El 2016 fue un año difícil para Omar Bravo Tordecillas. Bajo el mando de Matías Almeyda vio poco a poco como sus minutos en la cancha iban declinando a la par de su capacidad de convertir goles. Peleado con la portería llegó el tiempo de los cambios; Almeyda decidió introducir a Ángel Zaldívar como su nuevo punto en un esquema que probó ser fructífero para el argentino. 

Omar Bravo tomó su conversión a suplente como un profesional. Consciente de que él no está por encima del equipo, no emitió una queja y trabajó duro en aquellos momentos al final de los partidos en donde Almeyda lo ponía a jugar. La cruda realidad avalada por los resultados es que Chivas fue mejor sin él dentro del terreno de juego. Así es, dentro del terreno de juego. Chivas puede prescindir de él en el funcionamiento futbolístico pero no hay duda de que Omar Bravo no es un problema para el equipo, por lo contrario, es un elemento invaluable, respetado y símbolo del Rebaño Sagrado que a pesar de no estar jugando bien es un activo intangible para la escuadra. 

Que si Bravo tiene algo que ver con la nebulosa repartición de los bonos por la liguilla, es posible. Pero por lo pronto,  lo que es seguro es que Omar estará con el Rebaño en esta Apertura 2016. Es muy probable que no vuelva a ser titular, pero también es muy probable que cuando entre haga las cosas bien. La polémica entre Michel Vázquez sacó a relucir que el veterano es algo duro con los jugadores más jóvenes del plantel, sin embargo es bien sabido que el mochiteco siempre ha tenido una personalidad difícil. Con todo esto, Bravo es un futbolista que por su trayectoria puede darle mucho al plantel y que simboliza la ambición y grandeza de Chivas. Jair Pereira, otro de los líderes del grupo entiende la forma de ser de Bravo y sabe a la perfección que el máximo goleador de la historia del Guadalajara nunca será un problema para el equipo más popular de México.