Bianca Andreescu comenzó con victoria en tres sets sobre la británica Harriet Dart (6-1 3-6 6-3) en el WTA 1000 de Montreal, pero a continuación no pudo con la tunecina Ons Jabeur. Al caer 7-6 (5) 4-6 1-6 en los octavos de final, se desmoronaron las esperanzas de la canadiense de defender el título, quien no ocultó su frustración.

“Estoy muy decepcionada de cómo jugué. Traté de hacer lo mejor posible con lo que tenía. Desearía que mi servicio fuera un poco mejor”, dijo Andreescu tras la derrota.

Después de ganar el primer set y regresar a la cancha luego de un largo retraso por lluvia, Andreescu se golpeó el dedo del pie mientras seguía una pelota. Aunque eligió continuar, la lesión pareció afectar el movimiento, de quien también fue campeona del US Open 2019.

Pero no está demasiado preocupada por eso, incluso agradece que no haya sido otra situación grave, aunque pudo abandonar el partido a raíz del imponderable.

“Estoy harta y cansada de retirarme. Seguro que podía, pero no quería. Me dolió en muchos tiros, traté de no demostrarlo. Ella (Jabeur) también se aprovechó de eso, estaba jugando con medias luces el tercer set y no me dio chances”, agregó la tenista de 21 años, quien sin embargo, aseguró que por fortuna no se dobló el tobillo.

Temporada difícil

Ha sido un año difícil para el canadiense, que no ha logrado más de dos victorias consecutivas desde que llegó a la final del Miami Open este año. Ha sido una lesión tras otra, desde que ganó su primer Grand Slam, en el US Open 2019.

La clasificación de Andreescu se ha protegido debido a la decisión de la WTA en medio de la pandemia del covid-19, por lo que solo ha experimentado una ligera caída. Sin embargo, su mejor ranking peligra desde que ganó hace dos años en Montreal y el Abierto de Estados Unidos, ya que debe defender esos puntos.