Los Pumas de la UNAM y las Chivas de Guadalajara empatan sin goles en el Estadio Olímpico Universitario en la fecha 8 del Apertura 2021 de la Liga MX.

Si bien hay que poner más en esta crónica, es poco probable que se pueda decir más de un partido que no aportó nada en la historia futbolística del país... ¿O sí?

Quizá para los universitarios, es reforzar que están en uno de sus peores momentos en su historia reciente. Que se reforzaron con jugadores que no están dando el ancho en sus filas y que cada día le está costando lo más importante en este juego: el gol.

Para los tapatíos es casi la misma historia. Una generación talentosa de mexicanos que parecen no tener rumbo y que, en teoría, están más preocupados en que nadie les anote y rezar porque un contragolpe pueda ser el arma letal para obtener puntos.

Cuatro jugadas fueron las importantes en este encuentro. Dos de los auriazules y dos de los rojiblancos. Favio Álvarez estrelló esas dos ocasiones al cuerpo de Gudiño. Cisneros y Antuna las otras, una quizá la más cercana a la anotación por parte del medallista olímpico al 75' pero la defensa logra sacarla.

No hay más. Justificaciones de los entrenadores existen. Están en sus declaraciones después del encuentro. Pero más allá de que si existe autocrítica o no, nadie puede negar que si este cotejo se va a recordar en un futuro será por ser uno de los peores en el historial del enfrentamiento de estos clubes, que llegó a ser una gran final del fútbol mexicano en el Clausura 2004. Pero bien dice el dicho "Tiempos pasados siempre fueron mejores".