Este viernes, en el estadio Centenario, se enfrentarán dos equipos con distintas realidades pero, aún así, promete ser un partido parejo y con dos equipos dispuestos a ganar. Por ello, tanto Facundo Sava como Néstor Gorosito tendrán a disposición a sus goleadores.

Emanuel Dening

El delantero, que llegó a Tigre tras su paso por San Martín de San Juan, fue de los pocos jugadores que rindieron llegados del mercado de invierno 2019, tras la consagración de la Copa Superliga. Si bien aún se extraña el nivel de Federico González (hoy en Estudiantes de La Plata), Dening se encargó de llevar la 9 en este campeonato y cumplir con su cuota de gol.

El atacante por afuera correntino, de 31 años, comenzó su carrera profesional en Newell´s Old Boys, no obstante, tiene una buena cantidad de años en el ascenso, pasando por Brown de Puerto Madryn, Central Córdoba de Rosario, Boca Unidos, San Martín de San Juan (dos ciclos, donde tuvo su mejor nivel) y en el exterior, jugó en Paraguay (Cerro Porteño) y Turquía (Yeni Malatyaspor).

No es un gran artillero, porque solo registra 32 goles en su carrera. Sin embargo, en el Matador, encontró su lugar, aportando cinco tantos en esta Primera Nacional en 12 partidos jugados y ganándole el puesto a Enzo Díaz (quien llegaba con más luces). Fue la figura en la goleada a Chacarita por 3-0, marcando el triplete de la victoria en San Martín. Además, facturó ante Defensores de Belgrano (aunque Tigre perdió 2-1) y Almagro (3-0, de visitante), y asistió a Carlos Luna ante Santamarina (1-1). Aporta velocidad, generación de espacios, habilidad para sacarse la marca, desborde y aparición como 9 de área. No es el típico tanque para tirarle el centro y que aguante, sino que juega más por afuera, adaptándose incluso a jugar como volante. Ante Quilmes, será uno de los dos delanteros, acompañado por el recién llegado Marcelo Larrondo. Dening llegó para quedarse.

Leandro González

El lungo de 1,85 m., a sus 34 años, continúa demostrando su calidad en Quilmes, que depende mucho de sus goles para aspirar a salir del fondo de la tabla. González es el goleador de su equipo en el torneo, con cinco conquistas: All Boys (3-1), Instituto (1-1), Almagro (1-2), Sarmiento (1-3; golazo de chilena) y Brown de Adrogué (1-1). Disputó los 15 encuentros de la primera rueda de la Primera Nacional, por lo que fue imprescindible, por su presente y su experiencia.

Leo lleva en su currículum varios clubes, casi siempre en la máxima categoría: pasó por Olimpo (ascendió a Primera en 2007), Racing, Estudiantes LP (fue campeón del Apertura 2010), Colón, San Martín de San Juan, Defensa y Justicia, Atlético Tucumán (donde logró el ascenso en 2015 y allí también jugó Libertadores, además de Sudamericana), Temperley y este es su segundo ciclo en el Cervecero, donde registra 10 goles en total. En el fútbol argentino, se dio el gusto de hacerle dos goles a River (jugando en Olimpo y Racing) y uno a Boca (en el Decano tucumano). Asimismo, en el exterior, tuvo un paso por el fútbol de Chipre (Omonia Nicosia).

En su palmarés, registra dos ascensos a la máxima categoría. Hoy por hoy, Quilmes está lejos de eso. Desde su descenso en 2017, estuvo muy cerca de bajar a la B Metropolitana y ahora necesita más puntos para escapar de la zona roja. El 10 del Cervecero, que será compañero de ataque con el refuerzo estrella Mariano Pavone, aún conserva su calidad para definir, y del juego aéreo como arma predilecta. Está preparado para seguir sumando gritos a su carrera.