Previo al arranque del Clausura 2020 la afición del Guadalajara se encontraba expectante, con más ilusiones que dudas debido a las contrataciones hechas por el recién llegado Director Deportivo, Ricardo Peláez. Luego de un tiempo lleno de incertidumbre y dudas, la certeza parecía llegar, pues el armado de este plantel para el Clausura 2020 tuvo mayor inversión que el equipo rojiblanco que fue campeón en el Clausura 2017.
Este equipo armado para el presente torneo parado por el COVID-19 (coronavirus), significó una inversión de poco más de 50 millones de dólares*, tan sólo 20 millones fueron parte de la contratación de Víctor Guzmán, a quien después se le separó por un caso de dopaje.
La segunda adquisición con mayor coste fue Uriel Antuna, que su costó se acercó a los once millones de dólares; le siguieron las contrataciones de Cristian Calderón, Jesús Ricardo Angulo, José Juan Vázquez, Alexis Peña y José Madueña; además se contó con el regreso de algunos jugadores que estuvieron cedidos, entre ellos José Juan Macías.
En total, las llamadas “Súper Chivas 2.0” o “Chivalácticas” tuvieron una millonaria inversión que superó los 50 millones de dólares; empero, hay que mencionar que la construcción vino desde el torneo anterior con las llegadas de jugadores libres como Antonio Briseño o el regreso de Antonio Rodríguez tras estar prestado en Lobos BUAP.
Algo similar sucedió con el plantel que resultó campeón en el 2017. Un equipo que vino de menor a mayor grado bajo la dirección técnica de Matías Almeyda; el entrenador argentino arribó al Rebaño en el Apertura 2015 y en ese mismo torneo resultó campeón de Copa, comenzando así el ascenso del equipo, consiguiendo después el campeonato de la Supercopa MX en 2016, así como la obtención del doblete (Liga y Copa) en 2017, para finalizar con el título internacional de la Liga de Campeones de la Concacaf en 2018.
A lo largo de este tiempo, la construcción del equipo comenzó con las adquisiciones de José Juan Vázquez y Alan Pulido, inversión que rondó cerca de 22 millones de dólares. El complemento final vino en el Clausura 2017 con la incorporación de Rodolfo Pizarro con un coste de 16 millones de dólares; su llegada vino a terminar de ajustar los engranajes ya establecidos con Rodolfo Cota en la portería, Osvaldo Alanís y Jair Pereira en la defensa, además de los laterales el “Aris” Hernández y Jesús Sánchez; Orbelín Pineda se acopló a las características de José Juan Vázquez, Michael Pérez y Néstor Calderón, mientras que Alan Pulido vio en Pizarro su complemento en ofensiva.
La inversión que realizó Chivas en ese entonces, específicamente por Alan Pulido, Rodolfo Pizarro y José Juan Vázquez rondó casi los 38 millones de dólares; la diferencia entre las dos versiones del equipo radica en poco más de 14 millones de dólares.
La clave para el equipo actualmente dirigido por Luis Fernando Tena es el proceso, el trabajo; el propio entrenador lo asumió, que no es una formación de la noche a la mañana y eso es algo que la misma afición debe entender, pues deben de irlo construyendo poco a poco.
Como prueba de un resultado adverso dado a la poca relación existente entre los recién llegados al equipo y los consolidados con Luis Fernando el torneo anterior, se encuentra el partido de Copa frente a Dorados, pues el poco entendimiento entre los jugadores ocasionó la derrota que a la postre significaría el complejo juego de vuelta y los penales, desencadenando la eliminación y el primer golpe duro a la gestión de Ricardo Peláez.
No hay otra fórmula para el Rebaño salvo la del trabajo constante y la adaptación, misma que se ha dado conforme avanza al torneo y dejó a Chivas, hasta antes de que parara el torneo por la contingencia sanitaria del coronavirus, en quinta posición luego de diez fechas jugadas.
*Cifras según el portal web Transfermarkt