Era la temporada 1986 – 1987, el Rebaño dirigido por Alberto Guerra y la Máquina dirigida en ese entonces por Héctor Pulido, llegaban a la gran final del fútbol mexicano, siendo este un duelo que marcaría la historia de los juegos entre ambos equipos. Los escenarios para esta gran final del fútbol mexicano fueron inmejorables, el Azteca en la ida y el Jalisco en la vuelta, ambos con mucha historia dentro del balompié mexicano.

Guadalajara llegaba a una final luego de 17 años sin título de liga, la ilusión de los aficionados rojiblancos era grande, por el tiempo que había pasado sin ver a su equipo campeón y por la forma en que llegaban a esta final, siendo el primer lugar del torneo regular, ganando 21 partidos de la fase regular y siendo el equipo que más goles anotó, un total de 63 y el que menos recibió, 28, además del gran plantel con el que se contaba, nombres como el de Benjamín Galindo, Guillermo ‘Wendy’ Mendizábal, ‘Zully’ Ledesma, los primos José Manuel ‘Chepo’ De la Torre y Eduardo ‘Yayo’ De la Torre, Omar Arellano, Fernando Quirarte, entre otros.

La Máquina no era un rival sencillo, su buen parado en la cancha los hacían un rival difícil de vencer, además era el segundo lugar de la fase regular, con 19 juegos ganados, solo cinco perdidos y 53 goles a favor liderados por su delantero Agustín Manzo, quien no pudo disputar la final debido a una lesión.

Aún así a pesar de las lesiones figuraban nombres como el de Pablo Larios, Marcelino Bernal, Mariano Puyol, Juan Morales, Martín Gálvez, entre otros.

Partido de ida

Cruz Azul y Chivas, se veían las caras en este primer encuentro de la final, a pesar de que los rojiblancos partían como favoritos al título, los cementeros no les pusieron fácil las cosas, un partido donde Chivas pudo liquidar, pero se encontró con un Pablo Larios inspirado.

Ante un Estadio Azteca a reventar, iniciaba el partido de ida; la máquina se ponía rápido al frente en el marcador, apenas al minuto 9’ tras un penal, la falta era cometida por 'El Chepo' De la Torre sobre Calderón y vendría Ignacio Flores a cobrar y poner el 1-0.

Pasarían diecinueve minutos para que el Guadalajara se encontrará con el empate, el 'Cadaver' Valdez vencería a Pablo Larios, igualando el marcador al 28’, después el cancerbero del Cruz Azul se convertiría en figura evitando que hubiera más goles del rebaño.

Cerca del final del partido y cuando todo parecía que terminaría en empate, Cruz Azul conseguía el 2-1 al 87’ conducto de José Juan Morales, tras recibir un balón filtrado y liquidar al ‘Zully’ Ledesma en el mano a mano, dándole la victoria a su equipo y la ventaja para la vuelta.

Partido de vuelta

Chivas llegaba con la necesidad de remontar en su estadio, su afición que respondió de gran manera, pese a la derrota en la ida, los 65 mil aficionados al Guadalajara que se dieron cita al estadio confiaban en que la remontada era posible.

Chivas llegaba con una baja sensible para este partido, Benjamín Galindo, su mejor hombre en la temporada y en la liguilla no podría jugar, pero a pesar de esto el gran ánimo y apoyo en la grada se vio reflejado en la cancha, pues los rojiblancos tuvieron un partido sin complicaciones que les permitió ganar con un marcador de 3-0 y con ello coronarse como campeones ante su gente.

Chivas consiguió el primer gol al 29’, gracias a un certero cabezazo de Fernando Quirarte a segundo palo, que dejó sin oportunidad a Pablo Larios, así el global se empató y la ilusión de la afición chiva crecía.

Para el segundo tiempo, el rebaño no perdió tiempo y apenas al primer minuto de juego volvía a hacer gritar a todo el estadio Jalisco, 'Yayo' De la Torre ponía el 2-0 en el marcador al ganar un balón en el área y definir por debajo de las piernas de Larios.

El dominio de las Chivas era evidente sobre los cementeros, que tenían nula respuesta a los goles que recibían, al 55’ con un partido más que controlado, 'Yayo' De la Torre marcaría su segundo tanto de la tarde, rematando un balón a la altura del punto penal y volver al graderío loco.

El acierto de Alberto Guerra fue mezclar de buena manera experiencia y juventud en su plantel, que lograron un juego atractivo y contundente en la cancha, “estamos preparados para ser campeones” afirmaba el ex técnico del rebaño y no se equivocaba, logró que su equipo levantara el título al final de la temporada.

Ni las expulsiones de Edgardo Fuentes y Marco Antonio Mendizábal en los últimos minutos hicieron titubear a las chivas, que ese día no encontraron quien los detuviera y consiguieron llenar de euforia al Jalisco levantando su noveno título de Campeones del fútbol mexicano.