Una verdadera “bomba” explotó en París. Naomi Osaka, número dos del mundo, se retiró de Roland Garros tras ser advertida con expulsión por negarse a comparecer en las conferencias de prensa de carácter obligatorio, por lo que fue multada luego de su primer partido con 15 mil euros.
La japonesa, cuatro veces campeona de Grand Slam, emitió un comunicado para confirmar que abandona el torneo después que fue "advertida" ante el incumplimiento.
Osaka desató una tormenta en vísperas del inicio del segundo Grand Slam del año, cuando avisó que no asistiría a ninguna rueda de prensa “por motivos de salud mental”.
Luego de ganar el domingo a la rumana Patricia Maria Tig 6-4 7-6 (4), Osaka debía enfrentarse el martes 1 de junio a la también jugadora rumana Ana Bogdan (102), en segunda ronda.
La estrella del tenis anunció también que ha sufrido depresión desde 2018.
"La verdad es que he sufrido largos episodios de depresión desde el US Open en 2018 y me cuesta mucho lidiar con eso", se sinceró la tenista, en el comunicado publicado en su red social Twitter.
"Creo que ahora, lo mejor para el torneo, los demás jugadores y mi bienestar es que me retire para que todos puedan volver a concentrarse en el tenis que se desarrolla en París", expresó la nipona, de 23 años, ganadora de cuatro Grand Slams.
La junta directiva de los cuatro torneos de Grand Slam informó que la afectada había sido multada por negarse a "cumplir con sus obligaciones contractuales con los medios de comunicación" y se enfrentaba a la suspensión, o expulsión del evento si continuaba en su postura.
"Voy a tomarme un tiempo fuera de la cancha ahora", indicó también Osaka, al tiempo de explicar que volverá a jugar en el futuro, "cuando sea el momento adecuado".
El año pasado, Osaka ganó el Abierto de los Estados Unidos y Australia por segunda vez, mientras usaba su plataforma para luchar en favor del movimiento Black Lives Matter, contra la brutalidad policial en Estados Unidos contra las "personas de color".
