El retorno de la plantilla del Málaga CF a los terrenos de juego ya es una realidad. Este mismo lunes el nuevo entrenador de la entidad malaguista se ha puesto al cargo de esta nueva plantilla con mucha juventud y con muchas ganas de lograr victorias y conseguir el objetivo principal de la próxima temporada, el ascenso a Primera División.
Antes de comenzar la sesión de entrenamiento del pasado lunes, José María Muñoz y el director deportivo Manolo Gaspar dieron una charla para darles la bienvenida a los nuevos futbolistas y recordar las medidas de seguridad en contra del Covid-19.
José Alberto, la nueva esperanza de muchos
La incorporación del nuevo entrenador en la entidad de Martiricos es la luz que muchos aficionados malaguistas necesitaban ver para creer en el funcionamiento de su equipo. El nuevo técnico promete hacer todo lo posible para conseguir el objetivo principal de esta temporada, el ascenso tan deseado a Primera División.
José Alberto ha hablado sobre el grupo tan bueno que le ha tocado dirigir y estas han sido las palabras citadas por él mismo: "He encontrado un grupo muy ilusionado, con muchas ganas de convencer y de agradar. Un poco lo lógico. La sesión ha tenido mucha intensidad, un nivel de esfuerzo y de compromiso grande. Es lo que buscamos desde el primer día".
Tras esto los futbolistas malaguistas han tenido un chute motivacional que les ha proporcionado la confianza necesaria antes del comienzo de la próxima campaña. A esto se le suma la vuelta del público a los estadios de la Segunda División en la primera jornada de la competición liguera. En el caso del Málaga, los aficionados volverían a La Rosaleda el próximo lunes 16 de agosto en un partido que los enfrentará frente a un conocido de esta competición como es el CD Mirandés.
La lucha por un objetivo
Tras el descenso a la categoría de plata del fútbol español en la temporada 17/18, el Málaga CF piensa ya en la vuelta a la mayor competición a nivel liguero de España y se lo toma como un reto que no está tan lejos. Con la ayuda de los aficionados en La Rosaleda y el aliento de su público en los aledaños de los campos de fútbol sueñan en poder conseguir el premio que tanto buscan desde hace un tiempo.
Sin embargo la lucha no será fácil, sobre todo por la llegada de los descendidos del año pasado a la competición y la llegada de equipos con un carácter muy ofensivo que en años atrás estuvieron disputando la Segunda División B. Con todo esto se espera un gran año del Málaga que luchará por un objetivo en común y como estos años atrás dejará unas sensaciones inigualables en los terrenos de juego.