Los Pumas de la UNAM a mediados de la década de los 70 eran un equipo de garra y lucha. Además de empezar a forjar a grandes jugadores tendrían a los extranjeros mejor visoreados de la liga. El nombre de Evanivaldo Castro 'Cabinho' y Juan José 'La Cobra' Muñante eran la carta de presentación de un plantel con velocidad y desequilibrio.

Hoy, en #Retro360 veremos qué sucedió en aquella primera final que pudieron alcanzar los universitarios ante sus similares de tierras tapatías, esos Leones Negros de la U. de G. que habían tenido su oportunidad años antes, pero que Carlos Reinoso y el América taparon más tarde. Era hora de saber qué institución escolar reinaba en el futbol mexicano.

1977: Nacimiento de dictaduras, galaxias muy lejanas y la muerte de un rey

La segunda mitad de aquella década dejaba mucho que desear para los derechos humanos, sobre todo en África y Sudamérica. Las dictaduras en Paraguay, Brasil, Chile y sobre todo Argentina, empezaban a cobrar las primeras víctimas de desaparición forzada. El país pampero con Jorge Rafael Videla como encargado comenzaba a prepararse para su Copa del Mundo un año después, por lo que las apariencias, así como erradicar las voces contrarias a su régimen, era importante.

​En África, mandatarios como Idi Amin en Uganda y Mobutu Sese en Zaire (actual república del Congo), tendrían actitudes similares en tierras con pobreza y desigualdad que, incluso ahora, siguen padeciendo, a pesar de la ayuda internacional. México estaría en el régimen político más recalcitrante de José López Portillo, quien tendría una errónea actitud monetaria que haría caer al país en una crisis económica muy fuerte.

El cine tendría su apoteosis con “Star Wars”, la cinta de George Lucas que crearía toda una subcultura popular que sigue creando seguidores por todo el mundo. “Encuentros cercanos del tercer tipo” también crearía una legión de fanáticos que seguirían viendo hacia el cielo, mientras que “Annie Hall” ganaría el Oscar a Mejor Película, lo que encumbraría a Woody Allen en la historia de las películas.

Pero además, la música disco cambiaría el estilo de vida de muchos jóvenes. Bee Gees, Donna Summer, Earth Wind & Fire y demás grupos enterrarían por un tiempo la música rock, estilo que perdería a uno de sus dioses ese año con la muerte de Elvis Presley por sobredosis de barbitúricos. Los zapatos de plataforma y las bolas de cristales dominarían la tierra por unos años.

Dos felinos universitarios

Los auriazules ya habían saboreado haber ganado una Copa de Campeones en 1975, pero los resultados parecían haber sido engañosos, ya que el equipo que estaba conformando Arpad Fekete, húngaro de nacimiento, no había sido tan malo, a pesar de que se fuera un año después. Ahí fue donde Jorge Marik, otro húngaro que había recomendado Fekete, agarró un verdadero trabuco de potenckia y efectividad.

Mientras tanto, los melenudos de la mano del brasileño José Gomes Nogueira, ya tenían todo un estilo de buen futbol y técnica depurada. Jugadores como Belarmino de Almeida Jr. 'Nene', Ricardo Chavarin, Héctor Santoyo, Ignacio Calderón y Marcos Rivas hicieron vibrar la cancha del Jalisco varias veces. La final que perdieron ante los azulcremas hacía que fueran favoritos un año después.

Pumas se colocó en posición de liguilla y eliminó en ella a Cruz Azul, San Luis y Atlético Español (después Necaxa), para llegar a aquella ansiada final. Pero una situación era ajena a los del Pedregal. La huelga en la UNAM obligaba a los universitarios a jugar el partido de vuelta en la casa del enemigo… el Estadio Azteca.

La corona era azul y oro

El encuentro de ida en el Estadio Jalisco terminaba sin anotaciones, lo que hacía que todo se definiera en el Coloso de Santa Úrsula. Coelho, Sanabría el capitán, Muñante, Candido y Cabinho no podían fallar en la hora buena y al minuto 77 todo se volvió alegría. El joven Leonardo Cuéllar mandó un pase largo a Coelho que recentró para el 'Cabo', quien no pensó en tirar de primera y batir al arquero melenudo.

No hubo tiempo para más goles y los auriazules grababan su nombre en la gloria de los campeones por primera vez en el futbol mexicano. El surgimiento de una dinastía de garra y juventud que todavía sigue respetándose, a pesar de las circunstancias recientes. Ese 'puma' gigante en el pecho será sinónimo de gloria por siempre.