Un torneo más ha terminado para las ambiciones rojinegras, mismas que no han tenido un rumbo deseado desde hace casi un año, cuando lograron calificar al equipo a la liguilla por el título, en el Clausura 2015. La directiva ya se encuentra planeando el siguiente torneo, uno que tiene mucho sabor para la afición, y es que en la víspera del Apertura 2016 el Atlas cumple cien años de vida, por lo que lo se espera que el equipo no vuelva a decepcionar a sus seguidores y enfrente con argumentos el campeonato donde celebrará su centenario.

La nueva cara de los zorros ya empieza a tomar forma. El día de ayer se presentó a José Guadalupe Cruz como nuevo director técnico de los zorros. Hoy con fuertes rumores de que podría tomar el cargo de director deportivo o director de fuerzas básicas, José Luis Real se acerca al Atlas. Los altos mandos se van definiendo, y un posible proyecto va tomando forma.  Pero son los 11 jugadores dentro del campo, los que terminarán por determinar si el equipo ha de caminar o fracasar nuevamente. Es por eso que analizaremos a estos personajes, su paso por el equipo y si han continuar en la institución o darles las gracias.

Un equipo se construye de atrás para adelante, a partir de esta premisa analizaremos a aquellos elementos que su cabida en el equipo se debe cortar. La portería se reforzó para el presente torneo, Oscar Ustari a pesar de cometer errores en par de ocasiones, ha demostrado que su contratación no fue en vano y le dio a la zaga una seguridad que no se veía desde hace tiempo. Las lesiones del argentino han dado oportunidad de jugar varios partidos Miguel Fraga, quién ha demostrado, a pesar de sus limitaciones para quedarse con el esférico, ser un gran atajador y suplente de calidad para el banco rojinegro.

Si tienen tan buenos guardametas, porque fue que los dirigidos por Gustavo Costas, y un pequeño interinato de Paco Ramírez, terminaron empatados en quinceavo lugar como los más goleados del campeonato. Rodrigo Salinas  y Julio Nava llegaron para reforzar las bandas de los zorros, una posición que lleva desde los tiempos de Edgar Castillo sin un titular indiscutible. Tanto Julio Nava como el apodado striper iniciaron el Clausura como titulares, pero terminarían por perder el puesto con jugadores de la cantera que originalmente eran centrales y los habilitaron como laterales debido al mal rendimiento de ambos. Muchos ni siquiera recuerdan que Julio Nava llegó para el presente torneo, tras disputar las dos primeras jornadas, fue borrado del equipo y no volvió a jugar. Rodrigo Salinas se caracterizó por su juego brusco y tardías entradas, mala marcación y poca proyección al ataque, justo lo contrario de lo que buscaba la directiva en la posición más endeble de los rojinegros. Si la directiva hace un buen análisis, no deberíamos ver a ninguno de estos elementos en el siguiente torneo.

Caso especial es el de Walter Kanneman, defensor central que llegó procedente del futbol argentino con cartel de estrella, a pesar de que se ganó la afición gracias a la entrega que muestra cada partido, ni con Felipe Baloy el semestre pasado, ni ahora con Rafael Márquez pudo llegar a hacer una buena dupla en la central. Seguido cometiendo errores por falta de concentración que terminaban en goles o entradas que dejaban en desventaja numérica al equipo le hacían difícil a sus compañeros jugar con él. El mismo argentino pidió que ya no se le convocará a para los últimos cinco partidos. Lo que menos necesita el equipo es jugadores sin compromiso.

Tal vez el medio campo fue la zona que más estabilidad tuvo durante el torneo, a pesar de la mala campaña de uno de los ídolos rojinegros, Juan Carlos Medina, el contención ha sido muy rentable desde que llegó para el Apertura 2014, se adueñó de la capitanía y sin él, el medio campo de los zorros pierde mucho peso. Otro refuerzo que llego como estrella, fue el seleccionado uruguayo Álvaro González, grandes cosas se esperaron de él, pero nunca termino por convencer a sus entrenadores ni a la afición. Uno pensaría que siendo seleccionado tendría la obligación de ser un titular indiscutible, pero no tardó mucho en comprobarse lo contrario. A pesar de que la principal labor del charrúa no era crear juego, erraba pases de trámite en sin fin de ocasiones,  le costaba mucho el ritmo de juego y la recuperación rara vez pasaba por sus pies. Uno más fuera del barco.

Rodolfo Salinas, elemento sin muchas luces, demasiado arriesgado en  varias ocasiones, sumado a su juego simple y de trámite le ha impedido adueñarse de la titularidad,  sin embargo, los tiempos son escasos, y prescindir de él sería un error en la situación en que se encuentra el equipo. Jugadores como Alfonso González, Dieter Villalpando y Daniel Álvarez, han sido muy irregulares, sin embargo han llegado a alcanzar gran nivel de juego, su juventud les ayuda, y si la apuesta paga, serán de gran ayuda para encarar el siguiente campeonato.

Por último la encargada de hacer los goles, la máquina rojinegra que lleva un año sin poder funcionar. Franco Arizala, probablemente el mejor jugador del equipo que dirigía Gustavo Matosas hace tan solo 6 meses, firmó su sentencia la presenta campaña. Una montaña rusa de jugador, puede pasar de ser tu estrella a una sombra en periodos de tiempo absurdos. El colombiano como autentico mago, desapareció todas las cualidades y el esfuerzo que había mostrado  en su primera etapa con el equipo. Después de haber jugado las primeras cinco jornadas como titular, fue relegado a la banca con razones de sobra. El cuadro de Colomos no se puede dar el lujo de tener incógnitas en el equipo, por la misma razón se le debe decir adiós.

Cuatro goles en 34 partidos hablan por sí solos. Llegó como la solución para la escuadra tapatía, pero en su primer torneo, solo pudo marcar un gol. Su esfuerzo y entrega la garantizaron una segunda oportunidad. Sin embargo no supo aprovecharla, a pesar de despacharse con un doblete en la primera jornada, la historia fue la misma, mucha entrega pocos resultados. Y como dice la frase “goles son amores”, los cuales llegaron con la tardía contratación de Jefferson Duque, a pesar de solo haber jugado 11 partidos, marcó 5 goles en los pocos minutos que le concedieron. De esta manera se despide Gonzalo Bergessio.

A pesar de que son varios los nombres que resaltan en la camada de refuerzos fallidos, la dirigencia tiene un problema mucho más grande que correr jugadores con más pena que gloria, y esa es contratar a los correctos. Es más que evidente la poca planeación que tuvo este Atlas para el presente torneo, se trajeron a jugadores que llegaban más por nombre que por necesidad, el único refuerzo que pudo solicitar el entrenador en turno termino por ser el más rentable. Han empezado bien contratando un director técnico con mucho tiempo de anticipación y que conoce el medio,  es casi un hecho que esta semana se definirá el nuevo director deportivo, ahora toca sentarse a platicar, analizar y elegir  de manera consiente los nuevos refuerzos. No se pueden dar el lujo de repetir la historia de los últimos dos torneos, la directiva lo sabe, la afición lo exige y el equipo lo merece.