Adalberto ‘Dumbo’ López nació Cocula, Jalisco en 1923, su carrera como futbolista lo inició en los años del 1930, su gran pasión por el futbol lo llevó primero hacia un equipo de su barrio de la Colonia Álamos, llamado "Audaces Azules"

Posteriormente, pasó a las filas del Atlante con una cantidad de cien pesos, en su primer año como futbolista profesional logró salir campeón de la Copa México, a partir de ahí surgió el apodo del ‘Dumbo’ por el tamaño de sus orejas.

Su gran olfato goleador lo llevó hacia otros conjuntos, como León, donde Adalberto conquistó tres títulos de goleo consecutivos: 1946-1947 con 38 goles, 1947-1948 con 36 tantos y 1948-1949 con 28.

Para la temporada del 1950-1951 pasaría al cuadro rojinegro por una temporada. Con el cuadro de la madriguera no tuvo un gran torneo y no pudo consolidarse, pero gracias a su gran capacidad goleadora ayudó a la Furia Rojinegra a conquistar el único título que ostenta en el máximo circuito.

Tras salir campeón en ese año, Atlas finalizó la campaña como líder, un punto por encima de Atlante, acumulando doce victorias, seis empates y cuatro derrotas. Seguidamente jugó para el Club Deportivo Oro, donde una vez más logró salir campeón de goleo con 16 goles. Posteriormente, para la campaña del 1953-1954 vistió la camiseta de las Chivas, donde logró otro reconocimiento por sus anotaciones.

Adalberto también defendió la playera de la Selección Mexicana en las Copas NAFC de 1947 y 1949, de tal manera cuando en los años cuarenta logró la triple corona de goleo de manera consecutiva, no logró ser tomado en cuenta para la Copa del Mundo Brasil 1950.

Finalmente,  en el año 1956 emigró a Los Ángeles, California para continuar con su trayectoria futbolística como jugador, su carrera lo termino ahí en 1960.

Así fue el andar de Adalberto ‘Dumbo’ López en el balompié mexicano,  convirtiéndose en un futbolista con cinco campeonatos de goleo, tres de ellos de manera consecutiva y fue el primer campeón goleador mexicano en la era profesional.  El destino y sus goles lo llevó a  ser un referente del cuadro rojinegro.