El paradigma del estilo directo en el mundo del tenis es Jo-Wilfried Tsonga. El tenista francés llegó a ser el número cinco del mundo en el año 2012 gracias a su gran servicio, su potente derecha y su juego en la red, armas que le convirtieron en uno de los mejores del circuito. Sin embargo, el punto débil del galo siempre ha sido el factor mental, pues su desconexión en muchos partidos ha provocado derrotas inesperadas ante rivales teóricamente inferiores.

Al otro lado de la red, Tsonga tenía en la segunda ronda de Roland Garros precisamente a un jugador que se destaca por lo contrario, una solidez mental que puede cubrir algunas carencias en lo que a golpes se refiere. Además, Pablo Andújar llegaba al torneo francés en uno de los mejores momentos de su carrera profesional, lo que sumado a la confianza ganada en la tierra batida de París le convertían en un rival temible por su rival.

Y en ese juego mental tan importante dentro del tenis el español comenzó ganando la partida, pues los primeros puntos largos del partido caían de su lado por acierto suyo o por error de Tsonga, que siempre intenta huir de los peloteos. Andújar se sentía muy cómodo sobre la pista del Philippe-Chatrier, y el público francés comenzó a darse cuenta de que derrotar al conquense iba a ser más complicado de lo esperado.

Sin embargo, el francés se mantenía en el partido gracias a su jugada favorita: derecha ajustada y posterior subida a la red para terminar el punto. Los dos tenistas utilizaban sus mejores armas y la igualdad fue latente en este primer parcial, por lo que el set se decidió en el 'tie-break'. El tenista de Le Mans, que venía creciendo en el partido, estuvo más acertado en el juego definitivo y acabó llevándose el desempate por 7-3.

La fortaleza mental de Pablo Andújar, su principal virtud sobre la pista, quedó reflejada al inicio del segundo set, y el español no acusó la pérdida del primer parcial y volvió a buscar su juego, buscando bolas profundas principalmente al revés de Jo-Wilfried Tsonga, probablemente el golpe menos bueno del jugador galo. La supervivencia del francés en el set seguía sustentada por sus golpes ganadores, pero todo cambió mediado el segundo parcial. Con 3-3 en el marcador, el jugador local comenzó a encontrarse muy cómodo sobre la pista central del torneo parisino y conectó derechas ganadoras ante las que nada podía hacer Pablo Andújar. El conquense aguantaba estoicamente las acometidas de Tsonga, que finalmente conseguiría el ‘break’ que le permitió hacerse con el segundo set.

Este triunfo parcial sí hizo daño al español, que siguió apelando al factor mental para mantenerse en el partido e intentar llevarlo al cuarto set. Pero el jugador de Le Mans estaba desatado y comenzó a aumentar de manera notable la estadística de ganadores con derechas incontestables, lo que sumado a sus mejores saques provocó de nuevo que rompiera el saque del jugador de Cuenca. Este ‘break’ provocó la ruptura definitiva del encuentro, pues Tsonga sumó dos juegos consecutivos para finiquitar el partido con 6-3 en el tercer parcial.

Pablo Andújar se despide con la cabeza bien alta del segundo ‘Grand Slam’ de la temporada, donde ha llegado hasta la tercera ronda realizando un juego notable. Por su parte, Jo-Wilfried Tsonga mantiene vivo el sueño de reinar en París y alcanza los octavos de final, donde se enfrentará a al checo Tomas Berdych, cabeza de serie número cuatro y ante el que se enfrentó recientemente en el Mutua Madrid Open.