A lo largo de la historia, América se ha caracterizado por ser un equipo comprador, una institución que en su plantilla goza de extranjeros importantes y perpetuamente figura en las nóminas más altas del balompié mexicano. Por esa misma razón, a finales de los años 50s, el club adoptó el mote de Millonetas.

Sin embargo, las Águilas también se han distinguido por trabajar correctamente en Fuerzas Básicas. Simbolos del americanismo como Alfredo Tena, Cristóbal Ortega y Cuauhtémoc Blanco se formaron en el Nido de Coapa. Recientemente, futbolistas como Guillermo Ochoa, Diego Reyes y Raúl Jiménez son ejemplo de lo anteriormente citado.

Igualmente, el tetracampeonato obtenido en la categoría Sub-20 que abarcó del Apertura 2010 al Clausura 2012 certifica los grandes esfuerzos que se realizan día a día en las instalaciones de Coapa, así como las cualidades y aptitudes que poseen los jóvenes; sin embargo, lastimosamente no todos los juveníles tienen la oportunidad de debutar en Primera División defendiendo los colores del América.

En el presente torneo, la labor en divisiones inferiores está dando buenos dividendos, puesto que la Sub-17 marcha en tercer lugar de la Tabla General y la Sub-20 es líder del campeonato. En temporadas pasadas, delanteros como Raúl Jiménez, Martín Zúñiga y Alejandro Díaz lucieron con la indumentaria azulcrema, lo que les valió ser llamados a selecciones con límite de edad, encarar justas internacionales representando a México y ascender al primer equipo americanista.

Actualmente, en los campos de Coapa deambula un atacante que podría seguir con la tendencia que comenzó el artillero que hoy milita en el Atlético de Madrid. Su nombre, Fernando González Delfín.

Parido en Xalapa, Veracruz vio la luz el 9 de septiembre de 1997. El -todavía- adolescente es el máximo romperedes del Clausura 2015 dentro de la categoría Sub-17 patentando 10 anotaciones repartidas en nueve encuentros, sumando un total de 796 minutos, lo que arroja un gol cada 80 minutos disputados. Destacar que ninguna de sus dianas han sido desde los once pasos y, de igual forma, todas en jugada elaborada.

Si bien atraviesa por un estado de plenitud, ya degustó el otro lado de la moneda, el pánico de cualquier futbolista. Cuando se encontraba en la categoría Sub-15 sufrió una ruptura de ligamento cruzado en la rodilla que lo mantuvo inactivo por un año; claramente, el momento más desgarrador de su corta carrera. Duro golpe para cualquier deportista, sobre todo para un chico que va iniciando su trayecto rumbo al estrellato, aunque esto llenó de fuerza al veracruzano, quien demostró que se puede salir adelante pese a cualquier circunstancia.

Propietario de un formidable físico -de acuerdo a su edad-, manejo de ambos pies y fino remate de cabeza, González Delfín conserva el sueño de muchos jóvenes, debutar en Primera División y hacerlo con una de las camisetas más preponderantes del continente americano.