A lo largo de la historia del fútbol mexicano han existido grandes rivalidades producto de constantes choques y ansias de vencer a adversarios que con el tiempo terminan por convertirse en añejos enemigos deportivos que entablan una constante guerra en cada enfrentamiento.

En el caso particular del Club Universidad y el Deportivo Guadalajara, se trata de dos equipos que se han visto la cara en varios y memorables enfrentamientos que han terminado por transformar sus encuentros en ocasiones especiales, momentos destacados en el calendario del fanático y la agenda de los integrantes de ambas instituciones. Partidos que nadie quiere perder.

A pesar de no tratarse de la máxima rivalidad antagónica de cada club, ambos equipos comparten un repudio futbólistico entre sí que los hace querer vencer siempre al otro y superar sus logros.

Aunque los capitalinos y los jalisciences comparten máximo némesis por antittesis, el América, no existe impedimento para que se haya desarrollado entre ellos su propio capítulo de combate. Tras un total de 42 enfrentamientos en torneos cortos entre ambos equipos, (enfrentamientos que tuvieron su inicio desde la campaña de 1962-1963, luego del ascenso de los universitarios a primera división) se han registrado 11 victorias tapatías, 6 auriazules y 25 empates.

De este modo, siendo el empate el resultado más veces repetido en los registros, el 1-1 ha sido el marcado más constante (28% de las veces), seguido por el 0-0 (23%), para despúes aparecer el marcador de victoria por la mínima, 1-0 (18% del total, 9% para visitantes y 9% para locales).

Las apariencias engañan

El primer instinto al escuchar marcadores con pocos goles es el de imaginar partidos aburridos o de poco drama, pero estos dos equipos nos han ofrecido algunos enfrentamientos memorables con resultado muy parejos.

Pumas iniciaría la primera conquista necesaria para el Bicampeonato en el campeonato Clausura 2004, cuando en la final de vuelta empatasen con un marcador de 0-0 para terminar coronandose en penales frente a las Chivas, en un partido muy dramático y emocionante, donde ambos conjuntos se entregaron por vencer y finalmente las zagas tuvieron tardes destacadas.

Así, aunque el recórd histórico de enfrentamientos favorece a las Chivas con 11 victorias por las 6 de los Pumas, el Rebaño tiene 10 partidos sin poder vencer a los universitarios, añadido a 10 años sin ganar en CU.

Los partidos registrados en el Olímpico Universitario entre estos dos equipos no se aleja de la frecuencia establecida en los cotejos totales, teniendo el empate el mayor número de repeticiones (54%), aunque favoreciendo a los del pedregal en el renglón de las victorias (29% de Pumas por 14% de Chivas).

Precisamente, la última vez en que Guadalajara derrotó a los felinos en su casa fue en el último partido del Clausura 2004, cuando Hugo Sánchez mandase un cuadro alternativo sintiendose ya clasificado, para recibir una goleada histórica de 1-5. De aquella goleada, Omar Bravo fue uno de los anotadores de Chivas, prevaleciendo tras su regreso a la escuadra tapatía.

En ese mismo renglón de golizas históricas, aparece un 7-1 también en el Olímpico Universitario, propinado por los Pumas a las Chivas en el Apertura 2002.

Primeras veces

El 26 de Julio de 1962 fue el primer enfrentamiento entre ambas escuadras, coincidentemente en el Olímpico de CU, con victoria del rebaño por 1-0 con gol de Héctor Hérnandez.

La Primera vez que Pumas pudo derrotar a las Chivas, fue en 1964 el 27 de Diciembre por 3 a 2 en el Estadio Jalisco. Y sería hasta el 9 de Diciembre 1965 que por fin lo lograría en su casa.

En 1981 fue el primer encuentro de liguilla de ambos equipos, cuando el sistema era de grupos y ambos ganaron sus correpondientes visitas al contrario, aunque imponiendose Pumas finalemente para pasar de ronda.

De este modo, ambos equipos esperan poder imponerse este domingo a las 12 horas en el Olímpico Universitario, pero sólo uno de los dos podrá ganar, siempre que el empate parece una enorme posibilidad de ganar apuestas.

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Sobre el autor
Xocoyotzin Vázquez
Arquitecto por pasión, futbolista que no fue, centro delantero y media punta por vocación. Me encantan las distintas formas de expresión, sobre todo las que pueden ser arte; ya sea con el balón o con las letras.