Pocas veces en el futbol mexicano se ve que un jugador vista la camiseta de tres de los cuatro llamados equipos grandes; tampoco lo es verlo celebrar triunfos y campeonatos con más de una playera; y tampoco lo fue cuando hasta sus más grandes detractores gritaron con euforia las alergias que causó con la selección mexicana. Ese jugador fue Gonzalo Pineda, quien recorrió su camino por las canchas del futbol poniéndose y quitándose camisetas en las que siempre dejó huella.

Pineda nació el 19 de Octubre de 1982 y hace tan sólo unos meses, con 33 años de edad, daba una noticia que nadie quiere escuchar; que se piensan, jamás van a llegar porque a veces se cree que el futbolista no tiene fecha de caducidad. Pero  en ese momento el medio futbolístico veía como un centrocampista incansable, de enorme calidad y de historias únicas abandonaba para siempre el campo de juego.

El 'Gonzo', como se le conoce en el medio futbolístico, debutó en Primera División, en el ya lejano  Clausura 2003 con Pumas un 17 de mayo contra Monarcas Morelia. Es precisamente con esta escuadra dónde más trofeos pudo ganar, donde más alegrías dio a la afición pues estuvo presente en un momento vital, de añoranza y felicidad para  todo aficionado universitario.

Clausura  2004, Apertura 2004, Campeón de Campeones 2004 y el trofeo Santiago Bernabéu fueron los títulos que este jugador pudo alzar durante su instancia con Pumas. Sin duda, fue pieza importante  de cada campeonato. No se caracterizó por meter goles pues durante los 63 juegos que disputó con Pumas sólo anotó en una ocasión; sin embargo, su posición y estilo de juego ayudaban en otras tareas para que el engranaje puma funcionara a la perfección.

Después de ganar lo impensable, lo imposible, para  cualquier otro club mexicano, Gonzalo decidió darle un giro a su carrera y fichó por las Chivas. Aquí, también tuvo su momento de gloria pues fue el club donde más partidos jugó, específicamente 128, donde anotó 5 veces. Además, en el Clausura 2006 alzó el campeonato número 11 para la escuadra jalisciense.

Justamente, del 2003 al 2006 Gonzalo vivió su época dorada, donde pudo tocar el cielo más de una vez. Aunque ya había demostrado con selecciones menores de lo que era capaz, fue en la Copa Confederaciones del 2005 y la Copa Mundial del 2006 donde Pineda vio cosechado todo el esfuerzo que había puesto en sus clubes.

Primero, siempre será recordado por la afición mexicana como un jugador con el suficiente carácter para cobrar un penal que lo firmaría cualquier estrella del firmamento futbolístico. México se jugaba en la Confederaciones su pase a la final contra Argentina en penales, y al “Gonzo” le tocaba tirar el quinto para así mantener vivas las esperanzas aztecas de derrotar a la albiceleste.

En la televisión mexicana, Christian Martinolli mencionaba la forma en que Gonzalo podía anotarlo, pero para  sorpresa de todos, lo hizo a lo Panenka. En ese momento La Volpe, quien entonces dirigía la selección, sufrió al igual que los comentaristas y la afición, un micro infarto. Al final, sólo se quedó en una de las postales de otra derrota plausible y memorable, pues México se quedó en el camino.

Para la Copa del Mundo de 2006, Pineda fue titular en los tres encuentros de fase de grupos en la que México obtuvo su pase para encarar, de nuevo, a Argentina. En aquel  partido de Octavos de final no fue titular y entró de cambio para presenciar desde la primera fila la forma en que Maxi Rodríguez anotaba el gol de la victoria en tiempos extra. La revancha nunca llegó; sin embargo, Pineda luchó y estuvo presente mientras el sueño se palpó posible.

De regreso  en México, Gonzalo dejó las Chivas en el Apertura 2009 para vestir las camisetas de San Luis, Cruz Azul, Puebla y Querétaro. Su participación siguió siendo constante con estos equipos, pero una lesión en la rodilla le impidió seguir con la buena racha y casi acaba con su carrera. Pero las puertas en el futbol siempre son más de las que se piensan, y en Estados Unidos, el Seattle Sounders le abrió una para que pudiera volver a tocar las mieles de la victoria.

Aunque el futbol llega a ser cruel e indiferente con quienes más le han dado, esta vez le tenía preparada una sorpresa a Gonzalo antes de que su cuento de hadas, ese que muchos desean y pocos viven, llegara  a su final.

Fue en el 2014 cuando Gonzalo resurgió de entre las cenizas, y de haber estado a nada  de quedarse sin equipo, llegó a la MLS para  seguir escribiendo nombres de campeonatos en su presumible lista. Uno de ellos fue la Copa US Open que su equipo ganó al derrotar 3-1 al Philadelphia Union.

Otro fue la Supporter's Shield que también alzó en ese mismo año. Sin embargo, en septiembre de 2015,  el último y muy memorable regalo que recibió, fue el haber ganado por primera vez para su escuadra  la Copa Cascadia en su tercera edición por marcador de tres goles a cero. Pero en el transcurso del partido, 20 minutos antes de que se acabara todo, Seattle Sounders solo tenia la ventaja de un gol, hasta Gonzalo llegó.

Al minuto 70, Pineda estaba en los linderos del área, con la pelota pegada al pie, los defensas se barrían para evitar el peligro y el  portero trataba de adivinar la jugada. Pero el centrocampista no lo pensó dos veces e impactó el balón de forma que agarrara la comba necesaria para llegar al ángulo y escapar de las manos del cancerbero rival. Con esta anotación, los demás minutos fueron un trámite ya que después caería otra anotación de su compañero Obafemi Martins, pero Gonzalo había anotado el que daba la tranquilidad para su escuadra.

El 7 de enero de este año Gonzalo Pineda convocó una conferencia de prensa en la que anunció su retiro del futbol después de 13 años de trayectoria. Como escenario de su inminente adiós, el futbolista optó por mostrar, por última vez, todas playeras con las que jugó, cada número que porto, cada escudo que defendió. Y así, con una sonrisa que reflejaba melancolía, Gonzalo se despidió no sin antes agradecer a los hombres que hicieron posible su sueño.