Tras un año plagado de lesiones que han dejado a Maria Sharapova gran parte del año en el dique seco, provocando que tan solo haya disputado cuatro torneos (teniendo que retirarse en dos de ellos), esta ha decidido poner punto y final a su relación profesional con Thomas Hogstedt. El sueco comenzó a entrenar a Sharapova en 2010. Su relación se alargó hasta que la rusa cayera en Wimbledon en 2013. En sus tres años juntos, la dupla formada por Sharapova y Hogstedt logró ganar nueve títulos, ninguno de ellos siendo Grand Slam o Premier Mandatory. Tras cinco años, decidieron reencontrarse de nuevo, pero las lesiones comenzaron a cebarse con la rusa, impidiendo que está unión lograse ser fructífera. Las constantes lesiones de Sharapova le han impedido tener continuidad a lo largo del último año. Esto podría haber lanzado a Hogstedt a buscar nuevos retos, el cual, según indica el diario sueco 'Goodtogreat', estaría trabajando ya con Rebecca Peterson.

Tras la derrota y retirada ante Parmentier en Wimbledon, la rusa decidió pasar una temporada en España, más concretamente en Sevilla, para finalizar su recuperación. Una vez finalizadas, Masha ya ha vuelto a la rutina, de cara a prepararse en US Open, último gran torneo del año, en el cual buscará hacer un buen papel con tal de resarcirse de su participación de 2018, en la cual acabó lesionada. Además, tras haber disputado únicamente cuatro torneos en lo que va de año, la rusa ha caído al puesto 81 del ranking. Pese a seguir achacada de continuas lesiones, Sharapova buscará revertir esta situación y darle un giro a su carrera.

Tras caer en Wimbledon, se ha visto en diversas ocasiones a Sharapova entrenando junto a Ricardo Piatti en su academia, la Piatti Tennis Center. El buen rollo entre ambos se deja ver en las imágenes que han trascendido a las redes sociales.

Se verá si esta unión temporal da dividendos en los torneos venideros. Lo cierto es que la rusa necesitaba un cambio de sentido revolucionario.