En la historia del equipo de la Universidad Nacional existe un nombre que es sinónimo de precisión y peligro para los equipos rivales; desde cualquier lugar de la cancha: adelante del medio campo, detrás de la media luna, dentro del área, de izquierda, de derecha, con la cabeza, por encima del portero y comúnmente a los ángulos, Evanivaldo Castro Silva, mejor conocido como 'Cabinho', demostró cabalmente una de las cualidades más importantes que debe tener un centro delantero: ser letal.
Vio por primera vez la luz el 28 de abril de 1948 en la ciudad de Salvador de Bahía, en Brasil. Su debut como jugador profesional tuvo lugar en 1969 en el cinco veces campeón de la Seria A brasileña y una vez campeón de la Copa Libertadores, el Flamengo.
Entre 1969 y 1974, tuvo la oportunidad de vestir las camisetas de cuatro equipos de su nación: América SP, Flamengo, Atlético Mineiro y Portuguesa en dos periodos diferentes, siendo su última participación en este club durante la temporada 73-74.
Castro Silva se despediría del futbol brasileño habiendo sido campeón del campeonato Paulista y anotando un total de 36 goles en sus primeros años como futbolista en su país, un número poco simbólico para lo que estaba por acontecer en la vida del 'Cabo', quien hasta ese momento no imaginaba que su llegada al balompié mexicano le traería grandes alegrías.
No fue suerte, fue contundencia
Doce años después de su ascenso a la máxima categoría, se uniría a las filas del equipo universitario para comenzar a forjar su leyenda como máximo romperedes de la institución y del futbol azteca. En la temporada del 74, la llegada de Evanivaldo aportó a los Pumas 14 goles tan sólo en el torneo de Copa, suficientes para que los universitarios se consagraran por primera vez desde su llegada al máximo circuito y para que 'Cabinho' obtuviera su primer título de goleo individual.
Durante la temporada 76-77, los Pumas de la Universidad, de la mano de su goleador infalible, volverían a conocer la gloria de la primera división tras coronarse campeones y llevar a sus vitrinas el primer trofeo del máximo circuito de la liga nacional. Para él, ese año resultó ser muy especial, pues no sólo logró coronarse por segunda ocasión con los universitarios, sino que alcanzó su año más productivo como goleador durante toda su carrera, y los 35 goles que anotó durante esa campaña le valieron al 'Cabo' un triple reconocimiento: máximo goleador, mejor delantero y mejor jugador de la liga de aquella temporada.
A pesar de que después de su segundo título con los Pumas no volvería a ser campeón, no se cansó de cosechar distinciones individuales. Tan sólo con el cuadro felino, Evanivaldo logró consagrarse como campeón goleador y mejor delantero en cuatro ocasiones consecutivas entre las temporadas 75-76 y 78-79.
Con Atlante, no bajó su rendimiento, y su racha como el mejor goleador de la liga se expandió hasta finales de la temporada 81-82, siendo esta la última vez que de manera consecutiva se coronaría como campeón de goleo y mejor delantero, culminando así con 7 temporadas de ensueño para cualquier delantero que haya jugado alguna vez en el balompié azteca.
Posteriormente, con León, logró coronarse como mejor delantero sólo una vez, durante la temporada 84-85 tras haber marcado 23 goles durante la liga.
En total, fue campeón de goleo en 8 ocasiones, mismas en las que recibió el título de mejor delantero; y obteniendo también el título de mejor jugador del campeonato mexicano en tres ocasiones, dos de ellas con Pumas durante las temporadas 76-77 y 77-78, y una más con Atlante, en la temporada 80-81.
Su nombre en letras de oro
Con 37 años y un historial lleno de glorias en el futbol mexicano, regresó a su país para jugar un año con el equipo de Paysandú. Luego de una temporada sin grandes resultados en Brasil, retonró a México para vestir la última camiseta de su trayectoria, la del cuadro felino de Nuevo León, los Tigres.
Su última temporada en el fútbol mexicano y en su carrera le dejó al Cabo 34 partidos y 9 goles, no reviviendo sus mejores años en el balompié, pero sí redondeando la carrera de uno de los delanteros extranjeros más grandes que ha venido a nuestro futbol.
Los números del centro delantero brasileño más productivo en la historia de nuestra liga fueron suficientes para mantenerse, hasta la fecha, como el máximo goleador en la historia de Pumas con 151 goles, y también máximo romperedes del Atlante con 108 tantos.
Con 312 goles en total, estando por encima de los mexicanos Carlos Hermosillo (294 goles), Jared Borgetti (252), y de otro extranjero de leyenda como lo es José Saturnino Cardoso (249), el punta brasileño escribe su nombre con letras de oro en lo más alto de las listas de los goleadores más grandes de México; ese nombre es: Evanivaldo Castro Silva, el 'Cabo Cabinho'.
