El Sportinguismo sigue llorando la muerte de su mayor mito, una noticia que ha dejado aún mas frío el ambiente para todos los amantes del fútbol español, los aficionados rojiblancos y todos los asturianos. Y es que Enrique Castro 'Quini' ha dejado una huella imborrable en los corazones futboleros, un jugador como pocos y una persona formidable.

Como forma de homenaje, y para hacer el templo rojiblanco aún mas sagrado si cabe, en la gélida mañana del 28 de febrero el Ayuntamiento de Gijón, titular del estadio, hizo oficial que, por decisión unánime, el Estadio Municipal El Molinón pasara a llevar en su nombre al jugador más importante de la historia del Real Sporting. A partir de ese momento, el 'Templo' se llamará El Molinón – Enrique Castro 'Quini'. Un homenaje más a la figura querida por todo el mundo, que ha recibido numerosos elogios de diferentes personalidades, ya sean del fútbol o no.

Unánime fue la decisión, como unánime es el amor y admiración hacia 'El Brujo', que conseguía hacer lo que pocos hacen, juntar a toda una sociedad y ponerla de acuerdo, en que se ha ido una leyenda, un enorme jugador y una persona de la que nadie ha recibido nunca un mal gesto, una mala cara, ayudaba a quién se lo pedía y vivía con una sonrisa en la cara, contagiosa, que hacía llenarse de alegría a todo aquel que se acercara a él.

Un homenaje más a su persona, con una vida de película, con obstáculos por doquier que no le borraron la sonrisa, no le quitaron la alegría ni el optimismo para afrontar el día a día.

Querido por sportinguistas, culés, oviedistas y madridistas, genio y figura y cuya persona perdurará en la historia. Con su nombre estampado en el estadio del club de sus amores, en un estadio en el que seguirá junto a su hermano, Jesús Castro, que estará siempre presente en su puerta, la número uno, y con el eterno recuerdo de Manolo Preciado en el estadio El Molinón – Enrique Castro 'Quini'.