Pachuca se ha despedido de la lucha por el título este fin de semana, esto tras caer en casa 1-2 ante Cruz Azul en su duelo pendiente de la jornada 12. Así, los Tuzos sellan un fracaso que sin duda provocará muchas pláticas en el seno hidalguense, donde deberán tomarse varias desiciones. Pero dentro del fracaso, no todo es malo para los hidalguenses.

El fracaso

Con un plantel plagado de buenos futbolistas, donde destacó la incorporación de Rubén Botta y Jonathan Urretaviscaya, Pachuca no sólo quedó fuera de la Liguilla, sino que no pudo avanzar de la fase de grupos de la Copa MX. Ambos representan rotundos fracasos para una institución cuya filosofía es la de buscar el triunfo el cualquier certamen e internacionalizar su marca. Los primeros culpables de esto se sientan en el palco de honor: la directiva. Si bien es cierto que Jesús Martínez y Andrés Fassi han hecho grande a este equipo (y eso nadie lo debe olvidar), también es indudable que el rendimiento ha ido en picada desde la adquisición de León por parte de Grupo Pachuca, y más recientemenre Talleres de Córdoba; mientras los del Bajío ascendieron y obtuvieron un bicampeonato, Pachuca no ha vuelto a levantar un título desde 2010 (de liga desde 2007). Hace falta una visión única, y no compartida; que los Tuzos vuelvan a ser prioridad de los Martínez.

Después se ubica a todo el equipo, incluyendo al cuerpo técnico. Los Tuzos se han ido en muchos partidos de este torneo al frente, pero el nulo manejo de partido lo ha llevado a perder puntos importantes, recordando volteretas sufridas ante Puebla y Monterrey. Muchas jornadas pasaron sin triunfo para los de Diego Alonso, quien no logró armar un planteamiento defensivo sólido. Esto se conjugó con una baja en el nivel de juego de hombres como Miguel Herrera Equihua y Aquivaldo Mosquera, quienes cometieron algunos errores individuales en el certamen que costaron puntos, sobre todo por parte del mexicano, quien incluso perdió la titularidad.

Asimismo, el aporte de Botta, Urretaviscaya y Penilla no ha sido el esperado; llegaron con un buen cartel a México (Penilla desde antes de este certamen) y no rindieron a cabalidad salvo partidos contados; esfuerzo pusieron, no hay duda, su actitud ante las derrotas lo demuestran, pero el fútbol hizo poco acto de presencia.

Con lo anterior en conjunto, se deduce que Pachuca no quedó fuera ante Cruz Azul, sino mucho antes. De hecho, estaba protagonizando una gran resurrección, de la cual parte la luz.

Rubén Botta llegó a Pachuca para ente Apertura 2015

La luz

Dentro de todo el desastre defensivo que fue Pachuca en muchos partidos, destaca que fue, quizá, el equipo con mejor juego de México. Es decir, Pachuca se combina, triangula, abre la cancha, llega con velocidad y anota... pero todo se iba a la basura ante el mal manejo del partido. Sin embargo, la materia prima está dispuesta para que el equipo mueva bien sus fichas en invierno, haga una buena pretemporada y consolide un estilo de juego que puede reencumbrarlo a ser protagonista no sólo de la Liga, sino del continente.

Otro punto a favor, y que ha sido vastamente mencionado, es la gran cantidad de canteranos y jóvenes de muy buen nivel que Pachuca tiene. Para el partido final ante los Cementeros, Osvaldo Rodríguez, Rodolfo Pizarro, Erick Gutiérrez, Hirvingo Lozano y Juan José Calero hicieron acto de presencia. Durante el torneo, Pizarro llegó a los cien partidos en primera división; Gutiérrez y Lozano siguen siendo también inamovibles, mientras que Rodríguez se hizo de la titularidad por la parcela izquierda. Con tanto talento, Pachuca debe encontrar un modelo que explote sus virtudes y los cobije.

Del mismo modo, los Tuzos no sufrieron por falta de goleadores. Mientras estuvo en forma física, Ariel Nahuelpán continuó respondiendo a la confianza del equipo con buenas actuaciones; lastimosamente, sufrió una lesión que lo alejó des resto del torneo. Pasadas las jornadas, Franco Jara arribó desde Grecia para suplir la baja de Darío Cvitanich, y con sus goles mantuvo en la pelea a los albiazules, sorprendiendo con su gran eficacia. El debut de Juan José Calero también representa un peso importante al frente; siendo protagonista del goleo en el torneo sub 20, en los minutos que disputó ante Cruz Azul se hizo notar con un testarazo al travesaño y varias jugadas de peligro creadas. Además, no se debe olvidar que Germán Cano se perdió todo el torneo tras romperse frente a Querétaro en el partido de vuelta de la semifinal pasada, otra carta potente y pesada de la institución tuza.

¿Debe continuar Diego Alonso?

Dentro de este fracaso, la idea de juego de Diego Alonso no ha sido mala. El uruguayo tiene claro lo que quiere hacer con el equipo, y con trabajo puede llevarlos al siguiente nivel. Asimismo, ha confiado en el potencial de la cantera tuza y, a los tumbos, pero ya jugó una semifinal el torneo pasado, quedándose a nada de calificar a la gran final.

Dentro de toda la distracción que hay en Grupo Pachuca con sus otros equipos, ha un servidor le parecería sensata la desición de continuar con Diego Alonso como entrenador de Pachuca, apostando por un proyecto cuyos cimientos ya están colocados, sólo esperando que una construcción firme y estable suba sobre ellos. El camino no será fácil, pero este Pachuca podría pasar de ser el equipo de las volteretas, al equipo que barra la liga, si tan sólo se logra trabajar en el manejo de los partidos y el control de la presión. Para ello, no le vendría mal algo de asesoría al charrúa.

Diego Alonso, técnico de Pachuca

Ahora, con el torneo finiquitado para los Tuzos, directiva y cuerpo técnico tendrán mucho por hablar y aún más trabajo por hacer, pues la planeación de la siguiente temporada debe empezar desde ya. En el Apertura 2016, será una obligación buscar el título de la Copa MX y también el de la Liga Bancomer, pues la afición tuza añora la época de gloria del equipo, y se niega a pensar que esa etapa ha muerto... por el contrario, quiere volver a vivirla.