Con un retraso de media hora se inició la final femenina de este Mutua Madrid Open 2019 tras la espectacular batalla que brindaron Novak Djokovic y Dominic Thiem en la primera semifinal masculina con triunfo póstumo del tenista nacido en Belgrado y acceso a la final tres años después en la capital de España.
Simona Halep y Kiki Bertens saltaron a la pista central Manolo Santana de la Caja Mágica con el objetivo de levantar el particular trofeo Ion Tyriac en aproximadamente dos horas. Una batalla puramente terrícola, que auguraba puntos largos y emocionantes desde el fondo de la pista y que pondría un colofón fantástico a una semana "mágica" de tenis sobre la Caja Mágica, valga la redundancia.
Bertens se rehace de un mal inicio y desespera a Halep
Tras unos primeros compases de contundencia, seguridad y confianza en el servicio, el choque entró en una espiral regular de errores, desconfianza y continuo intercambio de golpes con breaks de por medio, algo que es muy común y frecuente en el circuito femenino, del que se antojaba francamente complicado dilucidar quien podría salir indemne de ese combate.
Primero fue la tenista rumana quien pegó el primer zarpazo, beneficiándose mucho, eso sí, de los errores de una Bertens que salió bastante atenazada. Pese a ello, mantenerse a la estela de rumana fue suficiente para que la holandesa le diese la vuelta a la tortilla. Halep vio al otro lado de la pista un frontón imposible de poder perforar y la desesperación comenzó a hacer mella en la de Constanta, todo ello combinado de muy buenos puntos y de gran calidad. Bertens aumentó el nivel y obtuvo como resultado el premio merecido del primer set por el marcador de 6-4.
La tónica a inicios del segundo set no cambió. Bertens se sacudió y se quitó de encima esos nervios iniciales del primer set y se soltó y comenzó a ser muy peligrosa. En el otro lado de la pista, todo lo contrario. Mucha desconfianza, mucha tensión, muchos nervios y sobre todo, mucha rapidez, algo muy típico en Simona cuando las cosas no le van como ella quisiera.
Sin embargo, Halep pareció despertar y volvieron a dilucidarse bellos momentos de tenis, pero daba la sensación de que la tenista nacida en Wateringen estaba un pequeño peldaño por encima, lo cual dejaba a la jugadora rumana menos margen de reacción según iban pasando los minutos y los juegos.
La nacida en Constanta, lejos de querer dar su brazo a torcer y querer dejar escapar la opción de levantar el título, a base de carácter, tesón y garra se mantuvo por detrás esperando una oportunidad, que al fin llegó, pero que menos que canta un gallo, se esfumó como por arte de magia tras un servicio majestuoso de la holandesa.
No era el día de Simona, la suerte tampoco parecía estar de su lado, y es que lo que iban a ser dos pelotas de break, se convirtió en un 30-30 puesto que un remate horrendo de la holandesa, impactó, involuntariamente por supuesto, en el cuerpo de Simona Halep cuando la pelota casi se marchaba de las instalaciones de la Caja Mágica.
La rumana se guardó la última bala en el bolsillo y, tras solventar su turno de servicio, obligó a Bertens a sacar para ser campeona en Madrid y ganar así el título de mayor envergadura en su palmarés tras el logrado en Cincinnati el año anterior, en otra gran final, precisamente ante su rival de hoy en la misma de la capital de España.
La tensión se palpaba, se podía cortar con sólo soplar. Bertens estaba a un sólo juego de ganar su primer Premier Mandatory. No sin dosis de drama, el último juego del choque pudo caer de un lado o del otro, pero finalmente, y como dice el dicho "a la tercera va la vencida", a su tercera opción de partido, Kiki Bertens se proclamaba campeona de Madrid tras vencer a Simona Halep en dos sets por el marcador de 6-4 y 6-4 en un partido que duró una hora y 27 minutos.
Semana maravillosa de la holandesa que redondea de la mejor manera posible diez días que jamás podrá olvidar. Primera tenista en la historia que se consagra campeona del Mutua Madrid Open sin ceder ni un sólo set durante todo el torneo. Noveno título para la jugadora holandesa. Madrid ya es historia. Próxima estación, Roma.