo buscará afianzar su liderato sobre el circuito inglés. No obstante, el galo no debe guardar un buen recuerdo de su última actuación en este trazado, cuando en 2019 en la primera vuelta perdió el control de su Yamaha y sufrió un brutal ‘high side’ en el que acabó también implicado Andrea Dovizioso. Sin embargo, las características que posee esta pista a menudo han sido un buen césped para Yamaha, por lo que debería ser un punto firme en la temporada más regular y exitosa del francés.

Hablando de Yamaha, habrá algunas caras diferentes en la marca de Iwata en Silverstone. Valentino Rossi (Petronas Yamaha SRT) permanece, firme en la búsqueda de otro final sólido mientras corre en Silverstone por última vez en MotoGP. Pero este fin de semana Cal Crutchlow se une a Quartararo en el garaje de Monster Energy Yamaha, el británico pasará de reemplazar a Franco Morbidelli para ocupar el asiento de Maverick Viñales, suspendido por la marca a causa de una conducción irresponsable en pista durante el pasado GP de Austria. En consecuencia, será Jake Dixon el que ocupe el lugar de Morbidelli. El piloto de Moto2 se enfrenta a la categoría reina por primera vez este fin de semana, y nada menos que en su propio terreno.

Entre los que aprecian los retos especiales que ofrece Silverstone se encuentran Marc Márquez (Repsol Honda Team Honda RC213V), que posee un récord heroico en la sede situada en los Midlands Británicos. Ganó la carrera británica de MotoGP en 2014 y ha terminado dos veces segundo, en ambas ocasiones por una fracción: En 2013 tomó la bandera a cuadros ocho centésimas de segundo por detrás del ganador y en 2019 por solo una centésima de segundo, en una batalla memorable con Álex Rins.

El de Cervera aterriza en Gran Bretaña luchando aún contra las limitaciones físicas que le produjo la lesión en el brazo que lo mantuvo fuera de las carreras durante nueve meses. Pero él mismo reconoció al final del pasado Gran Premio que ha dado un paso adelante, en donde de no ser por la lluvia ya estaba luchando por la victoria con sus rivales.

Su compañero de equipo Pol Espargaró es otro de los pilotos que necesita un revulsivo en su reto de aceptar ser piloto oficial del equipo Repsol Honda, pues su inicio de temporada no ha sido de los mejores y dos octavas posiciones (Catar y Francia), no son el bagaje que ni él mismo se esperaba. La Honda no está al mejor nivel de la parrilla en estos momentos y los pilotos menos veteranos de la marca del ala dorada lo están sufriendo. Con todo ello, Pol sabe lo que es ganar y hacer podio en este circuito, lo hizo en Moto2 en 2012 y dos años antes compartió podio con Márquez en 125cc.

En lo que va de año, Nakagami ha mostrado una gran velocidad, pero los domingos no suele tener suerte. Su mejor resultado hasta la fecha en 2021 es un cuarto puesto en el GP de España, a solo una fracción de segundo del podio. Este fin de semana tendrá como objetivo ir al menos uno mejor. Para su compañero Álex Márquez esta será su primera visita a Silverstone a bordo de una MotoGP. El pequeño de los Márquez ya ha tenido algunos éxitos en la pista en sus días de Moto3 y para este GP tiene como objetivo utilizar los dos fines de semana pasados en Austria como plataforma para continuar su progreso.