Sin ser un futbolista espectacular ni el más mediático, es inevitable recordar a Jorge Damián Zamogilny y no pensar en aquel jugador aguerrido, entregado, que dejaba la vida y el alma dentro del terreno de juego; recordado por la afición camotera como pieza clave del equipo que logró el Ascenso al Máximo Circuito de la mano del 'Chelís'.

Futbolista fuerte, destacado en el mediocampo, gran recuperador de pelotas y con un potente disparo, pero que también supo hacer bien las cosas cuando fue requerido en la zaga central. Originario de Buenos Aires, Argentina, probó suerte en las categorías inferiores de Independiente; inclusive llegó a formar parte de la pre-selección Sub-17 de Argentina, quedando fuera previo al Mundial de Egipto en 1997 de dicha categoría por lesión.

Sin las oportunidades esperadas en su país, tomó la que tal vez fue la decisión más significativa de su vida; agarró sus maletas con algo de ropa, poco más de dos mil pesos y subió a un avión rumbo a México.

En teoría, llegaba a México para jugar con León, equipo con el que según su representante ya tenía arreglado un contrato, pues venía a ocupar el lugar que dejó Leandro Augusto, quien había sido anunciado como refuerzo para Pumas. Todo había transcurrido de buena forma, incluso viajó con los Esmeraldas para realizar el trabajo de pretemporada, sin embargo, ya en Acapulco, se enteró por medio de un periódico que la Fiera ya tenía cubierta su cuota de extranjeros donde eventualmente él no estaba considerado.

De parrillero a tazar su pase en 2 millones de euros

El equipo regresó de pretemporada y ya en León, Guanajuato, el equipo instaló al 'Ruso' en una casa cerca del estadio; sin dinero, sin equipo, sin conocer a nadie y sin poder localizar a su 'representante', Zamogilny tuvo que decidir si quedarse en México y por su cuenta buscar acomodo en algún equipo, o regresar derrotado a su país, engañado y defraudado; optó por lo primero, con el fiel convencimiento de que no se detendría hasta ver cumplir su sueño: jugar en Primera División.

Fue así como comenzó la peregrinación de Damián en el futbol mexicano; tras un paso en Segunda División, donde estuvo cerca de la gloria al disputar la Final de la categoría con el Real de la Plata, sin embargo, luego de perder la misma, un cambio en el reglamento complicó más la carrera y sueño de Zamogilny, esto luego de que se suprimiera a los extranjeros en dicha categoría.

Con una situación económica complicada y tras ser rechazado por varios equipos de Primera A (hoy Ascenso MX), el 'Ruso' se vio obligado a encontrar un trabajo (distinto al futbol) y así lo hizo en una cafetería, una panadería, incluso como parrillero, pero por la falta de tiempo para entrenar, abrió una imprenta junto con su novia. Al tiempo que trabajaba y entrenaba, comenzó a jugar en futbol llanero, donde fuera y le pagaran, probándose cada seis meses con varios equipos que lo rechazaban apenas al verlo llegar.

Luego de tres años así, al ser visto en un partido de 'llano', fue invitado a reforzar al equipo de una empresa, que a la postre tendría un partido de preparación ante el Club Puebla; para sorpresa de propios y extraños, el partido terminó empatado a tres goles. Tras dicho encuentro, fue invitado a realizar pruebas con el cuadro camotero y fue José Luis Sánchez Solá quien lo confirmó con el equipo y un torneo más tarde, el 'Ruso' consiguió junto con la Franja el título del Clausura 2006, consiguiendo posteriormente el anhelado ascenso a Primera División.

Luego de seis años de picar piedra, Jorge Damián consiguió ver cumplido su sueño. De parrillero a tazar su pase en 2 millones de euros, avala Transfermarkt. A la postre defendió los colores de Estudiantes Tecos, Atlas e Irapuato. Actualmente se encuentra retirado, ya con el título de Director Técnico y probando suerte de lado de los medios de comunicación.

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Sobre el autor
Antonio Tenorio Q.R.
Coordinador del Futbol Mexicano. Corresponsal con Puebla FC y Lobos BUAP. Jefe de Redacción de América, Tigres y Xolos.