México tendrá, más pronto que tarde, una nueva estrella en el deporte. Y no es ningún futbolista, como la tradición acostumbra. En esta ocasión será en el deporte de los bates y las pelotas, el béisbol.

Acá empieza la historia de Carlos Pacheco. Un gran prospecto mexicano que fue firmado el pasado mes de julio por los Cachorros de Chicago. Atención: no se habla de uno de los tantos beisbolistas que se firman. Este chico promete.

Cachorros le dio seis años de contrato con la organización y empezará en Estados Unidos en la categoría Rookie del equipo de Chicago.

Sin haber tenido contrato, fue invitado al derby de jonrones de las Futuras Estrellas en San Diego. Y no fue simplemente a pasear: despachó 19 cuadrangulares y quedó de cuarto lugar.

A los 17 años, firmó un contrato de 6 años con los Cachorros de Chicago

Fue el primer mexicano en participar en el evento. También uno de los pocos en asistir sin tener contrato. Esa experiencia nunca la olvidará. "Estaba soñando, no creía que estaba ahí. Me encontraba con peloteros que serán unas futuras estrellas en las Grandes Ligas", recordó emocionado en la emisión de VAVEL México Radio de este jueves. "Habían peloteros que están en el Salón de la Fama, como Ricky Henderson".

Por lo general, la mayoría de los peloteros mexicanos salen de Sinaloa y Sonora, los únicos dos estados donde el fútbol no es el deporte principal. Pero Carlos viene de Saltillo. Siendo el segundo jugador saltillense en firmar contrato en las Grandes Ligas, tras Santiago Chávez que estampó su rúbica en 2011 con los Atléticos de Oakland.

El gusto nace por el entorno familiar, donde varios parientes han llegado a jugar profesional. "La familia de mi mamá siempre ha apoyado el béisbol y desde pequeño me gustaba", dijo Pacheco. Su abuela, lo acompañaba al estadio a ver los juegos de Saraperos de Saltillo, cuando apenas tenía cinco años. Allí empezó a avizorar su futuro: "Cuando iba al estadio siempre tenía la ilusión de jugar profesionalmente. En eso pensaba. Agradezco la oportunidad que me dio Chicago".

"Tendré que mejorar principalmente la potencia de mi brazo"

Y cumplió su sueño. Cuando estaba firmando, inmediatamente se trasladó a su infancia. "Me acordé cuando estaba chiquito y apoyaba a Saraperos. Eso fue todo lo que me vino a la mente".

Tal fue la influencia de su familia, que su ídolo no es Mike Trout, ni Adrián González o Miguel Cabrera. Es su hermano mayor. A él quiere emular y seguir sus pasos.

Pacheco comenzó a jugar a los seis años en su tierra natal. A los 14 probó con los Diablos Rojos de México y se quedó, lo que le sirvió de trampolín para ser visto por la organización de Grandes Ligas.

No todos los peloteros tienen la oportunidad de firmar con su equipo favorito. Carlos confiesa que siempre fue fanático de Chicago. "Mi primer equipo en ligas menores se llamaba Cachorros. Y por eso siempre le iba a Chicago en las Grandes Ligas", comentó Pacheco, que ahora estará en las filas del equipo de su infancia.

Pacheco es uno de esos peloteros bien preciados. Posee las cinco herramientas. "El equipo quiere que mejore, y estoy de acuerdo con ellos, la potencia en mi brazo. Porque fildeando, bateando, corriendo, soy muy bueno, pero me falta mejorar eso", hizo autocrítica Carlos.

La futura estrella aprovecha de mandarle un mensaje a los jovenes mexicanos que están empezando a practicar el béisbol: "Que nunca se rindan y trabajen fuerte para lograr sus objetivos".