El irreverente Evander Kane vuelve por fin a las pistas de hielo. Lo hará con los Edmonton Oilers, equipo que, como dijimos aquí en VAVEL.com, ya había mostrado mucho interés en su adquisición. Por lo tanto, el equipo que dirige Dave Tippett se lleva a un delantero que además de goles, seguro que también aportará una buena dosis de polémica. Siempre la ha llevado consigo allá donde ha estado.
Recordemos también que el equipo canadiense está inmerso en una mini crisis de juego y resultados, la racha es nefasta ya que ha perdido los últimos siete partidos que ha disputado, bajándose incluso de los puestos de playoff del Oeste. Es por este motivo, que Kane tendrá la oportunidad de aportar un nuevo aire competitivo al equipo, y con ello provoque la reacción que en estos momentos tanto necesitan los de Edmonton.
Y es que, para que el exjugador canadiense de los San José Sharks firmase por los Oilers, antes la NHL, concretamente su bufete de abogados, debía resolver si el delantero de 30 años había cometido alguna irregularidad respecto a los protocolos COVID-19 en su viaje transfronterizo de finales de diciembre.
Finalmente, y tras no encontrarse suficientes pruebas de que pudo tergiversar información respecto a su estado del virus, el jugador ha podido firmar su nuevo contrato.
Evander Kane, siempre con la polémica a cuestas
Será por su fuerte carácter o su gran personalidad, pero allá donde pisa Kane siempre hay un motivo para la controversia. Como ya hemos dicho antes, su fichaje por los Oilers ha pasado primero por una investigación de la NHL.
Además previamente, en octubre del 2021 cuando jugaba con los San José Sharks, había sido suspendido con 21 partidos por la liga por un pasaporte COVID falso.
Sin contar las acusaciones por apostar en sus partidos, o por violencia doméstica, entre otras. Pues bien, a pesar de todo ello, el jugador ha salido casi indemne de todo ello, y ha firmado un contrato que a buen seguro le reportará más de un millón de dólares a su bolsillo (todavía no se han hecho oficiales las cantidades exactas), y a buen seguro no será ni mucho menos el último capítulo del de Vancouver.