Sofia Kenin y Garbiñe Muguruza protagonizaron el último partido del cuadro femenino del Australian Open. Una final que, quizás, nadie tenía en mente al empezar el torneo pero que tuvo todo lo que un encuentro de este calibre requería: buen nivel de tenis y mucha emoción.

Garbiñe comenzó mejor y tiró un poco de la experiencia para manejar los intercambios de los primeros juegos. Es por ello que rápidamente se colocó 4-2 en el marcador. La española incluso tuvo tres nuevas oportunidades de romperle el servicio a la americana; sin embargo, con mucha tranquilidad Kenin pudo salir de ese mal momento. De hecho, Kenin capitalizó un mal juego de la española y puso la paridad en el marcador (4-4). Muguruza volvió a tener la iniciativa del inicio, se generó oportunidades de quiebre y cerró el parcial con un 6-4 a su favor.

El segundo set vio a una Kenin mucho más aplomada y decidida al momento de construir los puntos. La americana sabía que esa era la única manera de incomodar a Muguruza y, por ende, mantenerse con vida en la final. La española se mostró un poco desorientada y en líneas generales no supo recuperar el nivel mostrado en el primer parcial. Así, Kenin pudo hacerse del servicio de Garbiñe en dos oportunidades y se apuntó el segundo set por 6-2.

Con la paridad en el marcador, el partido estaba para cualquiera. La clave de este set se encuentra quizás en ese quinto juego. Allí, Garbiñe tuvo tres oportunidades de quiebre. La americana sacó a relucir su mejor tenis y de la mano de tres winners los salvó todos. El juego lo cerró con un ace y con un passing de derecha. El rumbo del partido comenzó a cambiar a partir de ese momento. Kenin volvió a tomar la iniciativa y comenzó a dominar nuevamente el partido. De esta manera, se llevó el tercer y definitivo parcial por 6-2.

Fue un partido sensacional de Kenin a partir de ese primer set perdió. Tuvo 28 winners y 23 errores no forzados. Además, convirtió cinco de seis oportunidades de quiebre. Muguruza, si bien tuvo cuatro winners más, terminó el partido con 45 errores no forzados (17 de ellos en el último set).

Kenin llegará con este título al ranking más alto de su carrera - puesto siete a partir del lunes. Asimismo, se convertirá en la estadounidense más joven dentro de las diez mejores del mundo desde Serena Williams en el año 1999.