Intenso año en la franquicia de Minneapolis. El saco de derrotas de la temporada pasada fue recompensado con un número uno del Draft que está rindiendo al nivel esperado, Karl-Anthony Towns. El pívot dominicano es la cara esperanzadora y positiva de unos Wolves que en verano sufrieron la pérdida de un mito en la franquicia. Flip Saunders, el entrenador que volvió a Minnesota este año para devolver al equipo a Playoffs, falleció víctima de un linfoma el pasado 25 de octubre, días antes de que comenzase la campaña 2015/16 de la NBA.
La era post-Kevin Love
Minnesota afrontaba la temporada 2014/2015 con la pérdida de su mejor jugador, Kevin Love. El ala-pívot, jugador de los Wolves durante sus seis primeras temporadas en la NBA, decidió abandonar el barco antes de que caducase su contrato para que así
Minnesota pudiese obtener algo con su traspaso. Esto se tradujo en todo un número uno del Draft, Andrew Wiggins. El joven rookie llegaba procedente de unos Cleveland Cavaliers que acababan de recuperar a su alero estrella, LeBron James, y que buscaban a un jugador de garantías para la posición de ala-pívot. Dicho y hecho.
Con el bloque ya formado, Minnesota se dispuso a ser la sorpresa de la temporada. Nada más lejos de la realidad. Empezaron el año 2015 con un récord negativo de 5 victorias y 25 derrotas, muy lejos del nivel esperado y ofreciendo una imagen de debilidad después de la marcha de su jugador estrella. La lesión de Ricky Rubio, el base titular y uno de los mejores asistentes de la Liga, tampoco ayudó demasiado. De hecho, la lesión del base de El Masnou pudo ser uno de los mayores lastres de la temporada de los Wolves. Rubio solo disputó 22 partidos esa temporada.
La pesadilla continúa
Desde que comenzó el año hasta que Minnesota ganó un partido, pasaron seis derrotas. Estas seis, unidas a las que ya arrastraban del año anterior sumaron 15 partidos consecutivos perdiendo, un gran síntoma de la inestabilidad de la franquicia. Dejaron entrever algún destello de calidad, como los 52 puntos que Mo Williams endosó a los Indiana Pacers o las buenas actuaciones de Andrew Wiggins, pero no fueron más que espejismos.
En febrero las cosas parecieron mejorar un poco. Tres victorias seguidas contra Miami, Memphis y Detroit arrojaron un poco de luz a la situación. Kevin Martin, que estuvo un tiempo lesionado, volvió a las canchas para dar un impulso al equipo, al menos en lo que a anotación se refiere. Fue el mejor mes de estos Wolves, ya que terminaron con un balance de victorias y derrotas equilibrado (6-6). Pero esto no fue lo mejor de febrero para sus aficionados.
La vuelta del hijo pródigo
Kevin Garnett, el jugador que llevó a Minnesota a las finales de conferencia en 2004, volvió a casa. Fue traspasado desde los Brooklyn Nets a cambio de Thaddeus Young, y fue la gran alegría de la temporada de todos los aficionados de Minneapolis. El ala-pívot, nombrado MVP de la NBA en 2004, volvía a jugar para el equipo donde empezó su carrera y del que se marchó en 2007 para ir rumbo a los Boston Celtics, donde conseguiría un Anillo de campeón.
A sus 39 años, Garnett está muy lejos de su mejor nivel. Pero ofrece ese plus de veteranía a todos los jugadores novatos de la plantilla de Minnesota, que no son pocos.
El número uno del Draft 2015
Marzo y abril continuaron con la tónica habitual de la temporada. Su balance final: 16 victorias y 66 derrotas. El peor de su Conferencia y de la NBA. Como nota positiva hay que añadir el nombramiento de Andrew Wiggins como rookie del año. Con todo, los Minnesota Timberwolves se colocaban como uno de los equipos aspirantes a llevarse el número uno del Draft 2015.
Y así fue. El seleccionado fue el pívot Karl-Anthony Towns, Con tan solo 16 años ya debutó con la Selección Absoluta de su paísprocedente de la República Domincana, el primer jugador latino en ser seleccionado en el número uno del Draft. El joven Towns, procedente de la universidad de Kentucky, combinaba un gran juego y despliegue físico con una proyección asombrosa. Con tan solo 16 años ya debutó con la Selección Absoluta de su país, llegando a proclamarse como campeón del Centrobasket 2012.
Con este impresionante currículum llegaba Karl-Anthony Towns a los Wolves. El joven pívot cuenta con la ayuda de Kevin Garnett o de Andrew Wiggins para conseguir así una adaptación más rápida y cómoda a la liga norteamericana de baloncesto. También hubiese contado con la ayuda de Flip Saunders, uno de los entrenadores con más largo recorrido en la NBA. Pero, desafortunademente, no pudo ser así.
La trágica muerte de Flip Saunders
Philip "Flip" Saunders dirigió a los Minnesota Timberwolves durante 10 temporadas, desde 1995 hasta 2005. Fue uno de los entrenadores más emblemáticos de la franquicia, y consiguió que esta llegase a la Final de la Conferencia Oeste en 2004 de la mano de jugadores como Kevin Garnett. Tuvo una época gloriosa en los Detroit Pistons y también pasó por los Washington Wizards, con un éxito menor en este último.
Finalmente, en 2014 volvió para ser entrenador de los Wolves, siendo también presidente de operaciones y acciones con el equipo. Tuvo que ceder su cargo a su segundo, Sam Mitchell, debido a que le diagnosticaron un tipo de cáncer. Tristemente, Flip Saunders falleció el 20 de octubre de 2015 a la edad de 60 años, dejando en el recuerdo sus más de mil partidos como entrenador de la NBA y sus 35 temporadas como director de distintos conjuntos.
Los Wolves a día de hoy
La NBA siguió su curso después de la muerte de Saunders, no sin antes celebrar distintos homenajes en todos los pabellones La joven camada de Minnesota comienza a dar sus frutosdisponibles de las franquicias de la Liga. De esta forma, Sam Mitchell fue el encargado de dirigir el juego de los Wolves, y comenzó bastante bien. Dirigidos por Ricky Rubio, la joven camada de Minnesota comienza a dar sus frutos. Zach LaVine, Andrew Wiggins y el rookie Karl-Anthony Towns han ofrecido en lo que va de temporada actuaciones muy notables, algunas ya han entrado en la historia. En su partido del 22 de diciembre contra los Boston Celtics, el "young-three" se las ingenió para endosar a los verdes 68 puntos entre los tres. Ningún trío de jugadores de 20 o menos años había hecho jamás números similares en toda la historia de la NBA. Un bloque increíblemente joven que ya derrocha un gran talento.
Ahora mismo no todo es un camino de rosas. Minnesota va 12-20, un resultado notablemente superior respecto al de su anterior campaña, pero todavía lejos del objetivo de los Playoffs. El equipo tiene serios problemas en defensa y juegan sin demasiada concentración sus encuentros, faltos de alguna motivación. Pero hay luz al final del túnel, la hay sin duda. Solo nos queda saber cuando llegarán a ese metafórico inicio de la etapa gloriosa, si es que pueden mantener ese bloque, claro está. El tiempo lo dirá.