Como jugador fue campeón de América y del mundo con Nacional. También tuvo su paso por España, siendo capitán del Deportivo de La Coruña. Como entrenador, fue campeón dos veces con Nacional, para luego dirigir a la Real Sociedad, equipo que agarró en segunda división y ascendió campeón, manteniéndolo en primera. Su última experiencia fue al mando de la Universidad Católica de Chile, donde alcanzó la final de la Copa Chile y se mantuvo siempre en la pelea por el campeonato.

En su haber están los debuts en primera de joyas del fútbol actual, como Luis Suárez, Antoine Griezmann o Asier Illarramendi, de los que habla con un grato recuerdo.

VAVEL estuvo con Martín Lasarte, que nos recibió amablemente en la tranquilidad de su hogar.

Pregunta: Desde su marcha de la Universidad Católica está sin dirigir. ¿A qué se dedica Martín Lasarte en la actualidad?

Respuesta: A hacer cosas de entrenador que no están ligadas a la faz pública. Es decir, todos los trabajos que hiciste los repasas. Busco trabajos nuevos, miro muchos partidos y preparo cosas distintas, cosas que no se te ocurrieron nunca y otras que ni siquiera las hiciste. Hoy por hoy tenemos la posibilidad de tener muchos elementos electrónicos, armar una jugada y que se pueda mover. Se puede ver como se quiere hacerlo porque hay programas que te lo permiten, y eso antes era muy difícil. Se preparan trabajos, acciones, para que cuando en el futuro se tenga, si es que existe, una nueva posibilidad, tener más elementos para trabajar con los jugadores.

P: ¿Tiene ganas de volver a dirigir?

R: Sí, aunque es muy relativo. Hay días en los que te gana la comodidad, la tranquilidad, porque el fútbol tiene un condimento de muchísimo estrés y mucha presión. Esa adrenalina en momentos está buena y te hace sentir vivo, pero hay momentos en los que uno piensa: "¿Por qué no estaré en mi casa tranquilo, merendando y mirando una película?”, igual a mí me gusta. Hace ya muchos años que estoy en ésto, primero como jugador, después de entrenador. Estoy tranquilo, no me muero, pero tampoco quiero llegar a no entrenar más. Si aparece alguna situación puntual la voy a pensar.

P: En la actualidad, ¿su idea es volver a dirigir en Sudamérica o preferiría volver al fútbol europeo?

R: El fútbol europeo tiene siempre un sabor especial. Yo jugué y dirigí en la liga española. En la época que yo jugué creo que era la mejor liga del mundo a la par con la italiana, y cuando dirigí también, junto con la inglesa, la italiana y la alemana. Realmente me gustaría, puntualmente en España, porque me siento muy cómodo. Mi hija es española, mi papá era vasco, tengo muchos primos, he vivido mucho tiempo allá y me gusta mucho, y eso es algo que a la hora de trabajar se nota, pero no me quita el sueño volver. Si hubiera una oferta en Sudamérica que me pareciera atractiva, fantástico.

P: Pelusso fue destituido y usted es el principal candidato. ¿Le gustaría asumir en Nacional?

"Si apareciera la oportunidad me gustaría, pero con algunas particularidades"

R: Yo me fui de Nacional por decisión propia. Siempre hubieron muchas versiones de ésto y no entiendo por qué, de hecho intentan hacerme un favor, como ponerme en mártir y no fue así. Yo terminé mi contrato, asumió un nuevo presidente -que en ese momento era Alarcón, con el cual tenía muy buena relación- y me pidió un tiempo, un plazo, pero yo no tenía deseos de esperar, entonces me fui a España de vacaciones, me pareció que era tiempo de dar un paso al costado. Si bien el recorrido fue muy bueno, no fue así el final, y me pareció que para estar cuestionado por un clásico de verano, no valía la pena. Si apareciera la oportunidad me gustaría, pero con algunas particularidades, es decir, si yo pudiera poner algunas estructuras que se pudieran realizar.

P: Su paso por Europa fue bueno. Llegó a la Real Sociedad, haciéndose cargo del club en segunda división. Ascendió campeón y logró mantenerlo en primera. ¿Cómo fue la experiencia?

R: Espectacular, muy linda. Fue raro porque mi papá vivía en un pueblo a 7 kilómetros de ahí. Para mí era una situación muy fuerte emocionalmente. En general fue lindo pero había un ambiente negativo. Yo siempre dije que no lo entendía, que estaba como descontaminado porque venía de afuera. Quería ganar y estaba convencido que podíamos hacerlo. Al principio había muchas dudas sobre el tema, para la gente los jugadores eran todos malos, los juveniles eran desastrosos... pero un año después llegamos a ser campeones de segunda, y nos dio, con el mismo equipo y casi los mismos jugadores, para mantenernos en primera división, que era difícil en aquel momento porque nos daba muy justo con nuestro plantel, pero en fin, después de eso la Real Sociedad fue creciendo.

P: Finalizada la liga el club decidió cesarle. ¿Por qué cree que se dio ésto?

R: Se planteó la idea de querer cambiar, se quería buscar un nuevo estilo distinto al mío, porque en esos dos años yo les daba una forma de trabajo que les parecía buena, pero que ellos querían modificar para buscar otro estilo de juego. Me pareció correcto, más allá de que me pueda haber molestado, pero lo entendí. Ellos me pagaron la cláusula que había de recisión y me fui. No te voy a decir que quedó una relación fantástica, pero me mantengo en contacto con el gerente y con jugadores, hay una una buena relación.

P: En 2012 tomó el mando de la Universidad Católica de Chile. ¿Cómo fue el cambio? ¿Qué destaca del campeonato chileno?

R: El cambio fue grande. Me encontré con un club muy organizado, muy ordenado y con un lindo lugar de trabajo, pero con un estigma fuerte en lo que refiere a ser un equipo frio, un poco desapasionados. También me encontré con un campeonato culturalmente distinto al uruguayo, se juega muy bien, siempre se intenta salir jugando y se pelea mucho por la posesión de la pelota. Tienen delanteros rápidos, pero quizás compitan menos que nosotros. A la hora de competir, de luchar, de trabajar, tácticamente nosotros somos medios duros y ellos más ordenados en ese aspecto. La verdad que fue muy lindo, creo que me aportó muchas cosas y yo aporté a ellos. Fue una pena no haber conseguido ser campeón, habiendo quedado en primer lugar dos veces, una cosa rarísima, pero así nos pasó.

P: Como bien dijo, logró estar siempre en la pelea, y el campeonato se les escapó por muy poco. ¿Qué cree que le faltó al equipo para ser campeón?

R: Tal vez por tanta carga de partidos, porque fuimos el único equipo que peleó todo. Llegamos a la final de la Copa Chile, una semifinal de Copa Sudamericana, al otro año otra... Eso creo que fue lo que no nos permitió enfocarnos en el campeonato. Quizás con algún jugador uruguayo o argentino de mayor jerarquía, en lo que refiere a tomar decisiones y al orden del equipo, nos hubiera sobrado.

P: En los últimos días se habló de un serio interés de la Universidad de Chile por contratarle. ¿Hubo alguna oferta formal? En caso de haberla, ¿la consideraría?

"Si hubiera un interés formal lo consideraría"

R: No ha habido ninguna oferta formal. Sí ha habido charlas con conocidos que me preguntaron si iría, y yo les comente que no tendría problema. Yo creo que mi “dificultad” o mi “censura” si se quiere, sería dirigir a Peñarol, porque yo jugué y dirigí en Nacional, eso lo veo imposible, de hecho en algún momento alguien me preguntó y le dijo que no. En el caso de Chile no tendría problema, de todas formas me sorprende, porque en ese año y medio que estuve me ha quedado la sensación de unión de mi persona con el club (Universidad Católica), que está muy bueno. Por otra parte, si hubiera un interés formal lo consideraría porque es un equipo muy importante.

P: Uno de sus logros como entrenador fueron los campeonatos que ganó con Nacional en 2005 y 2006, donde un juvenil llamado Luis Suárez daba sus primeros pasos para llegar a lo que es hoy. Usted fue quien le dio la confianza y lo inició en primera. ¿Qué vio en él para llevarlo al primer equipo?

R: Primero que nada, el consejo de un amigo del fútbol, Ricardo Perdomo, que era entrenador de las juveniles. Me dijo que había un chico en inferiores de muchas cualidades, y yo lo subí. Estaban Cauteruccio y Fornaroli, sin embargo me dijo que subiera a Luis, y no se equivocó. Le vi un caudal individual tremendo, una potencia física poco usual para la edad de un chico joven, y después una personalidad y un hambre de ganar que pocas veces había visto.

Un día en una práctica, en la que me quedé charlando con algunos jugadores, el flaco Abreu me dijo: “Martín, el día que pongas a este pibe, los demás estamos liquidados”.

P: ¿Como fue el debut de Luís? ¿Qué le dijo antes de entrar a la cancha?

R: Luis debutó en la Copa Libertadores, de puntero derecho, contra Junior de Barranquilla, en un partido que teníamos que ganar y esperar otros resultados. Me acuerdo que entró muy bien. No había mucho para decirle, no recuerdo exactas las palabras, pero le dije que era un partido que teníamos que ganar, que tratara de invadir por su zona y cargar de tarjetas al lateral colombiano de aquel momento, pero entró muy bien, con mucha fé. Eso me dejó una sensación buenísima, que después no nos hizo dudar a la hora de ponerlo como titular.

P: Ahora es el mejor jugador de la Premier League y uno de los mejores del mundo. ¿Qué creés que lo llevó a estar donde está?

R: Las cualidades físicas, que es muy importante, en eso mejoró mucho. Por tildarlo de alguna manera, él parecía un "gordito con músculos", y ahora es un atleta. También tiene mucha calidad, mucho talento, pero creo que lo más importante es su personalidad. Tiene hambre de ganar, de ser el mejor, algo que a veces le ha jugado una mala pasada, pero en líneas generales es eso.

P: También fue usted quien hizo debutar como profesional a uno de los talentos jóvenes de la actualidad, Antoine Griezmann, un muchacho que cada día se supera y parece que no tiene techo, pero que en inferiores se dice que no destacaba tanto. ¿Es así? ¿Qué puede decirnos sobre él?

R: Sí, y también hice debutar a Illarramendi. A Griezmann le vi cosas parecidas a Luis, lo llevamos a una pretemporada, porque necesitábamos un punta izquierdo. De hecho era otro el que iba a ir, porque yo no los conocía. Hizo un gol y su actuación me sorprendió, por lo que le pedí al club si me lo podía prestar otro día más. Volvió a hacer un gol y ahí le dije al club que el banda izquierdo suplente era él. Incluso tenían algunas dudas al respecto, pero funcionó perfecto.

P: Llevó a Diego Ifrán a Danubio. Años más tarde también se lo llevó a la Real Sociedad. Ahora defiende la camiseta del Deportivo de La Coruña, equipo donde usted fue capitán. ¿Qué le parece que puede aportarle ésta experiencia a Diego?

R: Él venía de una época complicada, con una segunda lesión, que prácticamente lo apartó de los planes del entrenador actual, no por mala voluntad, sino porque hay jugadores que vienen con mejor rodaje. Apareció la situación con alguna otra, pero conociendo al Depor y conociendo la ciudad, me pareció espectacular, buena ciudad para vivir, buen equipo para jugar, en un momento complicado porque está en segunda, pero va primero. Aparte el club necesitaba un goleador, un jugador rápido, veloz, y me parecía que las características de Diego se ajustaban. Empezó muy bien, ya lleva 2 goles en 4 partidos y el club está contento con él.

P: Cambiando de tema, queda cada vez menos para el mundial. ¿Cómo ve a Uruguay?

"Tengo una simple sensación de optimismo"

R: A Uruguay lo veo bien, en lo que refiere a la cantidad de tiempo de trabajo. Lo que veo es que ya no vamos a ser la sorpresa que fuimos, porque nos tienen muy estudiados, se sabe mucho como somos. Hoy veo a un Luis Suárez más grande que el de cuatro años atrás, Cavani también, quizás Forlán está en la época de descenso que es lógico por la edad, y me parece que el resto son prácticamente los mismos. Yo tengo una buena sensación, una simple sensación de optimismo, pero simple en lo que refiere a que nos toca un grupo complicado, porque podemos hacer buenos partidos y quedar eliminados, es la realidad, nos tocan selecciones difíciles. Confío en que podamos pasar por lo menos la primera fase, porque este grupo de jugadores se lo merece, para muchos es terminar su ciclo, hay jugadores que no creo que puedan disputar un mundial más.

P: Se habla mucho de que Tabárez podría irse después del mundial. Si se diera la oportunidad, ¿le gustaría dirigir a la selección?

R: Que uno tenga la opción de representar a su país me parece lo máximo. Creo que el Maestro (Tabárez) es un intocable, todo el tiempo que quiera seguir trabajando lo va a hacer porque está por encima de todos nosotros, por su recorrido, por su talento, por su experiencia. Si hoy o mañana se diera la posibilidad lógicamente que me encantaría, y creo que sería una forma de dar un puntapié final a mi carrera.

P: Triunfó en Nacional como jugador y como entrenador. ¿Qué análisis hacés del clásico y del mal momento que atraviesa el club?

R: El clásico creo que está por fuera de todo análisis posible. Fue un partido muy difícil, pasaron cosas que uno no se imaginaba. Peñarol estuvo muy bien y Nacional jugó muy mal, con jugadores que estuvieron muy por debajo de su nivel, mientras que Peñarol tuvo jugadores que estuvieron bastante por encima del suyo, y lo ganó justamente. Ésto genera el por qué yo me fui de Nacional, una derrota clásica abultada genera complicaciones, la gente se enoja, el aficionado se molesta, la culpa la tienen los dirigentes, el entrenador, los jugadores y hasta la cocinera, y no creo que deba ser así. Ésto evidentemente va a llevar a un cambio, ya veremos qué pasa.