La presencia de pilotos italianos en la Categoría Reina no es novedad. En esta temporada 2022, contamos con la presencia de seis pilotos con nacionalidad italiana. Lo destacado de esta situación es la formación de estos pilotos.

Cuatro de ellos son pilotos de la Academia de Valentino Rossi, desde las categorías pequeñas. Tanto Franco Morbidelli (Yamaha), como Pecco Bagnaia, Luca Marini y Marco Bezzechi (Ducati) llegan a MotoGP formando parte de la academia. Algunos de ellos, logrando ser Campeones del Mundo, como Morbidelli o Bagnaia que lograron alzarse con la corona de Campeones del Mundo de Moto2.

La llegada de Enea Bastianini y Fabio di Giannantonio al Mundial ha sorprendido. No es que los pilotos no hayan tenido méritos propios para lograrlo, sino por la noticia de que ninguno de los dos nunca formaron parte de la academia.

Fuente: Twitter Bastianini
Fuente: Twitter Bastianini

Ambos pilotos han estado desde el principio creciendo de la mano de Fausto Gresini. Desde su paso por Moto3 hasta hoy en MotoGP, han formado parte del proyecto de Gresini. En esta temporada, tras su muerte, aceptaron continuar formando parte de su equipo, liderado por su viuda, Nadia Padovani.

Con la retirada de Valentino Rossi la pasada temporada, Italia buscaba coronar a un nuevo ídolo de masas. Los resultados de Bastianini parecen apuntarle directamente. Sin embargo, el piloto de Gresini ha afirmado que este lugar no está ocupado aún a día de hoy, en una entrevista para Motorsport.com: “La retirada de Valentino ha dejado un gran hueco en Italia. Es lógico que mires a ver quién puede ocupar su lugar. Pero lo que ha conseguido es único y no se puede repetir. No quiero decir que quiero ocupar su lugar, pero quiero ser el piloto italiano que está en la referencia”.

El lugar de nacimiento de Enea, Rimini está muy cerca de Tavullia, lugar del que es Valentino Rossi. Por lo que la cercanía geográfica no pudo ser un problema para que el italiano estuviera avalado por Rossi y la Academia. El propio piloto ha explicado el motivo: “Cuando llegué al Mundial (2014), la academia aún estaba en pañales. No sentía que tenía que estar ahí porque ya estaba en el Mundial”.

Tras finalizar en 2013 la Red Bull Rookies Cup en la cuarta posición, entró en el Mundial. De la mano del excampeón del Mundo, Fausto Gresini, entró en Moto3. Logrando buenos resultados, con un equipo top, desde el principio: "Conocía a Fausto ya su equipo. Me sentía cómodo allí y quería entrenar solo".

En estos momentos, también siguió recibiendo ofertas por parte de Rossi, para formar parte de su equipo, sin embargo no la aceptó: "Tal vez fue un poco extraño pensar de esa manera porque había una oferta de Valentino para conducir para él. Pero preferí seguir mi propio camino. Cuando era joven era muy terco. Ahora soy mayor y he cambiado"

Afirma no arrepentirse de continuar su camino de la mano de Gresini: “Creo que tomé la decisión correcta. Pero en realidad fue difícil. VR46 es una fuerza en el Campeonato del Mundo. Poder entrenar por mi cuenta y no contar con los consejos de Valentino ciertamente me lo puso más difícil. Pero no fue un problema para mí. El crédito fue mío y también de las personas que creyeron en mí desde el primer momento, como Fausto lo hizo”.

Su paso por Moto3 fue fructífero. De la mano de Gresini, estuvo trabajando durante tres años. Logró ser tercero en los Campeonatos del Mundo (2015) y Vicecampeón del Mundo (2016). Un año más tarde formaría parte del equipo Estrella Galicia 0,0 sin lograr cumplir con las expectativas. Y algo similar le ocurriría en 2018 en el equipo Leopard.

Tras varios años en la categoría pequeña, subió a Moto2 en 2019. Sería en 2020, con el equipo de Italtrans cuando se proclamó campeón del mundo. Su madurez y el Campeonato le permitieron lograr un contrato con Ducati para la Categoría Reina. “Me di cuenta de mi verdadero potencial y creí más en mí mismo. Entendí que no se llega a ningún lado solo con talento. También necesitas otras cosas. He cambiado la forma en que trabajo en casa y el enfoque en boxes", afirma Bastianini.

Su fama de piloto no muy trabajador en Moto3 ha cambiado, pese a que durante años lo ha conservado: "Siempre he visto el motociclismo como algo divertido. Quería trabajar lo menos posible porque no creía que lo necesitara. Entonces me di cuenta de que eso no era cierto. Afortunadamente he progresado en mi carrera. Hace dos o tres años entendí lo que se necesita para ser un piloto importante y competitivo".

Esa madurez y trabajo se refleja en la lucha por el campeonato. Cree que es posible convertirse en Campeón del Mundo, siendo consciente de que es difícil por el alto nivel existente entre pilotos y equipos. "Mi objetivo es estar siempre entre los 5 primeros. Pero eso no es fácil. En Portimao debería haber estado contento con el sexto o séptimo puesto y no debería haber intentado algo que no pude", asegura el piloto italiano.

Con la llegada del Mundial al viejo continente, espera continuar estos buenos resultados que le permitan seguir luchando por las primeras posiciones. Pese a que sus rivales estén fuertes, Bastianini asegura que seguirá trabajando en su línea, como lo ha hecho durante estos años.