Raúl Ramírez Lozano nació en Ensenada Baja California en 1953. Contó con el apoyo fundamental de su padre, quien tenia gran pasión por el tenis. Desarrolló su juego en el sur de California, con la ayuda de grandes tenistas mexicanos como Rafael Osuna y Joaquín Loyo Mayo. Tuvo una gran carrera en el mundo del tenis obteniendo 19 campeonatos en singles y 60 en dobles.
A la edad de 17 años jugó su primer torneo profesional en singles en Los Angeles California en 1970. Ganó su primer partido contra David Borelli por 6-1, 6-0. Perdió en la segunda ronda. Ramírez empezó a jugar tanto en singles como en dobles, algo que era muy común en aquellos años. Se jugaba con raquetas de madera, muy lejos de producir la potencia que vemos hoy en día. La vestimenta también era muy diferente, playeras y shorts de algodón que se volvían pesados al sudar. Los tenis predominantemente de piel eran pesados. Estos mismos tenis ahora son modelos icónicos casuales.
Le llevó algunos años adaptarse al circuito. En septiembre de 1972 fue creada la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) que sustituyó al Grand Prix y al World Championship Tennis. Esto produjo un cambio en la clasificación y la forma en que los jugadores programaban su calendario. En 1973 llegó la recompensa del trabajo para Raúl, ganó su primer torneo en singles, la superficie fue arcilla y Teherán la ciudad. Derrotó en la final al australiano John Newcombe 6-7, 6-1, 7-5, 6-3. En rondas previas batió a figuras como Fred Stolle e Illie Nastase. En dobles también le fue muy bien. Llama la atención que en este año ganó tres títulos en tres superficies diferentes. En Salt Lake City cancha dura bajo techo, Kitzbuhel en arcilla y Nueva Delhi en pasto.
En 1974 empezó a jugar con quien sería su gran cómplice en su carrera de dobles: el estadounidense Brian Gottfried. Ganaron la primera de cuatro coronas en la ciudad donde en más ocasiones gritaron campeones, Roma. Ganó en total dos torneos en singles y cuatro en dobles. Poco a poco se iba haciendo de un gran respeto en el circuito. 1975 fue el año en que se establecieron como una de las mejores parejas del mundo. Obtuvieron su primer título de Grand Slam en Roland Garros, título que repetirían en 1977. En este año en trece ocasiones ganaron la final, y su carrera en singles no desmerecía ya que ganó en cuatro torneos.
Sin duda el mejor año de toda su etapa tenística fue 1976. Igualó su mejor récord en singles con cuatro coronas, y en dobles Raúl y Brian consiguieron 16 títulos. En la catedral del tenis ganaron su segundo torneo de Grand Slam y en singles alcanzó las semifinales. En este año en tres torneos Ramírez no participó con Gottfried. Ganó dos títulos con Woltek Fibak y uno con Bob Hewitt. Esto nos habla de la gran facilidad que tenía para acoplarse y jugar al tenis. Con sendos resultados alcanzaron la cima del ranking en dobles, la cual conservaron durante 61 semanas. Raúl Ramírez finalizó el año como número uno en dobles y número cuatro en singles en la clasificación de la ATP. Fue un año sensacional para el hijo predilecto de Ensenada.
Grandes torneos como Queen’s, Monte Carlo, Toronto, Madrid, Cincinnati por mencionar algunos están en sus vitrinas. Podemos enumerar que derrotó en singles o en dobles a todos los grandes de su época: Björn Borg, Illie Nastase, Rod Laver, Jimmy Connors, Roscoe Tanner, John Newcombe, Manuel Orantes, Guillermo Vilas, Arthur Ashe, John McEnroe.
Y también se dio el gusto de entregar excelentes resultados para México en Copa Davis. Disputó 20 series de Copa Davis terminando con récord ganador. En singles 22 triunfos por ocho derrotas. Y en dobles sólo cinco tropiezos por 14 triunfos. Son clásicos los duelos contra los estadounidenses en 1975. A principios de febrero fueron a California a disputar la serie. Con exceso de confianza no fueron convocados los mejores norteamericanos: Jimmy Connors número uno del mundo y Arthur Ashe. Sus jugadores fueron Stan Smith, Roscoe Tanner en singles. Raúl Ramírez tenía 21 años, pero tenía un aplomo como si fuera mayor. Obtuvo la victoria en sus dos partidos en singles y en dobles hizo pareja con el veterano Vicente Zarazúa para ganar la serie. En este mismo año de forma adelantada se enfrentaron nuevamente a EEUU. En esta ocasión Connors no faltó. Jimbo ganó el primer punto y Raúl emparejó las acciones. Al día siguiente en los dobles los mexicanos se impusieron y se fueron adelante 2-1 en la serie. Reaccionaron los visitantes e igualaron la serie a dos. No pudo haber mejor partido para definir la serie: Ramírez vs Connors. Jugaron tres sets, el mexicano prevaleció 2-6, 6-3, 6-3. Por falta de luz solar en común acuerdo los capitanes decidieron suspender el juego. Fue reanudado al día siguiente y Raúl Ramírez completó la obra, 6-4 a su favor en el cuarto set con lo que le dió el triunfo a México.
Ramírez se retiró en 1983 tras ganar en singles el torneo de Caracas por tercera ocasión. Tenía un significado especial por ser el país originario de su esposa, la Miss Universo venezolana Maritza Sayalero.
El mejor tenista mexicano de todos los tiempos sin duda alguna. Un caballero dentro y fuera de las canchas. En México se sigue esperando a su sucesor, que no sabemos si llegará. Pareciera que está pendiente un homenaje espectacular, como lo saben hacer en Acapulco a este gran personaje del tenis mexicano. Es importante que las nuevas generaciones del tenis conozcan a este gran deportista, ídolo, ejemplo de comportamiento, tenacidad, lucha. Y por qué no, puedan obtener inspiración para tratar de equiparar sus logros, sus triunfos.