Ha sido un largo e incierto camino desde que en septiembre se iniciara la competición en la KHL, la segunda liga profesional más potente del planeta tras la NHL, pero este miércoles 28 de abril ese viaje ha llegado al final y de la manera más feliz para el Avangard Omsk que derrotaba en un apretado 1 a 0 a su rival y favorito antes de la final, CSKA Moscú.
Unos playoff de leyenda
Los campeonatos se construyen a base de superar los momentos decisivos, y sin duda los pupilos de Bob Hartley han sabido volcar la balanza de su lado cuando la gloria llamaba a la puerta, con el añadido de hacerlo ante los que eran los grandes favoritos al inicio de temporada, el AK Bars Kazan y el CSKA Moscú.
Y es que en la final del este en un séptimo partido agónico estirado hasta la prórroga forzada por las águilas en el tercer periodo y ganado por las mismas en ese tiempo extra y unos minutos finales de este sexto partido en el que han enfrentado un 5-on-3 de prácticamente dos minutos a cuatro del final para cerrar la final. No sabemos si el cine ruso genera mucho cine deportivo, pero en el caso de que no fuera así, esta sería una ocasión ideal para poner los guionistas a trabajar.
Victoria sobre el COVID
Fuera de lo deportivo, la coronación del Avangard como campeón marca la consecución de un reto y una revancha sobre la pandemia que nos azota desde hace más de un año y que dejó desierta la Copa Gagarin de 2020.
Al contrario que la NHL, la liga transnacional euroasiática decidió cerrar la tienda y reorganizarse para coger impulso de cara a la temporada siguiente, renuncia temporal de equipos como el caso de Admiral Vladivostok, reubicación y reasignación de las divisiones para facilitar la logística y otros esfuerzos han sido necesarios para llegar a este fin.
Un reto superado para el presidente de la KHL, que ya enfrentaba retos difíciles tras su elección en febrero del año pasado como la estabilidad de la liga, la implantación de tope y suelo salarial para evitar la híper financiación de algunos equipos por sus patrocinadores gasísticos y petroleros o los impagos que todavía siguen siendo una lacra.